Clamando por las naciones ( Pte 2).
Freda Lindsay habló para una reunión de los “Generales de intercesión” en septiembre de 1986. La Señora Lindsay o “mamá”, como la llamaban muchos de sus estudiantes, es una mujer pequeña pero dinámica para Dios. Es una experiencia única escucharla presentar ante Dios “las naciones” del mundo, una tras otra, sin detenerse hasta haberlas traído a todas ante el trono de la gracia. Esta santa preciosa del Señor habló ese dia con nosotros acerca de la vida de oración de su marido, Gordon Lindsay. El reverendo ahora a partido para estar con el Señor, pero el efecto de su vida de oración aún puede sentirse en todo el mundo. Ella dijo que Gordon, con respecto a la oración, decia lo siguiente: “TODO HOMBRE DEBERIA ORAR POR LO MENOS UNA ORACIÓN VIOLENTA POR DIA.” “Y creo – agregó – ¡que él ostentaba el record mundial de orar las oraciones mas violentas! Ella citó la guia dada en Mateo 11:12: “Desde los dias de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.”
Luego Freda contó este relato:
Nunca olvidaré cuando vivíamos en Shreveport, Lousiana, y puse un aviso en el periódico local para solicitar ayuda doméstica. Se presentó una pequeña dama negra. Estábamos en la cocina y le explicaba lo que debía hacerse cuando de repente preguntó:
– ¿Qué es eso, qué es eso? ¡Esa voz, ese hombre! Es mi marido – le contesté – Lo primero que hace cada mañana es orar y suena como una bomba haciendo explosión.
– ¿Estuvo él en Shreveport hace tres años en tal y cual hotel en tal y cual día? – me preguntó. Le conté que él viajaba tanto que no recordaba, pero que se lo preguntaría al salir del cuarto. Cuando salió se lo pregunté.
– ¿Estuviste en Shreveport hace tres años en tal hotel? Gordon tenía una mente semejante a una computadora y nunca olvidaba fechas y lugares.
– Sí – respondió él -, estuve allí enseñando en tal reunión.
– ¡Lo sabía, lo sabía! – la mujer comenzó a exclamar. Estuve parada del lado de afuera de su puerta mientras usted oraba porque nunca había oído a nadie que lo hiciera como usted!
¿No sería grandioso que la gente nos recordara por nuestra forma de orar en lugar de recordarnos por tantas otras cosas?.”
Este ejemplo, nos demuestra que Gordon y Freda Lindsay creyeron en la Palabra de Dios que está en Mateo 9:37 y 38:
“Entonces dijo a sus discípulos: a la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a sus mies.” Los intercesores lo denominan “orar para que sea levantada la cosecha.”
DIOS PLANTA A SUS INTERCESORES EN TODO LUGAR PARA ORAR POR LAS NACIONES.Esto quiere decir que Dios implanta por el Espíritu Santo una VISIÓN MUNDIAL en sus corazones. Tal como lo expresa el salmo 2:8, “Pídeme y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra.” Los intercesores de cualquier iglesia local que levanten oración fervorosa con esta visión, pronto veran respuestas a sus oraciones. ¿Cómo? Porque comenzarán a levantarse hombres y mujeres con corazones misioneros. Ganar las naciones para sí, es lo que movió el corazón del Padre para enviar como el primer misionero a su hijo Jesucristo. Un misionero busca a los perdidos y clama por ellos.