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SANIDAD INTERIOR

El Espíritu Santo: Hablar otras lenguas (24).

julio 23, 2010 by admin 17 Comments

X – HABLAR OTRAS LENGUAS
 “Y comenzaron a hablar otras lenguas según el Espíritu Santo les daba que hablasen” (Hch. 2:4). Esta fue la evidencia que vino inmediatamente después de que los discípulos fueron revestidos con el Espíritu Santo. Habia 120 personas en el aposento alto, y nos dice claramente la palabra de Dios, que TODOS fueron llenos del Espíritu Santo y que TODOS comenzaron a hablar otras lenguas.

La evidencia clara de que cada discípulo fue lleno del Espíritu Santo en esa ocasión fue cuando demostraron la habilidad sobrenatural para hablar en lenguas que ellos nunca habían estudiado.

C) ÉL NOS OTORGA PODER PARA EL SERVICIO
 
 “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos…” (Hch. 1:8).

Jesús usó el término griego dunamis (traducido como poder), del cual derivamos la palabra dínamo. Un dínamo es una máquina que genera un suministro de energía consistente y continua.

Así que el Espíritu Santo dentro de nosotros genera poder que nos capacita para ser testigos para Cristo.

D) ¿POR QUÉ HABLAR OTRAS LENGUAS?
 ¿Cuál es el propósito o beneficio del hablar en un lenguaje que uno no comprende? Las siguiente es una lista breve de algunos del los beneficios de tener comunión con Dios en lenguajes dados por el Espíritu.
 
1 – Es una evidencia bíblica inicial consistente del bautismo en el Espíritu Santo.
 
 “Y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.” (Hch. 2:4).
“Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.” (Hch. 10:46).“…vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.” (Hch. 19:6). Dios dice a través de Pablo: “Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas…” (1 Cor. 14:5).
Pablo también dijo: “Doy gracias a Dios que hablo en lenguas mas que todos vosotros…” (1 Cor. 14:18).

Note el énfasis íntimo: “Doy gracias a Dios…” El hablar a Dios en lenguaje del Espíritu aumenta y fortalece la conciencia personal de las relaciones y comunión íntima de uno con Dios. Pablo dio gracias a Dios por la habilidad de hablar en lenguas, ya que esto solo puede ser otorgado por Dios, a través de su Espíritu; el PRIVILEGIO de hablar en tales misterios sagrados e íntimos (1 Cor. 14:2); por la DISPONIBILIDAD de esas ricas bendiciones – que en cualquier tiempo, en cualquier lugar, bajo cualquier circunstancia, una persona puede tener una comunión íntima con Dios. Podemos orar, cantar, expresar nuestra gratitud, bendecir a Dios en el Espíritu, etc… Nuestra mente para este tiempo esta neutral (1 Cor. 14:14); así que debemos sentirnos reposados, refrescados y edificados por este ejercicio espiritual.

2 – Esa es la voluntad de Dios para nosotros.

 

Dios dice a través de Pablo: “Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas…” (1 Cor. 14:5).Pablo también dijo: “Doy gracias a Dios que hablo en lenguas mas que todos vosotros…” (1 Cor. 14:18).Note el énfasis íntimo: “Doy gracias a Dios…” El hablar a Dios en lenguaje del Espíritu aumenta y fortalece la conciencia personal de las relaciones y comunión íntima de uno con Dios. Pablo dio gracias a Dios por la habilidad de hablar en lenguas, ya que esto solo puede ser otorgado por Dios, a través de su Espíritu; el PRIVILEGIO de hablar en tales misterios sagrados e íntimos (1 Cor. 14:2); por la DISPONIBILIDAD de esas ricas bendiciones – que en cualquier tiempo, en cualquier lugar, bajo cualquier circunstancia, una persona puede tener una comunión íntima con Dios. Podemos orar, cantar, expresar nuestra gratitud, bendecir a Dios en el Espíritu, etc… Nuestra mente para este tiempo esta neutral (1 Cor. 14:14); así que debemos sentirnos reposados, refrescados y edificados por este ejercicio espiritual.

3 – Es un medio terapéutico de limpieza y liberación.
En Romanos 8:26, Pablo nos relata respecto a que una de nuestras debilidades humanas es que no siempre sabemos porqué cosas orar como deberíamos.

Algunas veces estamos conscientes de que necesitamos ayuda, pero no entendemos que es lo que realmente esta mal y como orar al respecto.No obstante, el Espíritu supera tal insuficiencia por nosotros.

El examina nuestros corazones y descubre exactamente dónde estamos que nos hace falta. El sabe además cual es en la mente del Espíritu – la voluntad de Dios para nosotros.

Luego comienza a ora por nosotros según la voluntad de Dios, llevándonos de esa manera a la armonía con tal voluntad. El hecha fuera todos los consejos, inhibiciones y pensamientos negativos que nos han impedido. El nos induce hacia todo lo que sea positivo y hacia los propósitos buenos de Dios para nuestras vidas.

Esa clave de suplica del Espíritu a nuestro favor es uno de los medios más poderosos que Él usa para la “renovación” del espíritu de nuestra mente.

 

4 – Es un recurso de edificación personal. 
“El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica.” (1 Cor. 14:4). Es del término edificar que el vocablo edificio se deriva. Edificar es fortificar, mantener firme o estable.

Cuando hablamos en lenguas, aunque las palabras parezcan un misterio para nuestro intelecto humano, nos estamos edificando a nosotros espiritualmente. Crecemos cada vez mas fuertes cuando practicamos este don.

5 – Es una esfera de íntima comunión espiritual con Dios.
 
 “Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios (1 Cor. 14:2).

El propósito principal de este ejercicio espiritual de hablar en lenguas no es que hablemos para los hombres, sino para tener comunión con Dios. Al tener comunión con Dios de esta manera, somos libres de las limitaciones y restricciones de nuestra mente finita. No estamos restringidos a hablar únicamente de las cosas que hemos aprendido por nuestro intelecto.

Somos libertados para hablar también de cosas que somos enseñados intuitivamente por el Espíritu de Dios (1 Cor. Cap. II). Tenemos comunión con Dios acerca de las cosas profundas, cosas que aún siguen siendo misterio para nuestras mentes finitas.

Esta es la profundidad de la comunión de la cual David habló: Un abismo llama a otro… (Sal. 42:7). La profundidad de nuestro ser espiritual tiene comunión con las profundidades del ser de Dios, y viceversa.

6 – Esto nos mantiene conscientes de que el Espíritu Santo mora en nuestro interior.

 Cada vez que hablamos en lenguas, estamos inmediatamente conscientes del movimiento y actividad del Espíritu Santo dentro de nosotros. Nuestra íntima conciencia de la morada del Espíritu dentro de nosotros aumenta a medida que continuamos con Dios en esas palabras que el Espíritu hable a través de nosotros. Somos canales que el Espíritu utiliza para comunicar la adoración y la alabanza al Padre.

7 – Nos permite confiar en Dios mas completamente.

Desarrollarse en la vida del Espíritu es un caminar de fe. Cada expresión en lenguas es un acto de fe. A medida que Dios comienza a llevarnos del reino o esfera de la edificación del Cuerpo de Cristo (1 Cor. 14:6), cada nueva fase es un paso nuevo de fe.

8 – Es una liberación de emocional positiva.

El bautismo en el Espíritu Santo no es una experiencia emocional en su origen, sino espiritual. Sin embargo, nuestras emociones responden inevitablemente a esta experiencia y se envuelven en ella. Nuestras emociones son frecuentemente tocadas por el Espíritu, y le conferimos expresión por medio del estímulo del Espíritu. Esto no es algo nocivo o negativo. Por el contrario, es algo saludable y beneficioso.

Demasiados cristianos procuran negar o suprimir completamente sus emociones, como si hubiera algo malo o pecaminoso acerca de la expresión emocional. Pero esto no debe ser así. Somos seres emocionales. Dios fue quien nos creo de esa manera. A fin de que podamos funcionar a plenitud, deberá haber expresión emocional de tiempo en tiempo.

Cuando esta expresión es inducida y animada por el Espíritu dentro de nosotros, podemos estar seguros de que será la expresión emocional mas saludable y agradable posible. De seguro que nos limpiará, liberará, fortalecerá y edificará. No sienta temor de ella; confiérale salida libre a tales expresiones. De seguro que estará más saludable y feliz al hacerlo.

 

9 – Es una oportunidad para DAR GRACIAS a Dios aceptablemente.
 ¿Se ha sentido usted incapaz de expresar adecuadamente su gratitud y aprecio a Dios? ¿Parecen sus palabras demasiado débiles para expresar la gratitud que siente en su interior? Entonces he aquí la manera de hacerlo.

Pablo dice que podemos “… bien dar gracias…” (1 Cor. 14:17), por medio de expresar gratitud a Dios por el Espíritu en el lenguaje que El nos dé. Al expresar las gracias de esta manera, usando el don de lenguas, es algo superior a cualquier cosa que nuestra mente humana pudiera pensar o decir. Esto irrumpe a través de nuestras limitaciones, y ministra a Dios en el Espíritu (Jn 4:24).

10 – Esto capacita a uno a orar en el Espíritu.

“¿Qué pués? Oraré con el espíritu pero oraré también con el entendimiento” (1 Cor. 14:15). “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestras debilidades, pues que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos” (Rom. 8:26,27).

“Pero vosotros, amados, edificados sobre vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo” (Jud. 20).

11 – Es un recurso de renovación y reposo.

 “Porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo, a los cuales Él dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio…” (Is. 28:11-12).

El tener comunión con Dios en Lenguas es una experiencia tranquilizadora y refrescante. El cuerpo y la mente pueden reposar completamente. No tenemos que pensar lo que tenemos que decir después ni como decirlo. El Espíritu fluye a través de nuestra comunión perfecta con el Padre, y recibimos el beneficio de esa hermosa comunión. Es un tónico para el espíritu, alma y cuerpo.

12 – Es un ministerio de Alabanza y Adoración.

 “…les oímos hablar en otras lenguas LAS MARAVILLAS DE DIOS” (Hch. 2:11).

“Porque los oían que hablaban en lenguas, Y QUE MAGNIFICABAN A DIOS” (Hch. 10:46).

“Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en nuestros corazones” (Ef. 5:19).

Muy a menudo cuando hablamos en lenguas, el Espíritu esta adorando, alabando y loando a Dios. El Espíritu está magnificando las obras maravillosas de Dios a través de nosotros. ¡Que privilegio y gozo que El pueda utilizar nuestros labios para pronunciar loores tan elevados a Dios!

13 – Esto incluye cantar Cánticos en el Espíritu.

 “… cantaré en el espíritu, pero también con el entendimiento.” (1 Cor. 14:15).

“… cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones.” (Ef. 5:19; Col. 3:16).

14 – Es un medio escritural de mantener la plenitud del Espíritu Santo.

 “… antes bien sed llenos del Espíritu… hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales.” (Ef. 5:18,19). El ministrar a Dios en otras lenguas es un medio valido de mantenernos llenos del Espíritu. Por consiguiente, debemos hacer esto diariamente, y muchas veces al día.

15 – Con interpretación es un medio para edificar a otros.

 “Porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.” (1 Cor. 14:5b).

Nuestra lengua personal, devocional o usada para la oración es de edificación para el que la ejercita. Solamente la persona individual es edificada por su uso. No obstante, esa lengua puede ser una bendición para los demás si es interpretada. Así es que el que habla en lenguas debe orar también por si interpretación, a fin de que otros creyentes reciban edificación.

16 – Es una llave para traer la mente de Cristo sobre nuestras mentes.

Santiago enseña que la lengua es el centro de control de un hombre. Es como el timón de un barco, y como el freno en la boca del caballo (Stg. 1:26; 3:1-18).

Cuando ofrecemos nuestro centro de control al Espíritu Santo, El comienza a llevar nuestra conversación y conducta hacia el control de Cristo.

Nuestro sometimiento al Espíritu Santo tocante al don de lenguas es como la liberación de las aguas dulces de la vida, la palabra de Dios. Por medio de usar este don regularmente, encontraremos fuerza para resistir las conversaciones negativas y de crítica – lo que santiago llama aguas amargas.

Es un medio de producir la mente de Cristo en nosotros, a fin de que podamos hablar únicamente aquellas cosas que sean útiles para nuestra propia edificación y para de quienes nos oyen.

 

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El Espíritu Santo: la llave hacia la verdadera plenitud (23).

julio 8, 2010 by admin 22 Comments

IX – EL ESPIRITU SANTO.

 A) ¿Quién es el Espíritu Santo?

El Espíritu Santo es probablemente el miembro menos conocido de la Santa Trinidad. Es lamentable decir que hay una falta de conocimiento acerca de El, aún dentro de la iglesia misma. Si no le conocemos, ¿cómo vamos a experimentar los beneficios sobrenaturales que la Biblia afirma, el tiene para los hijos de Dios?  Hay varias razones firmes del porqué esto no debería ser así:

 1- El Espíritu Santo es Dios.

Como el tercer miembro de la Trinidad, El es co-igual con Dios el Padre y Dios el Hijo. Es apropiado, por consiguiente, que se le atribuya la misma reverencia, respeto y honor a El que a las demás deidades. Nunca debemos tratarlo como una deidad inferior. Debemos conocer tanto como nos sea posible de El como conocemos acerca de los otros dos miembros de la Divina Trinidad. El Espíritu Santo no solo es una persona; El es un SER DIVINO. (Juan 1:1). El es DIOS.

 2- El Espíritu Santo es una persona.

Muchos cristianos parecen sentir que el Espíritu Santo es meramente un poder o influencia impersonal. Ellos tratan al Espíritu Santo como si Él fuera “electricidad” o alguna otra forma de poder que pudieran encender o apagar a discreción. Este concepto está muy lejos de la verdad. El es una persona que posee gran autoridad y poder, pero es mucho mas que el poder que posee. Es eminentemente digno del respeto y honor que nos reservamos para el Dios Todopoderoso.

a) El posee las características básicas de la Personalidad.

 “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará

  todo que oyere, y os hará saber las cosas que abran de venir. El me glorificará.” (Jn. 16:13,14).

                 1- Intelecto: La habilidad para pensar y razonar.

                 2- Sensibilidad: La habilidad para sentir las cosas.

                 3- Voluntad: La capacidad de escoger y decidir.

b) Expresiones de su poder.

Un mero poder o influencia no sería capaz de sentir aquellas cosas que la Biblia afirma que El Espíritu Santo siente y experimenta.

Por ejemplo, somos exhortados a no contristar el Espíritu Santo (Ef. 4:30).

 Ananias y Safira mintieron contra el Espíritu Santo (Hch. 5:3,4).

Sabemos que un poder no puede ser contristado. Usted no puede contristar la electricidad. Tampoco puede mentirle, ni tentarla. Un poder impersonal es incapaz de tales sentimientos. Pero una persona puede ser contristada, ofendida, molestada, tentatada o se le puede mentir.  Note algunas expresiones de personalidad atribuidas al Espíritu Santo:

                  – Puede sentir: Ef. 4:30

                  – Puede consolar: Hch. 9:31

                  – Puede pensar: Rom. 8:26

                  – Puede hablar: Hch. 13:2

                  – Puede orar: Rom. 8:26

                  – Puede enseñar: Jn. 14:26

                  – Puede expresar su voluntad: 1 Cor. 12:11

                  – Puede prohibir: Hch. 16:6

                  – Puede obrar milagros: Hch. 19:6

c- Él no es un poder impersonal.

 Una de las razones por las cuales muchos se refieren a Él simplemente como un mero poder o fuerza es debido aciertos nombres que se le  atribuyen en las escrituras para describir su ministerio. A veces es  llamado viento, lluvia, aceite, fuego, etc… pero todos ellos, son símbolos o nombres de varios ministerios que el ejecuta; sin embargo, Él mismo como Dios es mucho mas grande que esos ministerios a través de los cuales opera y se manifiesta.

 3- Esta es la época del Espíritu Santo.

Él es el otro Consolador, quien ha tomado el lugar de Jesús (Jn. 14:16). Este período de la historia es el TIEMPO DE LA LLUVIA TARDIA (Zc. 10:1). O el tiempo de la actividad mas grande del Espíritu Santo que la iglesia jamás haya conocido. Por consiguiente, necesitamos saber tanto como nos sea posible acerca de su persona. Pues el vive en nosotros. Somos su templo. Y los vasos de barro a traves de los cuales manifestará su gracia y poder a nosotros y a los que nos rodean. Es entonces, asunto de vital importancia el conocerle como persona. Amarle. Desearle. Anhelarle con todo nuestro corazón.

 B) LA IMPORTANCIA DEL BAUTISMO DEL ESPÍRITU SANTO

Esta es una frase algo controversial la cual tiene respaldo bíblico firme. Esta aparece cuatro veces en los evangelios y dos veces en el libro de los Hechos (Mt. 3:11; Mr. 1:8; Lc. 3:16; Jn 1:33; Hch. 1:5; y 11:16).

Bautizar significa sumergir completamente, o “sumergir dentro de”. Esta tiene un significado aún mas profundo, que es sumergir dentro de un elemento que tiene el poder para cambiar aquello que envuelve o cubre. Un buen ejemplo de esto es cuando se toma una indumentaria y se le cambia de color; tal vestidura o ropa se sumerge dentro de un elemento que transforma radicalmente la vestidura.

 El ser bautizado en el Espíritu, es ser sumergido, metido, sepultado, rodeado completamente por, envuelto totalmente por el Espíritu santo.

Ahora bien, ¿Cuál será la evidencia inicial de que nosotros hayamos recibido la plenitud del Espíritu Santo?

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SANIDAD INTERIOR: El arrepentimiento ¿que implica? (22).

junio 22, 2010 by admin 18 Comments

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VIII – ARREPENTIMIENTO.                                                                                    

A. LO QUE ES EL VERDADERO ARREPENTIMIENTO.

1. Estar apenado por tus pecados delante de Dios.
El verdadero arrepentimiento es un dolor sentido no hacia uno mismo o hacia una persona, sino primero que nada es un dolor genuino por haber ofendido a Dios. “Ten piedad de mi, oh Dios, conforme a tus misericordias; conforme a las multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame mas y mas de mi maldad, y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado esta siempre delante de mi. Contra ti, contra ti he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos…” (Sal. 51:1-4). Lea también el salmo 38:8.

2. Ser veraz (sincero) en relación a su pecado.   
“Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tu perdonaste la maldad de mi pecado”, (Sal. 32:5). Lea también 1 Juan 1:9.

3. Apartándonos de nuestros pecados. 
“El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta, alcanzará misericordia”, (Pr. 28:13).

4. Aborreciendo el pecado.
“Has amado la justicia y aborrecido la maldad, por lo cual te ungió Dios…” (He.1:9). “…Y os aborrecéis a vosotros mismos a causa de todos vuestros pecados que cometisteis…” (Ez. 20: 43,44).

5. Pagando las deudas a los acreedores cuando sea posible.
“Entonces Zaqueo, puesto en pie dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado”, (Lc. 19:8). Lea también Levítico 6:1-7.

B- LO QUE IMPLICA EL ARREPENTIMIENTO.

1- Tornarse del pecado.
“No seáis como vuestros padres, a los cuales clamaron los primeros profetas, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos ahora de vuestros malos caminos y de vuestras malas obras; y no atendieron, ni me escucharon.”
(Zac. 1:4). Lea también Gálatas 5:19-21 y Efesios 5:5.

2- Tornarse del mundo.
“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en El.” (1 Jn. 2:15).

3- Tornarse de si mismo.
“Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para si, sino para aquél que murió y resucitó por ellos.” (2 Cor. 5:15).

4- Tornarse del diablo.
“… Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de satanás a Dios…” (Hch. 26:18). Lea también Colosenses 1:13.

5- Tornarse a Dios.
“Diles, pues: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: volveos a mi, dice Jehová de los ejércitos, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos.” (Zac. 1:3).

6- Tornarse a una vida correcta.
“Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.” (Rom. 6:13).

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SANIDAD INTERIOR: Actitudes frente al pecado (21).

junio 9, 2010 by admin 17 Comments

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C) ACTITUDES FRENTE AL PECADO.

Hay algunas actitudes que podemos observar, en el aconsejamiento pastoral, en relación con el pecado.

a. Ocultar: mirar el pecado ajeno puede ser índice de ocultar pecados familiares.

b. Transaccionar: son aquellos que aborrecemos en tanto olvidamos las otras que si hacemos.

c. Negar el perdón de Dios: muchas personas luego de confesar sus pecados, sienten que Dios no les ha perdonado. Los errores del pasado vienen, una y otra vez, a sus mentes. “No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” Fil. 3:12-14.

 

¿Cuál debe ser nuestra actitud práctica ante la realidad del pecado?

1- Dejar el pecado.

2- Mirar el presente.

3. Conquistar el futuro.

 

El plan de Dios no es perfección instantánea, sino un desarrollo progresivo. Ser como Cristo. Todavía nos falta mucho para ser como El. La vida es ir creciendo. Aquél que comenzó la buena obra la irá completando.

 

B) CAMINANDO EN SANTIDAD.

Los pecados podemos esconderlos, cargarlos, olvidarlos, justificarlos, etc… Nosotros decimos confesarlos a Dios. Pero El quiere que además, renunciemos, nos apartemos, nos arrepintamos. Por eso, dice el pasaje de proverbios: “El que encubre su pecado no prosperará mas el que los confiesa y se aparta, ese alcanzará misericordia”. La confesión de su pecado debe ser nombre por nombre, debe confesarlo en voz alta y a Cristo. Yo lo confieso y lo reconozco, porque El es fiel y justo para perdonarme, (1 Juan 1:9). Pero me aparto, me arrepiento, eso es renunciar. Por eso, confesarlo a un hermano espiritual, es señal también, de que hemos renunciado. NO HAY NADA OCULTO QUE NO SALGA A LA LUZ.

 

Los corintios tenían dones, tenían una linda iglesia, gente de dinero y gente pobre, tenían muchas reuniones, pero no pasaba nada en sus vidas, porque había pecado. Cuando en la iglesia hay un creyente que está en pecado se separa la unidad del cuerpo. La carne debe ser crucificada. No podemos vivir en santidad, si estamos viviendo en pecado.

¿Qué es la Santidad?

No es portarse bien.

No es ser recto y honesto.

No es no decir malas palabras o no cometer grandes pecados.

No es tener un profundo conocimiento de la Biblia.

No es orar bien, o fuertemente.

 

Todo esto es muy loable. Pero santidad es vivir y hacer las cosas que Dios quiere. En otras palabras es obediencia. Vivir y hacer lo que Jesucristo hizo. ¿Esto que voy a hacer lo haría Jesús? ¿Esto lo pensaría Jesús?

No puede haber santidad si no se crucifica la carne. Ser santo es vivir bajo el control del Espíritu Santo. Es una actitud de vida, no porque soy honesto, sino porque mi vida está gobernada por El. Santidad, es una actitud de vida, en las que las 24 horas estoy viviendo consciente de la presencia de Dios, viviendo lo que él quiere. Santidad es reflejar la llenura del Espíritu Santo.

 

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          

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SANIDAD INTERIOR: La puerta del pecado. (20).

mayo 25, 2010 by admin 27 Comments

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VII – LA PUERTA DEL PECADO.

A) LO QUE HACE EL PECADO. El pecado no es un simple conflicto, o un acto que depende de la cultura. No es algo para minimizarlo, ya que Cristo tuvo que morir por él. Jesús vertió su sangre para limpiarnos del pecado. El pecado es cualquier transgresión al carácter santo de Dios. Resulta lo opuesto a la santidad de Dios. El pecado constituye el carácter del enemigo.

Dios permitió el pecado para que el hombre pueda elegir pecar o no. La esencia del pecado es la independencia de Dios. Con cada pecado le estamos diciendo a Dios: “Señor, yo me manejo como quiero; yo soy libre e independiente”. Eso fue lo que le dijeron Adán y Eva.

Venir a Cristo es deponer nuestra voluntad, rendirnos a su señorío y decidir vivir como El quiere, según su carácter. Es como dice Pablo, RENUNCIANDO al carácter oculto del pecado.

¿Cuáles son las consecuencias de “permanecer” en una vida de pecado? Veamos algunas:

1- El pecado destruye la vida espiritual. Esto es así, porque de manera deliberada nos colocamos como mentirosos delante de Dios. 1Jn. 1:6. Andar en tinieblas es vivir en pecado. Podemos engañarnos a nosotros mismos, a nuestros familiares, a nuestras iglesias, pero no a Dios. El mira lo profundo del corazón. Si hay pecado en tu corazón que no confesaste, Dios te ve como un mentiroso.

2- Perdemos la comunión con los hermanos. Muchas personas viven peleando. Algunas han tenido problemas en las iglesias, hay personas que no pueden llevarse bien con nadie. Cuidado, si hay un ambiente de discusión constante y peleas, seguro que hay pecado. Cuando hay pecado, no hay comunión entre los hermanos. Empiezan los roces y las peleas, para ocultar el pecado.

3- Perdemos la vivencia del amor de Dios. Podemos sentirnos lejos del amor de Dios (que no valemos, que no servimos). Mucha gente dice: “No siento que Dios me ame, no siento que Dios se interese por mí”. ¿Será que habrá pecado sin confesar?.

Cuando amamos al mundo, es decir, la forma de pensar de esta sociedad, los deseos de este mundo o el orgullo, entonces, perdemos la experiencia gratificante del amor de Dios. Si estás con un pie del otro lado no te asombres si no hay vivencia del amor de Dios. Sin embargo, está accesible la promesa de que quién ama a Dios “permanece en El”.

4- Se produce una atadura espiritual. Dice 1 Juan 3:8-10:

“El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él, y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios”.

B) LISTADO DE PECADOS.

Cuán fácil nos sería la tarea pastoral si en vez de andar preguntándonos, si esto o aquéllo es pecado, fuésemos al Nuevo Testamento y leyésemos las listas CLARAS de lo que es pecado. Miremos algunas de estas listas y analicemos, brevemente, dichos pecados. Dice 1 Corintios 6:9-11:

“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo, y por el Espíritu de nuestro Dios”.

Fornicarios: La palabra “pornia” se refiere a la inmoralidad sexual. Dios es dueño de la sexualidad; el quiere que vivamos honrándolo. Las relaciones prematrimoniales no están aceptadas ante los ojos de Dios. Son pecado sea cual sea la situación. El apóstol Pablo le dice a Timoteo que huya de la fornicación.

El 90% de las parejas cristianas tienen relaciones prematrimoniales. Nos consta, por muchos factores. Al hablar de sexualidad muchas parejas nos confiesan que mantenían relaciones sexuales prematrimoniales. Años atrás, esto comenzaba mas o menos a los 8 meses, o al año. Algunas parejas no tienen penetración pero si juegos eróticos.

Adulterio (ó infidelidad): Esta es una de las crisis mas devastadoras que las parejas pueden enfrentar.

Hay dos tipos de infidelidades:

1- La ocasional: se da por desgaste de la pareja, por no tener sexo, por frialdad y falta de comunicación, entre otros factores. Se busca afuera el cariño que no se encontró adentro. Muchas mujeres compartieron que lo único que querían era sentirse abrazadas y queridas.

Muchos hombres decían que su mujer era una heladera. Por esto, Pablo dice que el hombre no tiene derecho sobre su cuerpo y la mujer tampoco. Es como si les dijese – en otras palabras – que el pene es de los dos, la vagina es de los dos… en un matrimonio cristiano no existe la propiedad privada.

2- Frecuente o estructural: ocurre por problemas de ataduras espirituales que han crecido en el corazón.

Idolatría: En Corinto estaba el templo de Afrodita, la diosa del amor. La idolatría es adorar algo que no es Dios, es darle a algo en nuestra vida, el lugar y tiempo que solo Dios merece.

Afeminados: La palabra en griego se refiere a los prostitutos homosexuales pasivos, mientras que los que se hechan con varones, son homosexuales activos.

Ladrones, avaros: implica robar y cuando no pagamos nuestras deudas, o tomamos lo ajeno. Amor al dinero.

Maldicientes: se refiere a “decir mal de…” y relacionado con todo tipo de chismes, críticas, descalificaciones, etc.

Borrachos: La palabra es “Mezos” que significa beber sin control. La palabra no está contra la bebida en sí, sino contra el perder el control.

En Romanos 1:18-32, Pablo nos denuncia la corrupción normal del hombre en todas las áreas de la vida a causa de prácticas del pecado y de volver la espalda a Dios.

En su descripción encontramos que el hombre sin Cristo posee alteraciones:

1- En relación con su sexualidad: Puro impulso genital desprovisto de sexualidad. “Impureza”, “Pasiones vergonzosas”. (v.24). Homosexualidad masculina y femenina: “hombres con hombres”. (v.27).

2- En relación con su espiritualidad:

Rechazo a lo espiritual: “No glorificaron a Dios”. (v.21).

Idólatras: “Cambiaron… por una imagen”. (v.23).

Falsificadores espirituales: “Cambiaron la verdad de Dios”. (v.25).

Odio hacia Dios. (v.30).

3- En relación con su propio autoconcepto:

Lleno de glorias y honores: “Altivos”. (v.30).

Orgullosos: “Soberbios”. (v.30).

4- En relación con su comunicación:

Falsos en palabras: “Engaño”. (v.29).

Chismosos y burladores de peleas: “Murmuradores y detractores”. (v.30).

Agresivos e irrespetuosos: “Injuriosos”. (v.30).

Falsos en sus promesas: “Desleales”.(v.30).

5- En relación con la autoridad:

Desobedientes a los padres. (v.30).

Desobedientes a Dios. (v.30).

Incapaces de tener y desear una familia. “SIN AFECTO NATURAL”. (v.30).

6- En relación con su impulsividad descontrolada:

Sin capacidad de hacer lo bueno: Maldad. (v.29).

Asesinatos: Homicidios. (v.29).

Buscan dañar a otros: Inclinación al mal. (v.30).

Sin capacidad de tregua y perdón. (v.31).

Próxima entrega: “Actitudes frente al pecado.” (21).

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SANIDAD INTERIOR: El alcance de las maldiciones. (19).

mayo 10, 2010 by admin 40 Comments

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4- COSAS U OBJETOS MALDITOS.

“Las esculturas de sus dioses (ídolos) quemarás en el fuego; no codiciarás plata ni oro de ellas para tomarlo para ti, para que no tropieces en ello; pues es abominación a Jehová tu Dios, y no traerás cosa abominable (ídolos) a tu casa, para que no seas anatema (cosa maldita); del todo aborrecerás y la abominarás, porque es anatema (cosa maldita)”, Dt. 7:25-26.

Uno se pone bajo maldición cuando toma una cosa maldita (anatema) como posesión propia. La palabra hebrea mas común para “anatema” o “cosa maldita” es “cherem” que literalmente significa “cosa dedicada”.

Un relato clarificador se encuentra en Jos. 6:17-20. Se nos dice que Jaricó y todo cuanto había dentro de sus murallas fueron las primicias de la conquista de Canaán. Todo el botín de la ciudad se dedicó a Dios.

Acán se apoderó de un manto, de alguna cantidad de oro y de plata, cosas dedicadas a Dios. Robó a Dios y lo que tomó le convirtió en una maldición para él, para su familia y para todo el campamento de Israel.

Así es como un objeto que ha sido trabajado en actividades ocultistas, o de hechicerías puede maldecir nuestras vidas y hogares. De la misma manera si tomamos algo que está consagrado a Dios se nos vuelve una maldición. Por ejemplo, si alguien retiene el diezmo, le caerá una maldición de pobreza que no se puede romper.

“¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En que te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. MALDITOS SOIS CON MALDICION, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado”. Mal. 3:8,9.

Además, los objetos de idolatría o de lo oculto que poseamos, nos traerán maldiciones. Dios decretó en su palabra que tales objetos sean destinados a la destrucción.

Hoy en día, hay muchas cosas que se clasifican como “arte” y que tienen demonios asociados con ellas.

El libro de los hechos nos habla de algunas personas recién convertidas que se vieron obligadas a hacer una seria limpieza de sus casas:

“Y muchos de los que habían creído venían confesando y denunciando sus prácticas supersticiosas. Y bastantes que practicaban artes mágicas, llevando sus libros, los quemaban delante de todos. Y calcularon su precio en cincuenta monedas de plata”. Hch. 19:18-19 (N.T. Ecuménico del com. Evangélica de Taizé).

“El arte demoníaco tiene un aire extraño que produce curiosidad, “arte curioso”. Necesitamos tomar conciencia de las cosas de “arte curioso” que tengamos entre nuestras posesiones. Los almacenes o tiendas de curiosidades se especializan en artículos curiosos. Cuando se compró uno de estos objetos, usualmente se obtiene un bono gratis: ¡un espíritu demoníaco!

5- PALABRAS DE MALDICION.

“La muerte y la vida están en el poder de la lengua” Prov. 18:21.Es decir, las palabras tienen poder para bendecir o para maldecir. Jesús dijo a una higuera: “Nunca jamás coma nadie fruto de ti” (Mr. 11:14), y a la mañana siguiente el árbol se había secado de raíz.

Se puede leer también Stg 3:5-6, y 8-10… enfatizando: “Y ELLA MISMA ES INCENDIADA POR EL INFIERNO…”

Debemos considerar:

1) Cuando hablamos mal contra otros. Las malas palabras pueden producir maldiciones, no sólo cuando se dicen con toda maldad, sino también cuando se pronuncian con descuido.

Esta es una de las razones por la que debemos aprender a disciplinar nuestra lengua, por una parte y por la otra, aprender a romper el poder de las palabras que dicen mal de nosotros.

Me preocupa y me entristece bastante, cuando escucho de líderes que enseñan a maldecir a quienes nos maldicen, o que ellos mismos, maldicen a quienes no están de acuerdo con ellos. Jesús enseñó todo lo contrario, notemos cuan claras son sus palabras:

“Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos, BENDECID A LOS QUE OS MALDICEN, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen” Mt. 5:44.

No debemos olvidar que… ¡¡¡SOMOS HIJOS DE BENDICION Y QUE ESTAMOS EN ESTE MUNDO PARA BENDECIR!!!

 

Con demasiada frecuencia las maldiciones de otros se producen dentro de la propia familia. Hay padres que maldicen a sus hijos con sus expresiones.

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Los esposos y las esposas se maldicen unos a otros cuando se critican, se insultan y se condenan, en lugar de mostrarse amor y respeto mutuo. Deberían darse cuenta que han venido a ser “una sola carne”. Decir y hablar mal del cónyuge, es igual a decir y hablar mal de uno mismo.

2) Cuando los demás hablan mal de nosotros.

Supongamos que alguien haya hablado o siga hablando mal de nosotros, mal del que no tenemos conciencia. ¿Somos responsables de salirnos, por así decir en forma rutinaria de todas las maldiciones desconocidas puestas sobre nuestras existencias? Si seguimos esta línea de pensamiento, rápidamente nos volveremos paranoicos; vamos a estar controlados por el temor que otros conspiren en secreto en contra nuestra o que pongan en práctica alguna cosa mala contra nosotros.

El principio básico es este: Nadie nos puede poner una maldición, (un demonio), a menos que haya una puerta abierta en nuestras propias vidas.

Un ejemplo de esto es la incapacidad que tuvo el profeta Balaám para maldecir a Israel, ya que el pueblo estaba caminando en obediencia. Y se tuvo que lamentar diciendo:

“¿Porqué maldeciré yo al que Dios no maldijo? ¿Y cómo he de execrar al que Jehová no ha execrado?” Nm. 23:28.

¡Alabado sea Dios! Todo aquel que sea bendecido por Dios no puede recibir maldiciones mediante los poderes de la hechicería.

Nuestra protección se halla en andar en rectitud ante el Señor.

3) Cuando uno habla mal contra si mismo.

“Te has enlazado en las palabras de tu boca, y has quedado preso en los dichos de tus labios” Prov. 6:2.

La palabra hebrea YAQOSH, que se tradujo “preso” significa, llevar a la ruina o la destrucción, como cuando a las aves se las captura en una red.

Rebeca, la esposa de Isaac, quedó presa en las palabras de su boca. Había conspirado con su hijo Jacob para engañar a Isaac a fin de robar al hijo mayor, Esaú, la bendición del padre. Jacob temía que se descubriera el engaño y el anciano Isaac lo maldijera en lugar de bendecirlo. Por esto Rebeca declaró: “Hijo mío, sea sobre mí tu maldición” Gn. 27:13.

Y resulta que la maldición le vino y en efecto, nunca volvió a ver a su hijo, pues murió prematuramente.

Otro ejemplo, es como el pueblo de Israel se auto-maldijo:

“Se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israél; y dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos!” Nm. 14:2.

Hablaron una maldición contra si mismos, quedaron presos por sus corazones quejosos y por sus palabras murmuradoras. Por medio de ellos, Dios nos advierte hoy:

“Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor. Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos” 1Co.10:10-11.

También por:

a. Votos o juramentos (Mt. 5:34).

b. Pactos con la masonería o fraternidades.

4- MALDICIONES POR BRUJERIA.

Hay dos fuentes espirituales de poder; Dios y satanás. Los siervos del Dios Altísimo usan su autoridad espiritual delegada para bendecir a los demás y para derrotar al mal. Los emisarios de satanás emplean su poder para maldecir, controlar y hacer males. A este poder sobrenatural, maligno y perverso, se le conoce como brujería o hechicería.

La palabra de Dios condena en forma absoluta todas las prácticas de la hechicería y las prohíbe totalmente.

“No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quién practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.

Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas” Dt. 18:10-12.

A los brujos o hechiceros o magos se les condenaba a muerte bajo la ley de Moisés (Lev. 20:27). La palabra de Dios es enfática en condenar a todo cuanto hoy se conoce con el nombre de “las artes negras (mágicas)”.

El obtener control sobre los demás es otro objetivo de la hechicería. El brujo, hechicero o mago, así como quienes les siguen, intentan controlar a los otros y esperan obtener algún provecho sobre sus semejantes o sus compañeros. Este poder es real, pero es el poder de satanás y su fin es la ruina.

La historia de Israél relata como en muchas ocaciones el pueblo daba la espalda a Dios y se volvía a las tinieblas para buscar ayuda. Dios reprendió y juzgó a Israél por confiar en la hechicería:

“Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿consultará a los muertos por los vivos? ¡a la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido. Y pasarán por la tierra fatigados y hambrientos, y acontecerá que teniendo hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios, levantando el rostro en alto” Is. 8:19-21.

En este tiempo la hechicería se ha incrementado y extendido de manera tremenda en nuestra nación y en todas nuestras propias sociedades durante los últimos años. La palabra del Señor establece: “el mundo entero está bajo el maligno” (1Jn 5:19), pues “el dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y satanás, el cual engaña al mundo entero…” Ap. 12:9. Dios dijo que el diablo engañaría al mundo entero, y hemos visto el cumplimiento de esta porción de las escrituras.

Los engaños del diablo se infiltran en el cuerpo de Cristo. La hechicería se disemina en muchas congregaciones locales por medio de las influencias de la Nueva Era. Hay una gran increíble cantidad de cristianos que se han vuelto a poderes distintos de los de Dios, en búsqueda de sanidad, guía y poder.

Los hechiceros emplean encantos, pociones, conocimientos de yerbas y otras diversas y variadas artes mágicas para poner maldiciones sobre las personas. Hay muchos relatos, dignos de todo crédito, de gente que ha sufrido e inclusive ha muerto debido a las maldiciones de la hechicería enviadas en su contra.

Hoy muchísimos cristianos consideran increíble que la hechicería pueda tener tales poderes. Ezequiel profetizó a las mujeres que efectuaban ciertas clases de brujería o vudú.

“¡Ay de aquellas que cosen vendas mágicas para todas las manos, y hacen velos mágicos para la cabeza de toda edad, para cazar las almas! ¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo, para mantener así vuestra propia vida? ¿Y habéis de profanarme entre mi pueblo por puñados de cebada y por pedazos de pan, matando a las personas que no deben morir, y dando vida a las personas que no deben vivir, mintiendo a mi pueblo que escucha la mentira?” Ez. 13:18-19.

CONCLUSION

Gracias a Dios hoy los cristianos sabemos que nuestra autoridad está en Dios. Cada día los cristianos se hacen más sabios en conocer como protegerse de la hechicería y cómo cancelar los poderes de la brujería.

Recordemos, que debemos colocarnos toda la armadura de Dios, según nos la describe Pablo en Efesios capitulo 6. La armadura total y completa de Dios, es nuestra defensa , pero también, cada una de sus partes son armas poderosas y certeras tanto para un ataque efectivo, como también para una buena defensa.

Un soldado valiente de la cruz no se deja amilanar por satanás. Conoce sus armas y autoridad. Nunca debemos temblar ante los poderes de la hechicería ni intimidarnos por las amenazas que nos dirija; por el contrario, debemos permanecer firmes en el señor y en la verdad de su palabra, pues el mismo señor Jesucristo nos prometió:

“He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará”. Lc. 10:19.

“Les he dado autoridad para caminar sobre serpientes y escorpiones, y para superar todos los poderes del enemigo; nada les podrá hacer daño”, (NUEVA VERSION INTERNACIONAL).

 

 

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SANIDAD INTERIOR: Maldiciones por pecados personales. (Pte 18).

abril 22, 2010 by admin 17 Comments

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A) CARACTERISTICAS: (Continuación…)

 

3- Maldiciones por pecados personales.

 

Estas son las que entran por la puerta del pecado, según Dt. 27:26: “Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas…”

El pecado es la desobediencia a los mandamientos de Dios. A los ojos de Dios, la obediencia parcial es desobediencia. Un ejemplo de esto lo encontramos en el rey Saúl. Dios ordenó a Saúl que destruyera a los amalecitas, quienes habían atacado a los israelitas al salir del desierto para entrar a la tierra prometida, Canaán. Dios había pronunciado un juicio de maldición sobre los amalecitas: “…Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué que raeré del todo la memoria de Amalec de debajo del cielo”, Ex. 17:14.

Años mas tarde, el juicio sobre amalec estaba listo para hacerse efectivo, y Dios ordenó a Saúl destruir a los amalecitas, (1Sam. 15). Sin embargo, Saúl perdonó al rey Agag y a lo mejor de su hacienda.

 

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La obediencia parcial de Saúl se juzgó como rebelión – incluso, se igualo al pecado de la hechicería o adivinación. Debido a esa desobediencia Dios quitó a Saúl de su reinado.

El fracaso, la falla, el rehusarse a obedecer los mandamientos de Dios, siempre trae maldiciones del pecado, por eso es sabiduría andar en los mandamientos de Dios.

 

La palabra de Dios, enumera muchos pecados cuyas consecuencias son maldiciones, por ejemplo:

1- Idolatría (hacer o adorar ídolos). Dt. 27:15; Ex. 20:5.

2- No honrar a los padres. Dt. 27:16.

3- Defraudar al prójimo. Dt. 27:17.

4- Crueldad contra una persona inválida. Dt. 27:17.

5- Oprimir a los indefensos. Dt. 27:19.

6- Fornicación. Dt. 22:21-29.

7- Incesto. Es decir, relaciones sexuales con la hermana, la suegra, o la mujer del padre.

8- Relaciones sexuales con cualquier animal. Dt.27:21.

9- Adulterio. Núm.5:27; Lev. 20:10; Dt. 22:22-27; Job 24:15-18.

10- Relaciones homosexuales. Gn. 19:13, 24, 25; Lv. 20:13.

11- Relaciones sexuales durante la menstruación. Lv. 20:14.

12- Desposar a una mujer y a su madre. Lv. 20:14.

13- Rapto. Dt. 22:25.

14- Hijos concebidos fuera del matrimonio. Dt.23:2.

15- Poseer o tener objetos malditos. Dt.7:25-26.

16- Toda práctica de ocultismo, (adivinación, hechicería, conjuros o ensalmos, brujería, consultar un médium, consultar a los muertos). Lv. 20:6, 27; Dt. 18:9-13.

17- Asesinato. Dt. 27:24.

18- Asesinar por dinero, (sicarios, esto incluye los que reciben dinero por hacer abortos). Dt. 27:25.

19- Abandonar a Dios. Dt. 28:20.

20- No servir al Señor con gozo y alegría en la época de prosperidad. Dt. 28:46.

21- No reverenciar el Nombre de Dios. Dt. 28:58.

22- Presumir al pensar que uno puede ignorar la palabra de Dios y seguir su propio camino. Dt. 29:19.

23- Maldecir o maltratar a la simiente de Abraham. Gn. 12:3; 27:29; Nm. 24:9.

24- Rehusarse a colaborar en la lucha de Dios. Jue. 5:23; Jer. 48:10b.

25- No dar la gloria a Dios. Mal.2:2.

26- Robar a Dios en los diezmos y ofrendas. Hag. 1:6-9; Mal. 3:9.

27- Descuidar la obra del Señor. Jer. 48:10a.

28- Desviar a otros del camino del Señor y llevarlos a religiones falsas. Dt. 13:18-21.

29- Quitar o agregar a la palabra de Dios. Ap. 22:18-19.

30- Enseñar a ser rebeldes contra el Señor. Jer. 28:16,17.

31- Rehusarse a advertir a quienes pecan. Ez. 3:18-21.

32- Respetar el dia de reposo. Ex. 31:14; Núm. 15:32-36.

33- Pervertir o cambiar el evangelio de Cristo. Gál. 1:8,9.

34- Maldecir a los propios gobernantes. Ex. 22:28; 1Re. 2:8,9.

35- Rehusarse a perdonar a los demás después de pedir a Dios que nos perdone. Mt.18:34,35.

36- Sacrificar niños (por ej. abortos). Lev. 18:21; Dt. 18:10.

37- Desobedecer cualquier mandamiento de Dios. Dt. 11:28; 27:26.

 

LA OTRA MANERA es comparar nuestra vida actual, con las bendiciones que Dios ha prometido para quienes le aman – y que están enumeradas en Dt. 28:1-14.

 

¿Nos ha puesto Dios arriba y prestamos a muchos, sin tener que pedir prestado? ¿Sómos cabeza y no cola? ¿Se caracteriza nuestra vida por ser fructífera? ¿Tenemos prosperidad en nuestro entrar y en nuestro salir? ¿Estamos libres de molestias y ataques de nuestros enemigos, tanto físicos como espirituales? ¿Hay éxito en nuestras vidas? ¿Nuestra relación con Dios es gratificante? ¿Reconocemos y cumplimos sus propósitos?

Estas son las señales de una existencia bendecida. Si no se está gozando de bendición, entonces se está sufriendo de maldición, no hay términos medios.

 

También para saber si las maldiciones están en acción, podemos buscar sus efectos. Los mas comunes son pobreza, esterilidad, enfermedades, dolencias crónicas, fracasos, derrotas, humillaciones, alteraciones mentales, tormentos, traumas constantes, obstáculos espirituales, dominio por parte de los demás y abandono tanto de Dios como de quienes nos rodean. Dt. 28:20-68.

 

Cómo alguien dijo que “un ejemplo habla mas que mil palabras”, les comparto uno narrado por Frank Hammond en su libro “Rompiendo las maldiciones”, el nos dice: “Los líderes de una iglesia que nos habían invitado trajeron un hombre para que le ayudásemos. Estaba enfermo mentalmente. Se encontraba en esta condición por mas de diez años, y era incapaz de sostener a su esposa y tres hijos. La carga era muy pesada para la familia. Por medio de “una palabra de conocimiento”, supimos que el problema mental de este hombre se debía a una maldición por un pecado. Había cometido alguna clase de pecado por la que llevaba una pesada culpa, y la culpa le había vuelto loco por completo.

Confrontamos a este hombre con la “palabra de conocimiento”, pero estaba muy avergonzado para decirnos lo que había hecho. Después de mucha persuasión amorosa, por último, nos confió que de muchacho se había levantado en una finca y allí cometió el pecado de bestialidad con varios animales.

Estaba convencido que ese pecado era imperdonable, y que era inútil confesárselo a Dios. Por medio del intérprete le hicimos saber que Dios le iba a perdonar si se arrepentía y pedía perdón a Dios. Le guiamos en una oración de confesión, y echamos fuera los demonios de las maldiciones.

 

Al dia siguiente, la esposa supo que estaba perfectamente liberado. Dijo: “Es como un pájaro fuera de su jaula. No se da cuenta que es libre”.

Meses mas tarde recibimos una carta de aquél hombre. Ya no estaba mentalmente enfermo había regresado al trabajo poco después de haber orado por él.

Y dos años depués, regresamos a ese país. Cuando el hombre que había sido liberado de la maldición de la enfermedad mental, (consecuencia del pecado de bestialidad), supo que estábamos allí, nos invitó a su casa para ofrecernos una comida como manifestación de gratitud. Celebramos su liberación con la familia y los amigos y dimos toda la alabanza a Jesús nuestro libertador.”

 

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SANIDAD INTERIOR: Las maldiciones generacionales.(Pte 17).

abril 7, 2010 by admin 33 Comments

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3- LAS MALDICIONES GENERACIONALES.

Pasemos ahora a tratar, la relación directa, que estas prácticas tienen con las maldiciones generacionales y que afectan a familias enteras, como también a individuos que sinceramente buscan hacer la voluntad de Dios.

A cuantos cristianos sinceros conocemos que asisten regularmente a la iglesia y se esfuerzan con todo su corazón por vivir en santidad… y sin embargo sus esfuerzos parecen condenados al fracaso, vez tras vez. Nada parece salirles bien.

O por ejemplo, escuchar algo como esto: “mi vida marchaba muy bien hasta que acepté a Jesucristo… ¡luego todo lo malo que podía pasarme, me pasó!”.

Sí, es cierto, puede estarle pasando a usted hoy. Múchos no pueden comprender que es lo que está pasando.

También están los cristianos que batallan año tras año con toda clase de enfermedades y accidentes catastróficos.

Familias atormentadas por problemas tales como enfermedades mentales, suicidios, alcoholismo, enfermades físicas, divorcios, incestos y pobreza.

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Esto afecta tanto a personas como también a iglesias, que batallan por años, no pueden crecer o se dividen constantemente y hasta algunas … se cierran!!

Todo esto se debe a maldiciones que por ignorancia no han sido quebrantadas.

Definición: maldición, es una imprecación que se dirige contra una persona o cosa, manifestando enojo y aversión hacia ella, y muy particularmente con el deseo de que le venga algún daño.

Maldecir: hechar maldiciones sobre una persona.

El propósito es causarle mal y ruina y ha veces hasta la muerte.

La ignorancia no es una bendición: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conomiento”. Oséas 4:6

La palabra “maldición”, en sus diversas formas, se encuentra mas de 230 veces en la Biblia. En hebreo hay seis palabras diferentes y en griego hay tres palabras distintas que se traducen como “maldición”. Dando a conocer diversos aspectos de la maldición. Sin duda que cualquier tema de la Biblia que tenga un énfasis tan extenso merece nuestra atención.

Además, es obvio, que en muchas personas escacean las bendiciones de Dios en sus vidas, como explicábamos anteriormente.

La ausencia de la bendición de Dios es prueba de una maldición. Somos malditos o bendecidos: no hay términos medios.

Debemos determinar el “si” y el “por qué” estamos bajo una maldición y estar seguros de lo que debemos hacer para echar atrás esa condición.

DIOS, EN NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, NOS HA DADO GRANDES PROVISIONES PARA PASAR DE LA MALDICION A LA BENDICION.

A) CARACTERISTICAS:

1- Son reales: La Biblia afirma su realidad cuando Dios mismo dice que El: “…visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación”. Exodo 34:7

Y como los israelitas veían que estas maldiciones pasaban a sus desdendientes, inventaron este dicho: “… Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera”. Ezequiel 18:2

En otras palabras, los hijos sufrían por los pecados de sus padres. Las maldiciones generacionales impuestas por Dios, eran verdaderas. Hay muchos relatos bíblicos que nos muestran la realidad de las maldiciones y no podríamos detenernos en todos.

2- Maldiciones generacionales:

“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, PARA QUE VIVAS TU Y TU DESCENDENCIA”. Dt. 30:19

Cuando el hombre escoge andar en obediencia con Dios, se le aseguran las bendiciones de Dios sobre su vida; y estas bendiciones pasarán a sus hijos y a los hijos. No así, cuando el hombre elige ignorar los mandamientos de Dios, o en forma abierta se rebela contra las leyes de Dios, será maldito al igual que su descendencia.

“No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que este arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que VISITO LA MALDAD DE LOS PADRES SOBRE LOS HIJOS HASTA LA TERCERA Y CUARTA GENERACION DE LOS QUE ME ABORRECEN, Y HAGO MISERICORDIA A MILLARES, A LOS QUE ME AMAN Y GUARDAN MIS MANDAMIENTOS”. Exodo 20:4-6

Dios se comunicó en el Sinaí y le dio los diez mandamientos. En ellos, Dios prohibió la idolatría bajo la pena de una maldición que iba a pasar hasta la “… tercera y cuarta generación”, (Ex. 34:7). Supongamos que un hombre comete el pecado de idolatría (que incluye lo oculto). Además, supongamos también, que él y cada uno de sus descendientes por cuatro generaciones tienen tres hijos cada uno. Esto eleva la cantidad hasta cuarenta descendientes que estarán bajo la maldición puesta por la iniquidad de un antecesor.

Si regresamos al árbol genealógico, cada uno de nosotros tiene dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos y dieciseis tatarabuelos – es decir, un total de treinta antepasados de los cuales posiblemente, se derivan las maldiciones. Al buscar la causa de las maldiciones con esta luz, es fácil ver que una persona puede perfectamente sufrir toda clase de maldiciones debido a pecados de sus antecesores.

La Santa Biblia en la segunda parte del capítulo 28 de Deuteronomio, enumera varios efectos comunes como consecuencias de las maldiciones, que por otra parte, siempre están ligados a la desobediencia, ellos son:

1- Pobreza o insuficiencia financiera completa.

2- Esterilidad e impotencia, así como abortos y otras complicaciones en el área de la reproducción.

3- Fracasos en planes y proyectos.

4- Enfermades y dolencias, sobre todo afecciones crónicas y hereditarias.

5- Muertes prematuras y muertes por causas no naturales.

6- Vidas con traumas, siempre se va de una crisis a otra.

7- Quebrantos mentales y emocionales.

8- Ruptura de las relaciones familiares e inclusive divorcios.

9- Obstáculos espirituales para oír la voz de Dios, percibir la presencia del Señor, comprender la Biblia, concentrarse en la oración y la ausencia de dones espirituales.

Ya dijimos anteriormente, acerca del dícho que los judíos habían inventado. Sin embargo, Dios declaró que llegaría el tiempo cuando este dícho iba a dejar de ser apropiado. Su pueblo iba a entrar bajo un “pacto nuevo”. Dios mismo escribiría su ley en “sus corazones”, y todo hombre sería directamente responsable de sus propios pecados, (Jer. 31:29-33). Este nuevo pacto es la gracia provista por nuestro Señor Jesucristo, cuando vertió su sangre preciosa a favor de la humanidad.

La gracia no significa que una maldición ya no vuelve a pasar a las generaciones siguientes. Significa que por medio de la muerte redentora de Jesús, Dios ha provisto un remedio para la maldición.

“Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado de un madero)”. Gál. 3:13. Cualquier persona que tenga evidencias de maldicones generacionales que obren en su vida. Debe apropiarse de las provisiones de la cruz. Debe confesar sus propios pecados y los pecados (conocidos y desconocidos) de sus progenitores y antepasados. Los efectos de las maldicones no son otra cosa que parte de las obras del diablo que Jesús vino a destruir, (1 Juan 3:8). Los demonios han perpetuado maldiciones que ahora se pueden echar fuera y cancelar. ¡Se les debe ordenar salir en el Nombre de Jesús!

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SANIDAD INTERIOR: Conflictos en el área de la personalidad. (Pte 16).

marzo 23, 2010 by admin 17 Comments

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2- LA CARNE Y EL PECADO. EL MUNDO Y SATANÁS.

Debido a la fuerte influencia de la antropologia griega separatista, que por siglos influyó en la cristiandad, siempre creíamos, que la guerra espiritual que vivía el cristiano era por áreas separadas. Sin embargo, la enseñanza bíblica nos demuestra que este conflicto es uno en forma tridimensional, es decir:

El mal interno: la carne (naturaleza caída o pecadora).

El mal social: el mundo ( o sistema de vida).

El mal espiritual: satanás (fuerzas espirituales de maldad).

Los tres interactúan. Los demonios se manifiestan en el pecado, en la carne y estan detrás de las tentaciones prontos para tomar control y dominio del cristiano. Cuando una de estas tres fuentes aparece como predominante, llama a las otras. Así es como muchas veces no podemos separar los conflictos psicológicos de los espirituales (en otras si podemos), en la mayoría de los casos el conflicto espiritual proviene de las tres fuentes juntas.

Satanás y sus demonios están en guerra contra todo creyente que desee vivir en el Espíritu.

Dice en Hechos 26:17,18:

“…librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de satanás a Dios; para que reciban, por la fe en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados”. TODAS las personas que no están en el reino del amado hijo están bajo el “príncipe de la potestad del aire” Ef. 2:2; HABITAN EN EL REINO DE SATANÁS (Col. 1:12-14), atados por él (Hch. 26:18). Al no haber nacido en el espíritu, son hijos del diablo (1 Jn. 3:3-10), cegados a la verdad del evangelio (2 Co. 4:3,4), bajo su poder (1 Jn. 5:19), siendo su propiedad (Mt. 12:22-29), esclavizados por su control (1 Jn. 5:19).

a) ¿Cómo trabajan los espíritus inmundos?

Muchas veces, escuchamos en oraciones, o consejeria algunos terminos, que hasta pueden parecer extraños, pero que son reales y que se refieren a algúnas prácticas muy extendidas en el mundo de las tinieblas.

Por ejemplo cuando hablamos de Umbanda, estamos haciendo referencia a un sincretismo de la mitología africana, de la mitología indígena brasilera, del espiritismo y del catolicismo. En umbanda, los demonios son adorados, incorporados y agradecidos como verdaderos dioses, como verdaderos santos, los dioses son llamados “orixás”. También llaman a los espíritus desencarnados o espíritus menores que son los “caboclos”, “pretos velhos”, etc.

En Quimbanda los dioses son llamados “exús”, que son adorados y servidos (pero estos son espíritus malos). Los espíritus necesitan los cuerpos para poder expresarse, para tomar los sentidos de los humanos y para poder destruirlos.

Según los espiritistas, el “medium” sirve de intermediario entre el consultante y los espíritus de los muertos. Según ellos, la mediumnidad puede ser mental o física. La mediumnidad mental se da cuando la persona puede ver o escuchar cosas sobrenaturales y la mediumnidad física ocurre cuando la persona se coloca bajo el gobierno de los espíritus de muertos que va a incorporar.

Conociendo ellos que la naturaleza caída del hombre busca el poder y el dominio sobre los demás. Para ganar a sus adeptos – tanto los espiritistas como los de umbanda – les dicen a las personas que deben desarrollar su “don de mediumnidad” ya que son mediums de nacimiento. Les dicen, además, que lo deben hacer para ponerse al servicio de los demás.

Es frecuente que un espíritu inmundo se aloje en el estómago, la garganta o cualquier parte del cuerpo de la persona, y se oculte allí (donde intentará provocar alguna enfermedad, locura, dolores, etc.).

Es interesante que cuando alguna persona tiene alguna perturbación (en la cabeza u otro lugar del cuerpo) y consulta a un pai de umbanda (para recibir un destrabe, un pase o una liberación) los espíritus inmundos se ponen de acuerdo y hacen un contrato; entonces, el espíritu inmundo que está oprimiendo a la persona consultante habla con el espíritu inmundo que tiene el pai para hacer un alto en el dolor ocacionado para irse a otro lugar del cuerpo y allí ocacionar otro dolor (el espíritu de menor jerarquia se somete al de mayor jerarquía demoniaca). Esto tiene como finalidad hacerle creer a la persona que esa consulta con el pai ha servido, y así, “enganchar” a la persona en el rito de Umbanda. Por eso, algunos parecen curados; sin embargo, un análisis mas profundo mostrará que el postrer estado va a ser mucho peor que el primero. Ya sabemos que el diablo intenta, siempre, imitar a Dios; de allí que él ha hecho sus religiones, con sus ritos, en una búsqueda de copiar todo lo que la Biblia enseña, pero ofreciéndoselo a él.

Todos los ritos de Umbanda, Quimbanda, Espiritismo y todas las sectas, no solo engañan doctrinalmente, sino que están sirviendo – directa o indirectamente – al príncipe de este mundo que es satanás. Otro ejemplo típico, es el de la persona que sufre un desengaño amoroso, pierde su trabajo, o tiene una enfermedad; entonces, recurre a un pai de Umbanda o una mai de los santos para ser sanada o encontrar paz en su corazón. Lo primero que le hacen es una “limpieza” para retirar los malos espíritus y para poder recibir a los buenos espíritus o a los “oriyás!. Allí mismo, le dicen a esta persona que es un/a medium de nacimiento, o que posee un alma especial que debe desarrollar para poder bendecir a otros.

Así, sin darse cuenta la persona comienza a servir a los mismos demonios del infierno. Lentamente, los espíritus inmundos comienzan a oprimir a la persona, para luego, entrar a su cuerpo y así aumentar y multiplicar sus sufrimientos. La forma más profunda de involucrarse en el rito de la Umbanda es l realización del pacto de sangre a través de animales como puercos, gallinas, cabras, etc.

Algunas personas, recurren al espiritismo con la esperanza de volver a hablar con el familiar fallecido. Cuando toman contacto con la medium – llenos de alegría – creen que están hablando con ese familiar (ese hijo o ese padre muerto) sin darse cuenta de que están hablando con un espíritu engañador que está morando en la persona del medium.

Así, en este proceso, sus seguidores comienzan a engañarlos con las doctrinas del diablo. Algunos necesitan alguna demostración de poder para que puedan ser convencidos, asi que los demonios comienzan a adivinar, a arriesgar pronósticos sobre sus consultantes y a acertar en muchas de las cosas que dícen (especialmente, las que tienen que ver con el pasado de la persona; las relacionadas con el futuro son presupuestos, entonces arriesgan, para poder seguir engañándola).

Es de relevancia recalcar que en nuestra sociedad moderna, hay muchas prácticas que se aceptan como “inofensivas o de moda”. Por ello es importante que cada persona identifique una por una las prácticas e incursiones que haya tenido directa o indirectamente en el ocultismo.

Aquí no valen las excusas tales como “lo hice por hacerlo y sin creer mucho en eso” o “porque fuí con un amigo” o “buscando a Dios” etc.

Es importante anotar una por una las prácticas que hayas realizado para poder arrepentirte y renunciar específicamente a ellas.

Aquí mencionamos una lista que puede ayudarte:

Curanderismo: mal de ojo, empacho, dolor de muelas, quemaduras, pata de cabra, verrugas, culebrillas (herpes zoster), y otros.

Tirada de cartas.

Astrología.

Viajes Astrales.Adivinación: (cartomancia, quiromancia).

Grafologia.

Parapsicólogos – prácticas o juegos parapsicológicos.

Percepción extrasensorial, hipnosis, clarividencia.

Magia blanca, negra, roja o amarilla.

Contacto angelical.

Llamado de fuerzas espirituales.

Espiritismo.

Juego con la tabla ouija (o juego de la copa).

Tarot. Carta natal o zodiacal.

Conjuros, oraciones, encantamientos. Procesiones.

Promesas a algún santo.

Promesas o pactos (confirmación, bautismos, etc.)

Lectura o encuentros con ovnis.

Meditación trascendental.

Incorporación de espíritus. Control mental.

Orientalismo. Yoga.

Medicina y psicología de la “nueva era”.

Terapia de vidas pasadas.

Por otra parte si queremos identificar los grupos donde se realizan, estos estarán siempre involucrados en lo sectario, como por ejemplo:

Testigos de Jehová, espiritismo, umbanda, macumba, vudú, mormones, ciencia cristiana, masoneria, catolicismo, nueva apostólica, orientalismo y muchos otros.

Veámos ahora, como pueden las personas, obrar erróneamente para abrirle puertas a los demonios en sus vidas:

1- Por consultar sobre alguna dolencia.

2- Por haber participado directa o indirectamente, en estos terrenos.

3- Por “trabajos”.

4- Por estar en contacto cercano con personas que practican el espiritismo o la umbanda. Pueden entrar por herencia; hay personas que nunca frecuentaron estos ambientes y sin embargo desde su nacimiento sufren opresión demoníaca. A estos espíritus se los llama “espíritus familiares” por que estuvieron en familiares (como abuelos o padres) y continúan oprimiendo toda la descendencia, aún por varias generaciones, como veremos mas adelante.

5- Por tener relaciones sexuales con personas involucradas en ocultismo. Podriamos citar el caso de una jóven mujer que estaba profundamente enamorada de un jóven que no le correspondía, así que fue a un pai de umbanda a realizar un trabajo. El pai le pidió que, a modo de rito, tuviera relaciones sexuales con él. Ella aceptó esto pensando que, así, iba a conseguir al jóven. Sin embargo, lo que no consideró fue que el espíritu inmundo, ademas de darle al muchacho, tambien la acompañaria toda su vida, y terminó por destruir su pareja. Ningún demonio, por mas bueno que parezca, tiene algo de bueno, ellos han venido para engañar, traicionar y mentir.

Gracias a Dios, recordemos mientras avanzamos en este estudio, que nadie tiene que estar oprimido por estos enemigos. No exíste ningún demonio que se pueda resistir a la orden dada en el nombre de Jesús. Todo espíritu inmundo se sujeta a la orden dada en su nombre, ya que él quitó todo poder y dominio a todo principado y potestad del diablo. ¡Gloria sea al nombre de Jesucristo el Señor!

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SANIDAD INTERIOR: La práctica del ocultismo y sus consecuencias (pte 15)

marzo 4, 2010 by admin 22 Comments

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VI – LA PRACTICA DEL OCULTISMO Y SUS CONSECUENCIAS.

 

INTRODUCCION:

Trataremos aquí, de presentar la nociones básicas que nos permitan distinguir claramente la realidad espiritual que nos rodea. Es decir, la tremenda lucha entre la luz y las tinieblas, la primera, representada por Jesús para salvar a las almas de los hombres, y la segunda, por Satanás que tiene como fin su destrucción.

 

Por esta causa, Jesús comisionó a sus discípulos con AUTORIDAD EN SU NOMBRE, para ejercer un ministerio de sanidad y liberación de las fuerzas que las tinieblas ejercen sobre los hombres. Leamos algunos ejemplos: “Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir”.

“En cualquier ciudad donde entréis… sanad a los enfermos que en ella haya…” (Lc. 10:1, 8, 9).

“Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aún los demonios se nos sujetan en tu nombre.

Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, (dos símbolos bíblicos), y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.

Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”. (Lc. 10:17-20). El último verso hace bien claro el hecho, de que el ser salvos, es una causa MAYOR para el regocijo, que hechar fuera demonios en el nombre de Jesús. El objetivo principal de nuestro ministerio no es hechar fuera demonios, sino predicar el evangelio a los perdidos.

 

Ahora, a fin de predicar el evangelio de una manera que las personas respondan y sean salvas, tenemos que trabajar en el poder y demostración del Espíritu, (1 Cor. 2:4). Es vital que tengamos autoridad sobre los demonios de satanás, y que pongamos tal autoridad en práctica.

 

Dos grandes poderes están envueltos en una lucha de vida o muerte, por los seres humanos. Pedro y Juan describieron esto de la siguiente manera:

“… velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”. (1 Ped. 5:8).

“Para esto apareció e Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”. (1 Juan 3:8). Jesús nos llama a unirnos en su obra de destrucción de las obras del diablo.

Nos será de ayuda informativa el describir brevemente al diablo y sus demonios.

 

A) ¿QUIEN ES SATANAS?

Satanás es el dios de este mundo, (2 Cor. 4:4). El era príncipe de naciones, (Mt. 4:8,9). El es el autor de todas las miserias y problemas, de todas nuestras enfermades y dolores, y de la misma muerte. Es rey y comandante de todos los espíritus demoniacos. El reina sobre todos los ejércitos de las tinieblas y del infierno. Su principal deseo y maquinación es destruir las vidas humanas; por consiguiente, se complace en causar dolor al corazón de Dios, nuestro Padre celestial.

 

Podemos entender mejor quién es por los nombres que la Biblia le da:

1- El diablo: en Mt. 13:19, es llamado “el malo”. En el vr. 39, es llamado “el enemigo” y “el diablo”. La terminología diablo significa “acusador”, “difamador” o “calumniador”.

2- El acusador: en Ap. 12:10, es llamado “acusador de nuestros hermanos”.

3- El adversario: en 1 Ped. 5:8, es llamado “el adversario”, y es comparado con “un león rugiente”, quien anda alrededor buscando a quien devorar”.

4- El dragón: Ap. 20:2, es descrito por un grupo de nombres tan repugnantes que causa disgusto mencionarlos: “el dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y satanás”.

5- El padre de mentiras: en Juan 8:44, es llamado por Jesús “homicida, mentiroso, y padre de mentiras”.

6- El tentador: en Mt. 4:3.

7- El príncipe de los demonios: en Mt. 12:24.

8- El príncipe de la postestad del aire: en Ef. 2:2.

9- El príncipe de este mundo: en Jn. 14:30.

10- El engañador: en 2 Cor. 11:3, es llamado “la serpiente con su astucia engañó a Eva” (o sea engañador).

 

B) ¿QUE SON DEMONIOS?

Algunos dicen que los demonios no exísten, que el título es meramente una figura poética del lenguaje, pero eso no es cierto. La Biblia es tan clara y denfinida en sus enseñanzas concernientes a los demonios, como lo es en relación a los ángeles. Ambos son reales hoy. Ambos deben ser estudiados bíblicamente y entendidos en el contexto general de toda la Biblia.

 

Los demonios son seres espirituales caídos, malvados, aborrecibles y destructivos. Son personalidades, de la misma manera en que los espíritus humanos son personalidades. Los demonios son espíritus sin cuerpos físicos donde puedan morar. Nosotros somos espíritus con cuerpos. Nuestros espíritus vinieron de Dios. Los espíritus de los demonios sirven a Satanás y son enviados de su parte.

 

1- Pertenecen al diablo.

Los demonios pertenecen a satanás, quien es el gobernador de los demonios. Jesús habla de ellos como sigue: “… el diablo y sus ángeles” (Mt. 25:41). La terminología griega “Diabolos” (diablo), significa “acusador” o “calumniador”. Es siempre usado en el singular en el Nuevo Testamento.

Las palabras “daimon y daimonion” son usadas tanto en singular como en plural, y no son intercambiables con la terminología de “diabolos”, siendo que sólo existe un “diabolos”, el diablo, pero existen muchos “daimonion o daimon”, demonios.

 

2- Son ángeles caídos.

Los demonios son ángeles caídos, “que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada” (Jud. 6). Cuando fueron creados al principio, eran criaturas perfectas, pero recibieron la libertad para escoger entre el bien y el mal. Los demonios son ángeles que escogieron desobedecer a Dios y hacer la voluntad de satanás.

 

a) Algunos están en prisión. Primero, están los que pecaron y están al presente en “prisiones de oscuridad” (2 Ped. 2:4), esperando por el juicio de los ángeles (1 Cor. 6:3).

b) Algunos están libres. Segundo, están los que cayeron, y a quienes Dios les ha permitido continuar sierviendo a satanás y a su reino. La razón para esto es uno de los secretos de Dios (Dt. 29:29). Satanás no es omnipresente (no puede estar en todas partes al mismo tiempo, como Dios; debido a su limitación de ser un ser creado); no obstante, tiene una multitud de demonios o espíritus que hacen su voluntad con tanta presición que parece estar presente en todas partes.

 

Lo visto hasta aquí, nos es útil para conocer a nuestro enemigo e inclusive saber que el esta organizado como un ejercito, por regiones y áreas de autoridad, según Efesios 6:12: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra postestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”. Esto describe de un modo muy categórico la realidad y la naturaleza de nuestra batalla espiritual.

 

DIOS QUIERE EN ESTE ENCUENTRO LIBERARNOS DE TODA ATADURA ESPIRITUAL DE MALDAD, que a través de puertas abiertas ya sea por el pecado, herencia o prácticas ocultistas, hayan dado derecho legal a los demonios sobre nuestras vidas para atormentarnos.

AL PUNTO QUE ESTEMOS LISTOS PARA “VESTIRNOS DE TODA LA ARMADURA DE DIOS”, muchos guerreros se van a levantar hoy, para conquistar la tierra que Dios nos ha prometido a nivel personal, familiar y en nuestras iglesias.

 

Por eso debemos estar orando, ya que el enemigo va a tratar de distraernos, o que nos sintamos mal, o con molestias físicas, cansancio, etc…. para que te retires antes… en fin sintomas mentirosos, para que no recibas la sanidad y liberación completa que Dios tiene para ti. Si es necesario pide oración a cualquier líder o colaborador, para que te fortalézcas y estés firme hasta el final.

 

C) ¿QUE NOS DICE DIOS RESPECTO A ESTO COMO SUS HIJOS?

 

1- Nosotros tenemos la armadura de Dios.

A veces el enemigo trata de hacernos sentir miedo… pero la realidad es que él no tiene poder sobre nosotros. Hemos recibido toda la armadura de Dios con la cual podemos resistirle. Jesús antes de ascender al Padre, otorgó a cada creyente el derecho de ejercer autoridad en Su Nombre, contra el diablo.

La espada del Espíritu, la cual es la palabra de Dios, esta a nuestra disposición para que la usemos contra satanás.

Nuestros pies están calzados con el evangelio.

El yelmo de salud (salvación) está puesto sobre nuestras cabezas, y el escudo de la fe es nuestra defensa, con el cual podemos apagar todos los dardos de fuego del enemigo (Ef. 6:13-18).

 

2- Tenemos poder sobre el enemigo.

Jesús, nuestro capitán, dice: “He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo” (Lc. 10:19).

“… les dió (Jesús) poder y autoridad sobre todos los demonios…” (Lc.9:1).

“… En mi nombre echarán fuera demonios…” (Mr. 16:17).

 

RECUERDA ENTONCES QUE HOY ES TU DIA, QUE DIOS QUIERE DARTE LO MEJOR. ¡Y QUE NO HAY DEMONIO QUE PUEDA IMPEDIRLO!

 

D) LA PRACTICA DEL OCULTISMO Y LAS MALDICIONES QUE NOS ACARREA.

 

1- ¿Cristianos con demonios?

Este es uno de los temas mas controvertidos en los últimos años, porque de alguna manera acarrea una discusión doctrinal que tiene distintas posturas. Por lo que se refiere a esta exposición, de ninguna manera sentamos doctrina alguna. Ya que enfocamos el tema al área de consejeria, dejando ello para los teólogos y tratados de estudios que profundizen el tema en el tiempo y espacio necesario.

Sin embargo, es importante que sepamos asirnos de las escrituras y también de la experiencia. Pues aunque la Biblia no nos dice abiertamente que un cristiano puede estar demonizado, tampoco nos dice lo contrario. Además algunos textos y la experiencia en consejeria pastoral, nos hacen suponer, con mucha firmeza, que pueden estarlo excepcionalmente y en casos muy puntuales.

 

Si hemos entendido las diferentes áreas que componen al ser humano, entonces concluiremos que EN LAS AREAS DONDE NO HAY RENDICION al Señorio de Cristo, el Espíritu Santo no puede gobernar. Por lo tanto, toda desobediencia -en cualquiera de las áreas de la personalidad- abre una puerta legal para que los demonios opriman y atormenten la vida de un cristiano. Por esa razón el apóstol Pablo nos amonesta a los cristianos: “no deis lugar al diablo” (Efesios 4:27).

 

La palabra griega para “asechanzas” es “metodeia” que significa, método y plan establecido de engaño. ¿Puede un cristiano estar poseído? Claro que sí, en aquéllas áreas en donde se le ha abierto y se habla el mismo lenguaje que satanás. El tiene un interés especial por el cristiano, por el cuerpo de Cristo ya que el hará todo lo posible para destruir y debilitar el ministerio de la iglesia en este mundo. Hay principados que se encargan, directamente, de destrir las iglesias, principados de denominacionalismo, sectarismo, mundanalidad, etc.

 

Muchos víven con la media verdad de que le diablo no puede tocar al creyente, esto es cierto, pero siempre y cuando el creyente viva en santidad y no comience a juguetear con el pecado. (Alguna base bíblica: No caer en condenación o en el lazo del diablo: 1 Tim. 3:6,7; No apartarse en pos de satanás: 1 Ped. 5:8,9; No dejarlo entrar en la vida, cuando se dice que satán entró en la vida de la persona, hay referencia al pecado voluntario, como el de Judas (Lc. 22.3; Jn. 13:27) o Ananías (Hch. 5:3); la palabra “llenar” es “pleroo”, llenar hasta arriba, la misma utilizada en Ef. 4:27. El diablo puede ejercer control total o parcial por el pecado. El enemigo puede morar en el lugar que el creyente le otorgue.

 

Por eso repito, solo en casos puntuales (y según lo aprendido y experimentado, en grandes campañas evangelísticas y consejeria pastoral por mas de treinta años), el cristiano está totalmente poseído. Siempre es una excepción, como lo refieren los textos arriba citados. Lo que si es una realidad mas común, son los cristianos “oprimidos por el diablo” en diferentes áreas de su vida. Pero siempre porque se continúa en desobediencia. Lo importante aquí, es recalcar, que la misericordia de Dios es nueva cada dia. Para todo aquel que se arrepiente de corazón y vuelve al Señor. Luego de un verdadero arrepentimiento, y renuncia al pecado de que se trate, es imposible que un verdadero cristiano no alcance perdón, liberación y Salúd. Así, todo cristiano que ama a su Señor y procura agradarle puede estar seguro.Todo esto lo continuaremos desarrollando en este estudio.

 

“Antes en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquél que nos amó”

Romanos 8:37

 

“Se permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis y os será hecho”

Juan 15:7

 

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