iii) El escenario del nacimiento.
Ya hemos visto y establecido el lugar y la fecha. Datos de importancia para una mayor comprensión, y aquí nos detenemos, para corregir un cuadro falso que acostumbramos ver acerca del nacimiento. Muchos representan al niño Jesús rodeado por sus padres, un grupo de pastores, los tres magos, como también a Simón y Ana.
Sin embargo, un estudio detenido acerca de las circunstancias nos hacer ver que en el momento del nacimiento sólo estaban presentes José y María. Por supuesto que no lo estarían por mucho tiempo.
No muy lejos de allí los pastores que guardaban las vigilias de la noche sobre sus rebaños fueron sorpresivamente visitados por los ángeles.
Es llamativo que ellos fueron los primeros en enterarse. Es que seguramente durante las largas noches de vigilia sus corazones meditaban en las Escrituras y las promesas del Mesías. Sus corazones estaban preparados. No así el de los escribas y fariseos.
Una hueste de ángeles se acercan a ellos cantando y alabando al Señor en lo que hoy se conoce corno el “Gloria in excelsis”.
Enseguida entre asombrados y temerosos, los pastores corrieron al lugar del nacimiento dónde encontraron al niño acunado en el pesebre.
Seguramente compartieron con José y María lo que acababan de presenciar y le que se les había dicho acerca del niño. Y regresaron compartiendo la noticia con todos los que encontraban en el camino (Lc. 2:19,20).
Como judíos estrictos que eran se dedicaron consecuentemente a cumplir con las formalidades de la ley que eran tres:
1- La circuncisión en el octavo día. (Gen. 17:12). Acto éste que se simbolizaba la voluntad de sujetarse a la ley de Dios, como también el cumplimiento del pacto entre Dios y Abraham y su simiente.
2- La presentación en el templo a los treinta días. (Ex. 13:2; Nu. 18:15,16). Dice Lucas 2:22 “para presentarlo al Señor”. Claro que el Padre en los cielos sonreiría con sumo gozo al mirar a ese bebé quien era el mismo Hijos de Dios.
También agrega Lucas en el v.21, que le pusieron por nombre Jesús (Salvador) que era el nombre que le había puesto el ángel. El AT había predicho que vendría un rey grande y maravilloso del linaje de David que gobernaría y bendeciría a todo el mundo.
Mucho antes de su nacimiento se le había llamado el MESÍAS (en hebreo) o el CRISTO (en griego). Ambas palabras son de idéntico significado, es decir, EL UNGIDO; para realizar la gran obra que los profetas habían anunciado.
JESÚS era su nombre personal. El MESIAS o el CRISTO representaban el oficio que desempeñaría en la tierra.
3- La purificación de la madre. Esto solo podía hcerse luego de cumplir los 41 días (Lc. 2:22a) establecidos. Y la ofrenda de dos tórtolos o palominos nos muestra la pobreza de José y María (Lv. 12:8) que no tenían los medios económicos para presentar un cordero (Lc. 2:24).
No podemos continuar sin hacernos una pregunta fundamental: ¿Por qué eligió Cristo vivir en pobreza? San Pablo inspirado por el Espíritu Santo nos dice que Aquel que fue rico se hizo pobre para que nosotros seamos enriquecidos (2Co.8:9) y lo que quiere decir es que él en la cruz echó sobre sí mismo la carga de la pobreza, a que había reducido el diablo a toda la humanidad como consecuencia del pecado – origen de todo mal para el género humano.
¿Qué es la pobreza? Es la carencia de todo lo que el ser humano necesita para su normal desarrollo físico y mental. Por lo tanto la pobreza es una maldición (Lv . 26 :14-43 ; Dt. 28:15-68) como lo son también las enfermedades y la muerte (Gn.3:17-19; Ro.5:12; 6:23) Por ello es que Isaías capítulo 53 afirma que Cristo llevo sobre sí nuestras maldiciones para librarnos de ellas en el momento que decidimos aceptarlo como Señor y Salvador.
La situación de la familia de Jesús cambió poco después con la visita de los magos de oriente. Cuando tuvo que huir a Egipto José con su esposa y el niño recién nacido, la providencia ya le había suplido de los medios necesarios, gracias a los regalos generosos de los tan especiales visitantes.