En la Biblia podemos ver muchos ejemplos de un maestro y sus discípulos: Jesús con los doce, Pablo y Timoteo, Elías y Elíseo: andando y aprendiendo juntos durante algún determinado tiempo; pero siempre llega el día en que tenemos que aprender a caminar solos.
II Reyes 2:12: “Viéndolo Eliseo, clamaba: Padre mío, carro de Israel y su gente a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes”.
No es malo depender de Elías mientras que Dios te lo de, pero recuerda que vendrá el tiempo cuando tendrá que irse, cuando no podrá servirte de guía y conductor porque Dios no quiere que lo sea. Y dices: “No puedo seguir sin Elías.” Dios dice que debes seguir.
v.14 – Solo en tu Jordán. El Jordán es símbolo de separación, donde no hay compañerismo con ningún otro, donde nadie puede tomar la RESPONSABILIDAD que te corresponde a ti. Tienes que poner a prueba ahora lo que aprendiste cuando estabas con Elías. Pero ahora tienes que hacerte frente solo. Es inútil decir que no puedes ir. Esta experiencia ha llegado y tienes que ir. Si quieres saber si Dios es Dios en quien tú tienes fe para creer que realmente lo es, entonces pasa solo tú el Jordán.
v.15 – Solo en tu Jericó. Jericó es el lugar donde has visto a tu Elías hacer grandes cosas. Cuando vienes a tu Jericó sientes una fuerte aversión a tomar la iniciativa a confiar en Dios. Quieres que otro la tome por ti. Si permaneces fiel a lo que aprendiste estando con Elías, recibirás la señal de que Dios está contigo.
v.23 – Solo en tu Bethel. Al llegar a tu Bethel te hallarás al final de tus recursos y al principio de la sabiduría de Dios. Cuando llegues al final de tus recursos y te sientes inclinado a sucumbir al pánico: no lo hagas. Permanece fiel a Dios y El pondrá de manifiesto su verdad en una forma que hará de tu vida un sacramento. Pon en práctica lo que aprendiste al lado de tu Elías; usa su manto y ora. Determínate a confiar en Dios y no busques mas a Elías.
“Nadie puede tomar la RESPONSABILIDAD que te corresponde a ti.”
Teniendo bien claro el concepto de obediencia, Compromiso y responsabilidad, veamos ahora:
SERVICIO: Un siervo de apasionada devoción. Juan 21:17. “¿Me amas? Apacienta mis ovejas. Jesús le dijo: cuida de mis ovejas, ve que sean alimentadas en el conocimiento mío.”
Los cristianos contamos como SERVICIO lo que hacemos con relación a la obra cristiana.
JESÚS llama SERVICIO lo que somos con respecto A El, no lo que hacemos POR El.
Un principio: El discipulado se basa en la devoción a Jesucristo y no en la adhesión a una creencia o credo. “Si alguno viene a mí y no aborrece.. .no puede ser mi discípulo.” No hay discusión y no hay compulsión, sino sencillamente: “Si quieres ser mi discípulo tienes que consagrarte a MI”. Una persona que ha sido tocada por el Espíritu de Dios dice de pronto… AHORA VEO QUIEN ES JESÚS!
Es pues Jesús el origen o la fuente de la devoción.
Hoy día hemos sustituido la FE en un credo, por la fe personal, y esa es la razón por la cual tantos están consagrados a las causas y tan pocos consagrados a Jesucristo.
La gente no quiere consagrase a Jesús sino solamente a la causa que El fundó. Jesucristo es un motivo de onda ofensa para las mentes educadas de hoy en día, que no lo desean de ninguna otra manera sino como camarada.
La primera obediencia de nuestro Señor fue a la voluntad de su Padre, no a las necesidades de los hombres. La salvación de los hombres fue el resultado natural de su obediencia al Padre.
Si soy consagrado tan solo a la causa de la humanidad, pronto me cansaré y llegaré al punto donde mi amor faltará, pero si amo a Jesucristo personal y apasionadamente, puedo servir a la humanidad aunque los honores me traten como a un felpudo para limpiarse los pies.
EL SECRETO DE LA VIDA DEL DISCÍPULO ESTA EN SU DEVOCIÓN A JESUCRISTO Y LA CARACTERÍSTICA DE SU VIDA ES LA HUMILDAD.
Es semejante a un grano de trigo que cae en la tierra y muere, pero luego nacerá y cambiará todo el paisaje. Jn.12:24.
De esta reflexión extraemos dos realidades y un principio.
1) Los cristianos contamos como servicio Lo que hacemos con relación a la obra cristiana.
2) Jesús llama servicio lo que somos respecto a El, no lo que hacemos por El.
Principio: El discipulado se basa en la devoción a Jesucristo y no en la adhesión a una creencia o credo.