“Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla?” Lucas 14:28
Nuestro Señor se refiere no a un gasto que nosotros tenemos que contar, sino a un gasto que El ha contado. El costo fueron esos treinta años en Nazaret, esos tres años de popularidad, escándalo y también odio. La profunda e insondable agonía en Getsemaní y la furiosa embestida del calvario, EL EJE SOBRE EL CUAL TODO EL TIEMPO Y LA ETERNIDAD GIRARON.
Jesucristo contó el costo. Los hombres no han de reírse de El a lo último y decir: “Este hombre empezó a edificar y no pudo acabar.”
Las condiciones del discipulado establecidas por nuestro Señor en los versos 26,27 y 33 de este contexto, significan que los hombres y las mujeres que va a emplear en sus magnas empresas de edificación son aquellos en los cuales El ha hecho todo.
“Si alguno viene a mí y no aborrece… no puede ser mi discípulo.” Nuestro Señor da a entender que los únicos hombres y mujeres que empleará en sus empresas de edificación SON LOS QUE LE AMAN PERSONAL, APASIONADA Y DEVOTAMENTE, mas allá de todo vínculo o parentesco íntimo que tengan aquí en la tierra. Las condiciones son rigurosas pero son gloriosas.
Todo lo que edifiquemos va a ser examinado por Dios. ¿Hallará Dios en su fuego escrutador que hemos edificado sobre el fundamento de Jesús alguna empresa nuestra?
Estos son días de tremendas empresas, días cuando estamos tratando de trabajar para Dios, y es allí donde está el lazo. En el sentido profundo, nunca podremos trabajar para Dios. Jesús nos toma para sus empresas y sus planes de edificación enteramente y ningún alma tiene el derecho de reclamar dónde ha de ser colocado.
¿Estás dispuesto a ir con Cristo? ¿Hasta dónde El desea llevarte? El desea establecerte como los hombres de Babel.
Dios se acuerda DEL AMOR DE TU DESPOSORIO. La lealtad y el amor normalmente no son amasados de golpe: se van desgastando poco a poco dando vueltas como un río antes de llegar al mar ni siquiera nos damos cuenta y llegamos a la indiferencia.
¿Estás ahí? No me había dado cuenta. Y nuestro compromiso de amor se convirtió en COSTUMBRE, en RELIGIÓN, en ACTIVISMO, en ESCAPISMO, en OBRA MUERTA. Dios nos demanda un compromiso de amor: un desposorio, una promesa mutua de contraer matrimonio.
No hay gozo en el alma que ha olvidado lo que Dios aprecia. Dios demanda: “Ámame”. Jesús dice: PERMANECED EN MI AMOR. ¿Cómo? “Amando a Jehová tu Dios, atendiendo su voz, y siguiéndole a El; porque El es vida para ti y prolongación de tus días”. Dt.30:20.
3)RESPONSABILIDAD
Responsabilidad es una obligación moral o jurídica de responder a algo. Es la capacidad de compromiso de una persona para con los problemas que le toca resolver, que ya tiene pactados.
“Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para si.” Ro. 14:7
¿Te has dado cuenta alguna vez de tu responsabilidad espiritual para con las almas delante de Dios? Si en mi vida privada yo me desvío en mis tratos con Dios, todos los que están a mi alrededor tendrán que sufrir. Si un miembro padece, todos los miembros a una se duelen.
Una vez que permitas en tu vida el:
a) egoísmo físico – individualismo ético, amor de si mismo.
b) el descuido mental – pensamientos dispersos, incontrolados.
c) la torpeza moral – malos hábitos y costumbres.
d) la ofuscación espiritual – oscuridad de la razón.
Todos los que pertenecen a tu círculo tienen que sufrir. “Pero”… dirás ¿quién es apto para vivir esta vida si la elevamos a tan alto nivel? Nuestra suficiencia es de Dios y tan solo El puede hacerlo.
“ME SERÉIS TESTIGOS” (Hchs 1:8). ¿Cuántos de nosotros estamos dispuestos a gastar cada átomo de energía nerviosa, mental, moral y espiritual que tenemos a favor de Jesucristo? Eso es lo que significa un TESTIGO en el sentido divino de la palabra.
Esto toma tiempo, por lo tanto se paciente contigo mismo. Dios nos ha dejado sobre la tierra. ¿Para qué? ¿Para ser salvos y santificados solamente?
¡NO – para estar completamente CONSAGRADOS AL SERVICIO de Jesús!.
¿Estoy dispuesto a ser pan partido y vino derramado para EL?
Esto implica dejarlo todo para ganar hombres y mujeres, para ser discípulos del Señor Jesucristo.
Mi vida vivida como obrero es la manera en que doy “gracias” a Dios por su salvación inefable.
Recuerda que es perfectamente posible que cualquiera de nosotros pueda ser desechado como plata reprobada — “… no sea que, habiendo predicado a otros, yo mismo venga a ser eliminado.”
Muchas veces predicamos el evangelio pero no lo vivimos. Y eso puede llevarnos a ser reprobados por Dios.
Responsabilidad en la participación:
“…vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor.” (2 P. 1:5-7).
AÑADID, quiere decir que hay algo que nosotros tenemos que hacer. Corremos el peligro de olvidar que no podemos hacer lo que hace Dios. Y que Dios no hará lo que nosotros podemos hacer. No podemos salvarnos ni santificarnos. Dios es El que hace eso; pero Dios no nos dará buenos hábitos, no nos dará carácter, no nos hará caminar rectamente. Tenemos que hacer todo eso nosotros mismos. Tenernos que manifestar la salvación que Dios ha obrado interiormente.
AÑADID, quiere decir formar el hábito de hacer las cosas. En las etapas iniciales es difícil, tomar la iniciativa es forjar un principio, es instruirte en el CAMINO EN EL CUAL TIENES QUE ANDAR.
Guárdate de preguntar el camino cuando lo conoces perfectamente bien. Toma la iniciativa, deja de vacilar y da el primer paso. Sé resuelto cuando Dios habla; obra inmediatamente en fe de acuerdo con lo que El dice y nunca cambies tus decisiones. Si vacilas cuando Dios te manda a hacer una cosa pones en peligro tu permanencia en gracia. Toma la iniciativa, tómala tú mismo, da el paso voluntariamente ahora, y hazlo de manera tal que sea imposible volver atrás. QUEMA LOS PUENTES TRAS DE TI.
Tenemos que tomar la iniciativa donde estamos, no donde no estamos. Hay tanto por hacer en el lugar donde estamos, las pequeñas cosas juntas son las que hacen las grandes cosas.
Para ver entrega anterior, click aquí: http://estudiosbiblicoscristianos.net/vida-cristiana-2/obediencia-es-el-precio-del-exito.html