4- LO QUE EL PREDICADOR CRISTIANO NO DEBE DESCUIDAR (Continuación…)
B) SU LECTURA
“El leer hará a un hombre, completo;
el hablar, un hombre preparado;
el escribir, un hombre exacto.” (Francis Bacon)
Aunque nos resulte doloroso debemos ver que nuestra generación ha olvidado la lectura. Nuestra era moderna fascinada por la alta tecnología y el avance de la computación que nos presenta toda información “servida” con sólo oprimir una tecla, ha desvirtuado el valor de la lectura con altos contenido espirituales, que sirven de conocimiento, pero también de sagrada inspiración.
La iglesia debe tener como una de sus metas que la juventud recupere el amor por los libros, y especialmente por el libro por excelencia, fuente de toda sabiduría que es la Santa Biblia.
El consejo de Pablo a Timoteo fue: “Ocúpate en la lectura …” (1Tim 4:13). Y aunque se aplica más a la lectura pública en la iglesia, no deja por ello, de influir en la exhortación, el valor de la lectura privada para la formación de la personalidad de Timoteo.
Es llamativo el pedido que Pablo desde la cárcel romana le hace a Timoteo: “trae cuando vengas … los libros, especialmente los pergaminos.” (II Tim. 4:13). Refiriéndose seguramente a obras muy escogidas por el apóstol como serían por ejemplo, libros de historia judía, comentarios que explican la ley y los profetas, y tal vez algunos de los poetas griegos y romanos de los que Pablo acostumbraba a citar en sus sermones y epístolas.
Lo que más nos conmueve es ver la clara determinación de Pablo que aún ante el fantasma cercano de la muerte, deseaba por sobretodo, pasar sus últimos días en el alto ejercicio de estudiar sus valiosos libros. Estudiar y escribir, razón por la cual hoy disfrutamos de sus escritos, porque el creyó que hasta el último minuto de su vida podía estar dando de lo que había recibido, aunque más no fuera escribien-do. ¿Se habrá imaginado Pablo, que su esfuerzo bendeciría a la iglesia en los siglos posteriores? Difícilmente. Pero aún hoy, la iglesia recibe vida a través de las trece epístolas que él escribió ungido e inspirado por el Espíritu Santo.
¡Cuánto puede hacer Dios con cada uno de nosotros si estudiamos y leemos con empeño!J. Oswald Sanders en su libro “Liderazgo Espiritual”, nos cuenta una historia paralela acerca de Guillermo Tyndale durante su encarcelamiento y poco antes de su martirio en 1536. El escribió al gobernador pidiéndole que algunos de sus bienes le fuesen enviados: “Un gorro más caliente, una vela, un trozo de tela para remendar, los calcetines ...; pero sobre todo, le ruego y le suplico su clemencia para que apresure al Procurador para que me permita tener mi Biblia en hebreo, mi gramática hebrea y mi diccionario hebreo con la finalidad de que pueda pasar el tiempo estudiándolos.”
Continúa diciendo Sanders: “El hombre que desea crecer espiritual intelectualmente estará constantemente estudiando sus libros. El abogado que desea el éxito en su profesión debe estar al corriente de los casos más importantes y de los cambios de la ley. El médico debe seguir constantemente los nuevos descubrimientos en su profesión. De la misma forma, los líderes espirituales deberán llegar a ser expertos en la palabra de Dios y sus principios y saber lo que está pasando en las mentes de aquellos quienes esperan ser guiados por el.”
Si al principio decíamos que prácticamente no se lee, sería impropio negar lo que sí se acostumbra a leer. ¿Qué material leemos?
En nuestros días no se acostumbra a leer textos de lectura clásica y espiritual, con contenido sólido. Leer un buen texto también involucra un gran esfuerzo, especialmente cuando no estamos acostumbrados a hacerlo.
Lo mínimo que debe hacer quien no está acostumbrado, es dedicar media hora, a libros que valgan la pena para el desarrollo moral y espiritual; si se es diligente no pasará mucho tiempo, que pronto adquiriremos este nuevo hábito.
Es más fácil leer revistas y periódicos porque no requiere esfuerzo mental pero por este camino nunca llegaremos a nada.
Resumamos dos consejos importantes:
1) Aprendamos a seleccionar nuestra lectura. En el presente, a la vez que tenemos acceso a un basto campo de material cristiano, a su vez, es lamentable la cantidad de material superficial y falto de contenido, que llenan las librerías. No compremos un libro por el dibujo de la tapa o porque nos llaman la atención sus lindos colores. O porque nos prometan “el oro y el moro” con sus títulos fantásticos, mas acordes a la mitología griega que a la fe cristiana. Dejémosnos orientar por quienes en la iglesia son nuestros padres y madres espirituales. Poco y bueno es mejor que mucho de malo y superficial.
2) Apartemos cada día 30 minutos como mínimo para la buena lectura. Si la excusa es la falta de tiempo, déjame decirte que tal excusa no es válida para un líder espiritual.Se dice que Juan Wesley tenía tal pasión por la lectura que lo hacía mientras cabalgaba hacia distintos lugares para llevar la Palabra. Y eso que cabalgaba por día un promedio de 80 a 145 Kms. En su mochila llevaba libros de ciencias, historia, medicina, etc. Y así leyó cientos de volúmenes.
En una ocasión les dijo a los propios pastores de su sociedad misionera que… ¡leyeran o dejaran el ministerio! ¿Qué pasaría hoy si este fuera requisito “sine quan one” para todos los que hoy ocupan nuestros púlpitos?
No puedo evitar transcribir aquí las siguientes palabras, tan sabias, del Dr. A. W. Tozer: “¿Por que hoy en día los cristianos encuentran la lectura de los grandes libros difícil y más allá de sus capacidades? Ciertamente los poderes intelectuales no menguan de una generación a otra. Nosotros somos igual de listos e inteligentes como nuestros padres y cualquier pensamiento que ellos eran capaces de enten-der, nosotros también somos capaces de entenderlo; sobre todo si estamos lo suficientemente inte-resados en hacer el esfuerzo. El mayor causante de la decadencia que existe en la calidad de la lite-ratura cristiana actual no es intelectual sino espiritual.
Para disfrutar un gran libro religioso se requiere un grado de consagración hacia Dios y separación del mundo – que pocos cristianos modernos tienen hoy. Los libros de los primeros Padres cristianos, los místicos, los puritanos, no son difíciles de entender, pero ellos habitan en altas esferas, en las montañas, donde el aire es vigorizante y rarificado y ninguno sino el que está enamorado de Dios puede llegar allí … Una razón del porque la gente es incapaz de entender la gran literatura clásica cristiana es qué están intentando entenderla sin tener intención alguna de obedecerla.”
Dios les bendiga ricamente,fué cristo el que nos exorto a leer la biblia como principio cristiano y a él le debemos está devoción para nuestro aprovechamiento espiritual y así estar conectado a la voluntad de nuestro padre celestial y como el salmista decia guardar los preceptos de nuestro Dios en las tablas de nuestro corazón.
La lectura y la escritura es herramienta absolutamente necesaria no solo para los pastores sino para todos y el estudio de la biblia es el alimento espiritual de todo cristiano.
Pero da lástima escuchar a líderes espirituales ofreciendo biblias para que las tengan como un objeto decorativo o como amuleto y no motivan a sus feligreses a leer y estudiar las escrituras.
Dios los bendiga
el hombre atravez de los años se fue bolbiendo visualista, por el simple hecho que no encuentran sentido a las cosas si no hay una representacion visula a lo que se esta refiriendo no se si en el hombre actual la lectura seha buelto tediosa y aburrida por la misma cituacion que solo ven las letras y han dejado de trabajar la mente esta trabajando sin la fuerza que debe tener por que al leer tu mente trabaja en la imajinacion de como fueron pasando los sucesos que teban mostrando ese es el asunto.
muchas bendiciones, pues para mi la lectura es un deleite, y he leido muchos libros de caracter cristiano, pero como testimonio sentia que tenia que leer la biblia completa, resulta que la version Reina valera trae un plan diario para leerla en un año y en esto me encuentro si quiero conocer a Dios debo leerla y no solo esto sino conocer a cristo y la relacion evangelica con la humanidad definitivamente ella es el soporte de nuestra fe, en realidad la critica es que por lo general los jovenes de hoy en dia se apasionan mas por la tecnologia que por meterse a la biblioteca o comprar un buen libro, yo soy profesional y lei mucho libro pero nada como leer la biblia ningun contenido como el que hay en ella y lo bueno es que la compartimos pues se siembra en nuestro corazon y nuestra mente…gloria a Dios por eso, como padres fomentemos el habito de la lectura y regalemos libros segun la edad de nuestros hijos
si hermanos tenemos que leer la biblia que es la palabra de Dios inspirada por EL EspirituSanto los que la leemos nos damos cuenta que es un libro vivo nos habla a nosotros se nos revela,conocemos a Dios como El es,nos alimenta podemos sentir el amor de Dios atraves de ella ,aunque hay libros muy buenos y me gusta mucho cuando los leo ninguno como la biblia porque yo la siento viva ,gloria a Dios
Pocos tenemos el habito a la lectura, y una de esas soy yo , hace años comence atrabar dirigiendo una sala de lectura y eso me obligo a leer, para no quedar mal ante los usuarios que solicitaban el servicio, cuando me interece por leer la biblia, aprendí mucho sobre Dios, hay pasajes que nos mueven el corazon , ver como era la vida de Cristo nos iinteresa mas en la lectura de la biblia como documentales cristianos, hoy todos los dias de mi vida leo el devocional TCD Tiempo con Dios y aprendo cada dia mas sobre los que obedecieron y no la palabra escrita. y las consecuencias por la desovediencia.
“Por falta de conocimiento perece mi pueblo” afirma el profeta Oseas. ¿Cómo se puede adquirir ese conocimiento si no se lee la Biblia? También afirma el profeta Jeremías: “No se alabe el rico en su riqueza, ni el sabio en su sabiduría ni el valiente en su valor; si en algo deberían alabarse, sea en conocerme y en entenderme”. También Jesucristo afirmó: “Yerran porque ignoran las Escrituras”.
Si no se leen las Escrituras, la Biblia, cómo pues podemos conocer al Señor y entenderlo? ¿Cómo podemos dejar de equivocarnos, de errar al blanco si ignoramos las Escrituras?
Me parece un tema muy acertado y muy valioso, muy propicio para todos los tiempos, y más para estos, en que la “ciencia aumentará”.
Recomiendo aparte de leer la Biblia, tratar de entenderla, no pasar al siguiente texto si antes no se ha entendido lo que se está leyendo, es decir, tratar de establecer de qué está hablando, a qué se refiere el pasaje. Conviene apoyarse en libros que describan la cultura de Israel en el tiempo en que se escribió, de esa manera se podrá entender el significado de algunas expresiones y costumbres de aquella época.
Un tema muy actual. ¡Bendiciones!
Gloria a Dios por su misericordia, y que gran verdad de que sino estamos dispuestos a leer la palabra a dedicarle tiempo es como si negariamos el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena a nuestro cuerpo. Porque asi como nuestro cuerpo necesita alimentarse para estar bien, nuestro espiritu necesita el alimento espiritual que es la palabra para ver la gloria de Dios dia a dia.
Mil bendiciones, un compañero de milicia.
El hàbito de leer es de lo mas dificil de adquirir, sino lo adquirimos desde la infancia y menos si en la escuela no lo practicamos, agreguemos el que leer la Santa Palabra, para algunos es aburrida, no tiene interes y produce sueño, eso cambia cuando nos encanimanos cuando damos nuestros primeros pasos en pos de Dios, que Jesùs estè con todos ustedes hoy y siempre
Buen consejo este, debemos adquirir el hábito de la lectura, especial la cristiana bíblica; siento que debemos exhortarnos uno a otros en adquirir y devorar libros que nos edifiquen y nuestra biblia mayormente, DIOS les bendiga.
Al saber tan gran responsabilidad que tenemos frente a la grey del seññor, nos es necesario afianzarnos en aquello que hemos sido llamados.
Gracias por esta utilidad.
EN VERDAD HAY MUCHAS PERSONAS, NO SÓLO JOVENES, A QUIENES NO LES GUSTA LEER. CUANDO SE LEE, POR LO MENOS SE ADQUIERE CULTURA GENERAL, YA QUE NOS ACOSTUMBRAMOS A CONOCER SINÓNIMOS Y MUCHAS OTRAS COSAS REFERENTES A LA LECTURA. POR ESTO, EN PARTE, LLEGUÉ A LOS PIES DE CRISTO, YA QUE HABIENDO LEÍDO DE TODO LO QUE SE ME ATRAVESABA, LLEGÓ UN MOMENTO EN QUE ME DÍ CUENTA QUE EXISTÍA UN LIBRO QUE NUNCA HABÍA LEÍDO. “LA BIBLIA”. EMPEZÉ A LEERLO Y HOY EN DÍA NO LO SUELTO. EN CUANTO A LOS JOVENES, HAN ADQUIRIDO UN DEFECTO TECNOLÓGICO, COMO ES EL TENER LA BIBLIA EN EL CELULAR Y AL ESTAR LEYENDO EN ÉL EN UNA ENSEÑANZA, LES EMTRA UNA LLAMADA Y DISTRAEN A TODOS DESCONCENTRANDO.
Realmento felicito de una manera especial por valiosa informacion, motivacion y exhortacion a cerca de leer la biblia algo muy impotante es meditar en ella ,ya que nos ensena y nos instruye en su camino.