El Textus receptus está hoy desacreditado y ninguna traducción seria moderna de las Escrituras lo usa, porque está fatalmente desactualizado y ha sido superado, según los hallazgos e investigaciones de las ciencias bíblicas y la crítica textual, por el el textus criticus, que es fruto del estudio de más de 5.500 manuscritos del AT. y otros tantos del NT que se han encontrado en los últimos siglos.
El textus receptus está basado en una docena de manuscritos tardíos de los siglos XII a XIV D.C., muchos de los cuales hoy carecen de autoridad por las muchas interpolaciones, añadiduras y vacíos que presentan.
Hoy tenemos manuscritos de la Biblia completa de los siglos IV y V D.C. y en Qumrán se hallaron manuscritos de todos los libros del AT (menos del libro de Ester). Muchos de estos manuscritos son del siglo II y III A.C. es decir, diez a doce siglos anteriores a los que constituyen el textus receptus. Los versículos o palabras que dicen faltan en el textus criticus y en las versiones modernas de la Biblia como la NVI debieron salir del texto bíblico porque no aparecen en los miles de manuscritos anteriores a los siglos VII al XII; y si solo están en los manuscritos tardíos posteriores al siglo X y no aparecen en manuscritos anteriores, es porque nunca estuvieron en el texto original y fueron añadidos posteriormente.
El problema es que las versiones tradicionales se basaron en el textus receptus que, como ya dijimos, hoy está superado. El texto depurado de las Escrituras más cercano a los originales es el textus criticus, que es el usado por las buenas versiones actuales de las Escrituras.
Fuente: BiblicaAmericaLatina.com.