UN CAMINO CLARO EN LA VIDA
¿Quién es el hombre que teme al Señor? Será instruido en el mejor de los caminos.
El ojo es la lámpara del cuerpo. Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutará de la luz.
Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero.
Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: Éste es el camino; síguelo.
El Señor dice: Yo te instruiré, yo te mostraré el camino que debes seguir; yo te daré consejos y velaré por ti. No seas como el mulo o el caballo, que no tienen discernimiento, y cuyo brío hay que domar con brida y freno, para acercarlos a ti.
Muchas son las calamidades de los malvados, pero el gran amor del Señor envuelve a los que en él confían. ¡Alégrense, ustedes los justos; regocíjense en el Señor! ¡canten todos ustedes, los rectos de corazón!
Señor, yo sé que el hombre no es dueño de su destino, que no le es dado al caminante dirigir sus propios pasos.
Sal.25:12 Mt.6:22 Sal.119:105 Is.30: 21 Sal.32:8-11 Jer.10:23