11 Pero ten cuidado de no olvidar al Señor tu Dios. No dejes de
cumplir sus mandamientos, normas y preceptos que yo te
mando hoy.
12 Y cuando hayas comido y te hayas saciado, cuando hayas
edificado casas cómodas y las habites,
13 cuando se hayan multiplicado tus ganados y tus rebaños, y
hayan aumentado tu plata y tu oro y sean abundantes tus
riquezas,
14 no te vuelvas orgulloso ni olvides al Señor tu Dios, quien te
sacó de Egipto, la tierra donde viviste como esclavo.
Deuteronomio 8:11-14 (Nueva Versión Internacional)
20 Si te hubiéramos olvidado,
o hubiéramos adorado
a dioses de otros pueblos,
21 tú te habrías dado cuenta,
pues sabes lo que pensamos.
Salmos 44:20-21 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
12 ¡Cuidado, hermanos! No piensen en lo malo ni dejen de
confiar, para que no se aparten del Dios que vive para
siempre. 13 Al contrario, mientras aún queda tiempo, cada uno
debe animar al otro a seguir confiando. Así nadie pensará que al
pecar hace el bien, ni dejará de obedecer a Dios.
Hebreos 3:12-13 (Biblia en Lenguaje Sencillo)