1- COMO LEER LA BIBLIA
La lectura diaria de la Biblia es a la vida espiritual lo que el alimento cotidiano es a la vida física. Todos sabemos que es necesario tener horarios regulares para las comidas, porque de otro modo podemos pasarlas por alto, o comer apresuradamente, y como consecuencia, se pierden los valores primarios de las mismas. Así como el cuerpo requiere horarios regulares para alimentarse a fin de mantener el nivel de energía, tambien el hombre espiritual ha de alimentarse en FORMA REGULAR con la palabra de Dios. Job comparó a ambos en el 23:12 de su libro cuando dijo: “Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida.”
Las mayoria de las personas encuentran que la mañana es el mejor momento para leer la Palabra devocionalmente. Es mas fácil programar la lectura de la Biblia por la mañana, entre las actividades del dia, porque se la puede hacer con sólo levantarse 15 minutos antes. Si somos de esas personas que aprovechan mejor la mañana, que se levantan con energias y con la mente despierta, resulta particularmente ventajoso realizar la lectura entonces, porque proporciona un buen comienzo para el dia.
En cambio, si somos personas de costumbres más bien “nocturnas”, no tendremos la mente muy despierta temprano por la mañana – funcionamos mejor de noche, y en consecuencia, quizás sea aconsejable hacerlo después de la cena o antes de acostarse.
El problema mas grande para fijar la lectura devocional diaria de la Biblia por la noche es que, si nos olvidamos o hay un cambio de planes que nos obliga a postergar el momento, resulta dificil llevarlo a cabo mas tarde con éxito.
Pero lo mas importante es FIJAR UN MOMENTO DETERMINADO, según el ritmo de vida de cada uno y procurar respetarlo como el camino hacia un nuevo hábito que nos será de mucha bendición. De lo contrario nuestras “buenas intenciones” jamás se realizarán y leeremos la Biblia en momentos ocacionales solamente.
2- DETERMINACION DE LA CANTIDAD DE TIEMPO DEDICADO A LA LECTURA.
¿Cuánto tiempo debemos dedicar a la lectura de la biblia cada dia? Bueno, leer cinco minutos diarios es mejor que nada. Pero francamente, si uno quiere tomar en serio el asunto y realmente desea adquirir un bagaje de conocimientos fundamentales de la Palabra, es necesario pensar en un mínimo de quince minutos diarios.
Pensándolo bien, no es exigir mucho. La mayoria de las personas dedican por lo menos eso a leer el periódico, a escuchar los informativos y verlos en la televisión. Además por lo general dedicamos más tiempo todavía, tres veces por dia como mínimo para alimentar religiosamente nuestro cuerpo.
Nuestro plan para adquirir un concimiento general de la Biblia está basado en por lo menos QUINCE MINUTOS DE LECTURA Y QUINCE MINUTOS DE ESTUDIO CADA DIA DURANTE UN PERÍODO DE TRES AÑOS. Este es un mínimo para obtener un conocimiento adecuado de la Palabra de Dios.
Como todas las cosas, tal vez cueste al principio pero después del primer o segundo mes cuando uno ya va adquiriendo el hábito, entonces se encontrarán leyendo mucho mas de quince minutos. Lo importante es ADQUIRIR EL HABITO DE LEER LA BIBLIA. Que sea algo normal de todos los dias, como el comer. Que uno encuentre que le hace falta y se encuentra extraño si no lo ha hecho.
3- ELECCIÓN DE UN LUGAR DETERMINADO.
La elección de un sitio apropiado y fijo para los quince o más minutos de lectura diaria, nos ayuda a concentrarnos y a cumplir regularmente lo que nos hemos propuesto.
Todos los expertos en lectura veloz recomiendan que se haga la lectura sentado, y preferentemente sentado a un escritorio o mesa, porque esto facilita la concentración. Otro factor positivo es que elimina otras distracciones visuales. Cuanto menos cosas haya sobre el escritorio, aparte de la Biblia, tanto mejor. El acudir regularmene a este “santuario” nos ayuda a crear la atmósfera devocional adecuada.
4- HAY QUE LEER CON UN LAPIZ AL ALCANCE DE LA MANO
El mayor peligro con la lectura devocional de la Biblia radica en la posibilidad de que dejemos correr los ojos por la página y no quedamos con la impresión de que hemos leído realmente el contenido. Muchos creyentes cumplen los quince minutos de lectura diarios fijados, y concluyen con una oración, considerando haber observado un momento devocional efectivo. Pero si se les pregunta una hora más tarde qué es lo que leyeron, no tendrían la menor idea. Leyeron con los ojos pero la mente no estaba sintonizada.
La forma más adecuada de preparar la mente para que adopte una actitud positiva es la de tomar un lápiz y PREPARARSE PARA RECIBIR UN MENSAJE DE PARTE DE DIOS.
Ese solo acto nos predispone adecuadamente, a esperar que Dios nos comunique algo que necesitamos saber ese dia. Tambien contribuye a que fijemos las cosas en la memoria.
Un educador dijo en una ocasión que “no hay aprendizaje sin la duplicación por escrito.” Cuando encontramos algo especial en la lectura, debemos subrayarlo o anotarlo -según el caso- inmediatamente. Esto no solamente tiene la ventaja de que lo tenemos antoado para consultas futuras, sino que ayuda a cimentar el pensamiento en forma mas destacada en la mente.
Volvemos a recalcar que la lectura diaria no es una sentencia fijada como un castigo que se tiene que cumplir sí o sí. Es la manera que nos comunicamos con Dios y que El nos puede hablar. Por ello al leer hay que detenerse con la expectativa de recibir una palabra especial que no es revelada para nosotros de una manera muy personal por el Espíritu Santo. Y si despues de quince minutos esa palabra no ha llegado le invito a SEGUIR LEYENDO hasta RECIBIR LA PALABRA ESPECÍFICA DE PARTE DE DIOS.
La palabra de Dios es viva y algo nueva cada dia – todos los dias. Y Dios da JUSTAMENTE LO QUE NOS HACE FALTA.