LA VIDA ESCONDIDA
“Vuestra vida está escondida con Cristo en Dios” Col. 3:3
El “Espíritu de Dios” da testimonio de la seguridad sencilla y todopoderosa de la vida escondida con “Cristo” en Dios y esto se recalca continuamente en las Epístolas. Hablamos como si vivir la vida santificada fuera la cosa más precaria. Es la cosa más segura, porque tiene al Dios Todopoderoso en y tras ella. La cosa mas precaria es tratar de vivir sin Dios. Si somos nacidos de nuevo es la cosa más fácil vivir en buena relación con Dios y la cosa más difícil descarriarse si solamente prestamos atención a las advertencias de Dios y andamos en la luz.
Cuando pensamos en ser librados del pecado, en ser llenos del Espíritu y en andar en la luz, nos imaginamos la cumbre de una gran montaña altísima y maravillosa y decimos: “¡Oh, pero yo nunca podría vivir allí arriba!” Pero cuando por la gracia de Dios llegamos hasta allí, hallamos que no es la cumbre de una montaña, sino una altiplanicie donde hay espacio suficiente para vivir y crecer. “Ensanchaste mis pasos debajo de mí”.
Cuando en realidad veas a Jesús, te desafío a dudar de El. Cuando El dice: “No se turbe vuestro corazón”, si lo llegas a ver, te desafío a turbar tu mente. Es una imposibilidad moral cuando El está allí. Cada vez que entras en contacto personal con Jesús, Sus palabras son reales. “Mi paz os dejo”. Es una paz que abarca todo tu ser desde la mollera hasta la planta de los pies, una confianza que no puede ser reprimida. “Vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”, y la paz imperturbable de Jesucristo te es impartida.
Fuente: “En Pos de lo Supremo” – Oswald Chambers