Confianza
¿Qué es el amor fraternal?
¿Qué es el amor fraternal?
En octubre de 1995 ocurrió un caso médico asombroso, y conmovedor, que cambiaría los conceptos del cuidado neonatal de los Estados Unidos y otros países. Es la historia de las gemelas Kyrie y Brielle Jackson, que nacieron prematuramente, doce semanas antes de lo previsto.La historia llegó a ser conocida como ‘‘el abrazo del rescate’’, debido a que una de las niñas, al borde de la muerte debido a serias complicaciones cardíacas y respiratorias, comenzó a mejorar tan pronto como su hermana fue puesta junto a ella en la misma incubadora y ésta la abrazó. Hasta ese entonces, el protocolo médico en los Estados Unidos exigía que ambas fueran puestas en incubadoras diferentes, para evitar el contagio de alguna posible infección.
Este suceso ilustra muy bien el gran tema del amor fraternal, sobre el cual queremos reflexionar en esta oportunidad. Nos referimos, más específicamente, al amor fraternal en el contexto de la iglesia. ¿Qué significa amar fraternalmente? ¿Cómo se expresa y cómo podemos fomentar este amor en nuestra propia congregación?
¿Qué es el amor fraternal?
“Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente”, anima el apóstol Pablo en Romanos 12.10. En el diccionario castellano, “fraternal” significa “propio de hermanos”, y de hecho, la palabra griega que se traduce “amor fraternal” en nuestras Biblias es el vocablo “filadelfia” (φιλαδελφία), que es la palabra para ese sentimiento de afecto y confianza que es propio entre hermanos de sangre. El término evoca entonces a la unión entre dos o más personas mediante un fuerte vínculo afectivo.
El amor fraternal incluye profundos sentimientos, como: Cariño, Respeto, Confianza, Unidad, Estima, Compasión, Lealtad.
Este amor permite a los creyentes crecer en madurez como comunidad y desarrollar una fe firme, gozosa y perseverante, y se hace especialmente necesario en los tiempos de dificultad. El apóstol Pedro alentó a los cristianos del primer siglo que sufrían por su fe: “En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes” (1 P 3.8). De esta manera ellos permanecerían constantes hasta el triunfo final sobre todas las adversidades.
Una evidencia de la salvación
Ningún otro en toda la Biblia escribió tanto sobre el amor de Dios y entre los creyentes como lo hizo el apóstol Juan. Este hecho bien le ha valido el título de “el apóstol del amor”. En su Primera Carta podemos aprender muchísimas cosas sobre el amor fraternal que debe caracterizar a los seguidores de Jesús, pero quizás lo más interesante en la argumentación de Juan sea que este amor constituye una especie de evidencia de nuestro nuevo nacimiento.
Él escribió: “Nosotros sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida porque amamos a nuestros hermanos. El que no ama permanece en la muerte” (1 Jn 3.14). ¿Cómo es esto? En la teología de Juan, “el amor viene de Dios”, por lo cual solamente aquel que “ha nacido de él y lo conoce” puede amar verdaderamente (4.7). Piense en las implicaciones: ¡el apóstol nos está diciendo que únicamente los hijos de Dios están capacitados para amar de verdad!
Siguiendo este hilo argumentativo, Juan señala que el amor fraternal entre los cristianos obedece a una dinámica de aprendizaje-imitación. Los creyentes hemos llegado a conocer lo que es el amor al comprender el sacrificio de Jesucristo por nosotros, y esta comprensión a su vez nos impulsa a imitar su ejemplo amando a nuestros hermanos hasta el punto del sacrificio personal: “En esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo entregó su vida por nosotros. Así también nosotros debemos entregar la vida por nuestros hermanos” (v. 16).
Y debido a que el amor es una cualidad particular de los hijos de Dios, Juan encuentra inconcebible el que alguien se llame a sí mismo cristiano y al mismo tiempo carezca de esta cualidad en su trato con los que se supone son sus hermanos. “Si alguien que posee bienes materiales ve que su hermano está pasando necesidad, y no tiene compasión de él, ¿cómo se puede decir que el amor de Dios habita en él? Queridos hijos, no amemos de palabra ni de labios para afuera, sino con hechos y de verdad” (vv. 17-18).
A menudo, muchos creyentes se preguntan: “¿Cómo puedo saber que realmente soy salvo?” Como sabrá, se ha ofrecido todo tipo de respuestas a este importante cuestionamiento. Pero el apóstol Juan seguramente nos respondería con otra pregunta: “¿Amas a tus hermanos?”
Un amor que cuidar
Por otro lado, es importante notar que, si bien el amor fraternal es una cualidad intrínseca de los hijos de Dios, es también una cualidad que necesita ser cultivada. El autor de la Carta a los Hebreos exhortó a sus lectores: “Sigan amándose unos a otros fraternalmente” (He 13.1), literalmente: “Permanezca el amor fraternal” (RVR60, LBLA), es decir: “Que no decaiga el amor fraterno” (BLPH).
El escritor da como un hecho que el amor fraterno está. Pero insiste en que ese cariño para con todos los miembros de la iglesia debe “permanecer”, porque en ocasiones, a causa de las diferencias de opinión o por diversos conflictos, esa fraternidad o filadelfia será amenazada por el alejamiento y la indiferencia.
Seguidamente, en el mismo capítulo, el autor prosigue a mencionar algunas maneras prácticas de cultivar el amor fraternal:
- Practicar la hospitalidad (v. 2).
- Compadecerse y auxiliar a los que sufren (v. 3).
- Honrar, imitar y obedecer a nuestros líderes espirituales (vv. 7, 17).
- Compartir nuestras posesiones (v. 16).
- Interceder en oración los unos por los otros (v. 18).
Encontramos una enseñanza relacionada en la carta de Pablo a la iglesia de Filipos. En el mismo capítulo donde presenta la actitud de Cristo en su humillación obediente como un ejemplo a seguir, el apóstol les escribe a sus amigos que “cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás” (Fil 2.4). La enseñanza es clara: en la iglesia de Dios, no es moralmente correcto para ninguno de sus miembros pensar solo en sí mismo.
La iglesia de los filipenses era una congregación ejemplar en muchos sentidos, pero en esos momentos se estaba presentando cierta fricción en las relaciones fraternales de dos de sus miembros, dos hermanas que habían sido muy valiosas en el ministerio (4.2). Nada pone más en riesgo el amor fraternal de una congregación que los conflictos interpersonales no resueltos. Y cuando los afectados directos no logran resolver sus diferencias por sí mismos, otros deben ofrecer ayuda (v. 3).
Esto hace parte de la lealtad que nos debemos unos a otros como hermanos. Estamos de acuerdo en que no es algo cómodo intervenir en los conflictos interpersonales de otros, pero es mejor hacerlo que dar lugar a los chismes y las malas sospechas, que además de ser también incómodas, son destructivas.
¿Cansado de una iglesia imperfecta?
Por otro lado, debemos admitir que ninguna iglesia en el mundo es perfecta, y esto implica también que el amor fraternal en cualquier congregación será imperfecto. No podemos huir de esta realidad. Sin embargo, cada uno de nosotros tiene la opción de comprometerse y trabajar por mejorar esta condición. ¿Le preocupa que en su iglesia se perciba poco amor? La alternativa no es huir, sino amar.
Se cuenta de cierto hombre que veía toda clase de problemas en su iglesia local. Así que decidió que abandonaría esta congregación para buscar otra que fuera perfecta. Antes de irse, alguien le dio el siguiente consejo: “Cuando encuentres la iglesia perfecta, por favor asegúrate de no unirte a ella, porque la arruinarías”. ¡Un sabio consejo, sin lugar a dudas!
El afamado autor evangélico Philip Yancey comparte en uno de sus libros su propia experiencia con el dilema de una iglesia imperfecta: “Durante un tiempo rechacé a la iglesia” —escribe Yancey— “porque encontré muy poca gracia en ella. Regresé, porque no hallé gracia en ningún otro lugar”.
La congregación a la que pertenece puede ser la más imperfecta del mundo, pero si es una iglesia de Cristo, todavía hay más amor dentro de ella que en el resto del mundo allá fuera. Quédese y ame. Alguien podría estar necesitando el abrazo que usted puede dar.
Fuente: Revista La Fuente.
EL AMOR según la Biblia I
8 El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.1 Juan 4:7-8 (Biblia en Lenguaje Sencillo)1 Si no tengo amor, de nada me sirve hablar todos los idiomas del mundo, y hasta el idioma de los ángeles. Si no tengo amor, soy como un pedazo de metal ruidoso; ¡soy como una campana desafinada!
2 Si no tengo amor, de nada me sirve hablar de parte de Dios y conocer sus planes secretos. De nada me sirve que mi confianza en Dios sea capaz de mover montañas.
3 Si no tengo amor, de nada me sirve darles a los pobres todo lo que tengo. De nada me sirve dedicarme en cuerpo y alma a ayudar a los demás.
4 El que ama tiene paciencia en todo, y siempre es amable.
El que ama no es envidioso, ni se cree más que nadie.
No es orgulloso.
5 No es grosero ni egoísta.
No se enoja por cualquier cosa.
No se pasa la vida recordando lo malo que otros le han hecho.
6 No aplaude a los malvados, sino a los que hablan con la verdad.
7 El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo.
8 Sólo el amor vive para siempre. Llegará el día en que ya nadie hable de parte de Dios, ni se hable en idiomas extraños, ni sea necesario conocer los planes secretos de Dios.
1 Corintios 13:1-8 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
¿Un Mundo Unido?
• Dios… ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos. –Hechos 17:30-31.
• Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla. – Filipenses 2:10.
Todo el mundo sabe que si las tendencias actuales no son detenidas, corremos fatalmente hacia calamidades mundiales que amenazan la naturaleza y la especie humana misma. Einstein dijo después de la bomba atómica: «O un mundo unido, o nada».
¿Qué dice la Biblia al respecto? Según ella, en un futuro quizá bastante próximo, aparecerá en Occidente un dictador cuya llegada será aclamada en el mundo, pero pronto se quitará la máscara de las buenas intenciones para revelar el origen diabólico de sus ideas. Querrá dominar sobre los cuerpos y las almas, ayudado por un jefe religioso, «el Anticristo», quien hará grandes milagros para seducir a los habitantes de la tierra.
Pero “cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán” (1ª Tesalonicenses 5:3). Después de estos juicios de la tribulación comenzará el reino de justicia que Jesucristo establecerá con firmeza sobre el mundo entero. Será la aurora de una era de bendiciones para la humanidad y la creación.
Hoy los cristianos son los embajadores de ese Rey, e invitan a sus contemporáneos a poner su confianza en Él aceptando la salvación que, en su gracia, ofrece todavía a todos los hombres.
Fuente: Amén-amén.Net
¿Se Puede Superar la Depresión?
Pregunta: ¿Se puede superar la depresión?
Respuesta: Sí. Con una sincera entrega a Jesucristo y una buena consejería espiritual y sicológica. En ese proceso creo debes tener en cuenta el siguiente artículo por un especialista que puede ayudarte:
La depresión y cómo superarla
En última instancia, creo que la depresión es también el resultado de la falta de autoestima.
Es impresionante ver cuánta gente deprimida hay. Es más asombroso aun ver cuántos cristianos deprimidos hay. No estoy hablando aquí de cristianos superficiales que carecen de una fe vital y de profundidad espiritual. No, estoy pensando en muchos creyentes sinceros que viven una vida de relación personal con Jesucristo y que a pesar de ello tienen que luchar una y otra vez con profundas depresiones.
En la raíz de toda depresión está la sensación de haber perdido algo. Las circunstancias externas pueden causar depresión: la pérdida de bienes materiales, la pérdida de confianza, la pérdida de la salud, la pérdida de un ser amado, la pérdida de una habilidad quizás como resultado de la vejez. Ante estas experiencias de pérdida reaccionamos con tristeza, con autoconmiseración, lamento, desconcierto, envidia, vergüenza o autodesprecio. Todos estos sentimientos fluyen juntos como pequeños arroyos en la corriente de un sentimiento generalizado de depresión.
Hoy están aumentando especialmente tres tipos de depresión. En primer lugar, la depresión que surge del agotamiento. La sufren especialmente los ejecutivos, las personas de éxito y las amas de casa muy exigidas. Experimentan la pérdida de la capacidad de alcanzar la perfección. A raíz del agotamiento, su sentimiento de competitividad y de que “el cielo es su límite” se desdibuja lentamente y los arroja a la depresión.
Otra causa específica de depresión es la producida por las mudanzas. Aun el hecho de reacomodar los muebles y volver a decorar puede producir la sensación de pérdida. Uno se siente como si lo sacaran de raíz y lo transplantaran y se está perfectamente consciente de que el hogar, las cuatro paredes que uno conocía tan bien, están faltando.
Por último está la depresión que produce la pérdida de una tarea o de una carga que debe llevarse. La depresión que produce la jubilación es uno de estos casos. Extrañamente ocurre que la depresión no nos acosas durante el tiempo que llevamos la carga sino en el momento en que se nos libera de ella. Cuando la tarea se ha completado, cuando se ha ganado la batalla, cuando se ha aprobado el examen, cuando la tensión se ha aliviado y el conflicto solucionado – entonces nos sacude la depresión en medio del cielo depejado. La pérdida de un desafío, de un trabajo o una lucha nos precipita a un vacío doloroso.
La depresión tambien puede surgir sin que medie una causa externa evidente, atacando a la persona desde el interior. Se manifiesta ya sea como intranquilidad, nerviosismo o como inercia, lo que torna imposible cualquier acción constructiva. Esta “depresión desde adentro” generalmente está acompañada por atormentadoras autoacusaciones y exagerados sentimientos de culpa. Aunque no pueda encontrarse la razón objetiva, la idea de ser inferior, pobre, pequeño, persiste y conduce a una total pérdidad de autovaloración.
Esto explica por qué la persona deprimida es tan vulnerable e hipersensible cuando se enfrenta a la crítica. Se aferra y se sujeta a otras personas y añora desesperadamente ser reconocido y sentir la seguridad de ser amado para ser capaz de amarse a sí mismo.
La raíz más honda de la depresión es el sentimiento de haberme perdido a mí mismo y haber perdido la esperanza de encontrarme alguna vez. No hay nada en mí que merezca vivir. Cuando trato de amarme a mí mismo me sumerjo en un vacío.
Esto significa que la autoaceptación y la depresión están intimamente realcionadas. La descripción que he realizado sobre las variadas formas de la depresión pinta vívidamente el egocentrismo que reconocemos como la consecuencia natural de la falta de autoestima. Por lo tanto, la mejor protección contra la depresión es aprender a amarnos a nosotros mismos, y a la vez la victoria sobre la depresión nos prermite adquirir autoaceptación. Walter Trobisch
Lo Que La Biblia Afirma En Relacion a La Eternidad IV
54 Cuando esto suceda, se cumplirá lo que dice la Biblia:
“¡La muerte ha sido destruida!
55 ¿Dónde está su victoria?
¿Dónde está su poder para herirnos?”
1 Corintios 15:54-55 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
25 A esto Jesús respondió:
“Yo soy el que da la vida y el que hace que los muertos vuelvan a vivir. Quien pone su confianza en mí, aunque muera, vivirá.
26 Los que todavía viven y confían en mí, nunca morirán para siempre. ¿Puedes creer esto?”
Juan 11:25-26 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
27 No se preocupen tanto por la comida que se acaba, sino por la comida que dura y que da vida eterna. Esa es la comida que yo, el Hijo del hombre, les daré, porque Dios mi Padre les ha mostrado que yo tengo autoridad.
Juan 6:27 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
Lo Que La Biblia Afirma En Relacion a La Eternidad III
“¡La muerte ha sido destruida!
55 ¿Dónde está su victoria?
¿Dónde está su poder para herirnos?”
1 Corintios 15:54-55 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
25 A esto Jesús respondió:
–Yo soy el que da la vida y el que hace que los muertos vuelvan a vivir. Quien pone su confianza en mí, aunque muera, vivirá.
26 Los que todavía viven y confían en mí, nunca morirán para siempre. ¿Puedes creer esto?
Juan 11:25-26 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
27 No se preocupen tanto por la comida que se acaba, sino por la comida que dura y que da vida eterna. Esa es la comida que yo, el Hijo del hombre, les daré, porque Dios mi Padre les ha mostrado que yo tengo autoridad.
Juan 6:27 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
Lo Que La Biblia Afirma En Relacion a La Eternidad III
18 El Señor protege la vida de los íntegros,
y su herencia perdura por siempre.
Salmos 37:18 (Nueva Versión Internacional)
6 La bondad y el amor me seguirán
todos los días de mi vida;
y en la casa del Señor
habitaré para siempre.
Salmos 23:6 (Nueva Versión Internacional)
15 Pero Dios me rescatará de las garras del sepulcro
y con él me llevará. Selah
Salmos 49:15 (Nueva Versión Internacional)
Lo Que La Biblia Afirma En Relacion a La Eternidad II
Qué tiene para decir la Biblia en cuanto a Eternidad II
Juan 6:47 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
20 Y también sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y que nos ha dado la capacidad de conocer al Dios verdadero. Vivimos unidos a su Hijo Jesucristo; él es el Dios verdadero, que da la vida eterna.
1 Juan 5:20 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
26 Comerán los pobres y se saciarán;
alabarán al Señor quienes lo buscan;
¡que su corazón viva para siempre!
Salmos 22:26 (Nueva Versión Internacional)
Lo Que La Biblia Afirma En Relacion a La Eternidad – I
1 Juan 5:11 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
24 “Les aseguro que todo el que preste atención a lo que digo, y crea en Dios, quien me envió, tendrá vida eterna. Aunque antes vivía alejado de Dios, ya no será condenado, pues ha recibido la vida eterna.
Juan 5:24 (Biblia en Lenguaje Sencillo)
16 “Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna.
Juan 3:16 (Biblia en Lenguaje Sencillo)