ES ACONSEJABLE LEER EL LIBRO VARIAS VECES
Una vez elegido el libro adecuado, se hace necesario tener idea cabal del contenido del mismo por lo que será necesario leerlo repetidas veces para tener una idea general de su contenido y descubrir las líneas de pensamiento que unen sus partes.
PREGUNTAS BÁSICAS QUE DEBEMOS HACERNOS
Una vez que hemos leído el libro por lo menos diez veces, estaremos en condiciones de comenzar a dar respuesta a ciertas preguntas básicas que contribuirán también a proporcionarnos una idea del todo. Con dicho fin hemos preparado la siguiente lista:
1- ¿Quién es el autor?
2- ¿En qué circunstancias se encontraba el autor cuando escribió el libro?
3- ¿A quién o a quiénes está dirigido?
4- Comentar la relación de lo que sabemos de dichas personas.
5- ¿Dónde fue escrito?
6- ¿Cuándo fue escrito?
7- ¿Por qué se escribió?
8- ¿Cuáles son los problemas principales que trata?
9- ¿Qué soluciones ofrece?
10- ¿Cuál es su sentido principal hoy?
Comentarios adicionales:
BOSQUEJO DEL LIBRO
Después de haber contestado las preguntas estaremos listos para hacer un bosquejo del libro. Para hacerlo bien tenemos que haber leído el libro tantas veces como sea necesario para tener un conocimiento adecuado del tema principal o del propósito para el que fue escrito. La idea es especificar en una sola frase el tema o el propósito principal.
Luego buscaremos dos o tres versículos que constituyen la clave a todo el libro.
Al preparar el bosquejo sería aconsejable usar papel borrador primero. Porque al volver a leer el libro puede haber un cambio de idea. Busquemos asuntos principales, que generalmente serán entre tres y cinco en los libros más cortos. No nos dejemos engañar por la división de la Biblia en capítulos. Dicha división no se encontraba en los originales escritos por los autores correspondientes; en realidad recién aparece en el siglo XIV y se hizo en forma un tanto apurada; como consecuencia, en algunos casos está mal hecha. Encontramos que a veces un solo tema está dividido en varios capítulos (Ej. I Corintios capítulos 12, 13 y 14).
Cuando hayamos resuelto cuales son las divisiones principales para el bosquejo, las anotaremos, dejando espacios suficientes para agregar posteriormente los sub-títulos que creamos convenientes. Es aconsejable mencionar los versículos que corresponden tanto a las divisiones principales como a las sub-divisiones en el bosquejo.
Es bueno coordinar el estudio de la Biblia por libros, con el programa de lectura de un libro entero todos los días del mes. De este modo no sólo habremos leído todo el libro treinta veces en forma devocional, sino que lo habremos estudiado, de modo que tendremos un conocimiento cabal del mismo. Si procedemos así, en adelante sólo tendremos que referirnos a las notas que hemos tomado a fin de refrescar la memoria para recordar su enseñanza.
Resumiendo, éstos son los puntos para tener presente:
1- Resumen del tema principal.
2- Versículo o versículos claves.
3- Bosquejo.