Mensaje
EL PODER DEL EVANGELIO NOS REVELA LA JUSTICIA DE DIOS (4).
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego”. Ro 1:16
Seguramente que cada uno de nosotros podemos compartir la manera particular y poderosa en que el mensaje del evangelio transformó nuestras vidas. Siempre, claro, que hayamos vivido un encuentro personal con Jesucristo al haber dado una respuesta positiva a su mensaje y así, haber experimentado el poder del evangelio.
Si no es así amado lector te animo a buscar esta experiencia, pues de hecho supera cualquier expectativa humana que podamos imaginar.
El evangelio de Jesucristo es el único mensaje que puede transformar la vida. Pablo lo experimentó en su propia persona. Bastó un encuentro con el resucitado en el camino hacia Damasco –donde se dirigía presto a encarcelar a todo cristiano confeso- para volverse en ese mismo día el predicador más apasionado de la fe cristiana que antes perseguía.
Por ello el afirmaba de una manera rotunda y sin vacilaciones que no se avergonzaba del evangelio (Ro 1:16). Con gran valor delante de un mundo pagano que rechazaba la idea acerca del mensaje de un judío crucificado que vino a salvarlos, él predicaba ante todos y con una gran valentía el poder del evangelio.
¿Cuáles son entonces los componentes esenciales de este mensaje?
En primer lugar es un mensaje de salvación.
El evangelio siempre consiste en proclamar la obra salvadora de Dios por medio de Jesucristo. Por lo tanto su proclamación siempre incluirá su muerte, sepultura, resurrección y ascensión (1Co 15:1-4).
En toda ocasión que se predica el evangelio hay vidas transformadas por el poder del evangelio. Veremos como las personas son liberadas del reino de las tinieblas para ser trasladadas al reino de Dios (Co 1:13). También podemos observar como los hombres a través de sus propios esfuerzos, y a veces muy nobles, tratan de cambiar su vida. Pero todo es en vano pues nacemos con la naturaleza pecadora. Solo el poder del evangelio puede traer un cambio permanente y prepararnos así para la eternidad.
Debemos entonces tener clara la misión. No debemos avergonzarnos del evangelio. Es crucial y urgente compartir a los demás el mensaje del evangelio hablándoles acerca del inefable don de salvación que viene de Dios. Por cierto que muchos se burlarán de nosotros y rechacen el evangelio, pero también es cierto que otros lo aceptarán en sus vidas. Si el desaliento quiere acampar en tu vida porque no ves los frutos que esperas hazte esta pregunta: ¿Cuánto valor tiene un alma humana? Sin duda que como Pablo comprenderemos que el sacrificio es poco en comparación con la sangre derramada por el salvador a su eterno favor. José Reina.
Los judíos, primero los patriarcas y luego como pueblo en el desarrollo de su historia tuvieron la revelación de Dios por medio de la ley y la promesa relativa al Mesías Salvador. Así y todo sabemos que la ley no es la forma de obtener justicia ante Dios (lea Dt 6:25). Por ello Pablo reconocía la gran necesidad que los judíos tenían de escuchar el evangelio de Jesucristo. Los gentiles, por otra parte, eran afectos y seguidores de las distintas religiones paganas. Pero como ya dijimos tampoco esas religiones tenían poder alguno para transformar sus vidas o prepararlos para la eternidad. Ellos también tenían la necesidad de oír el evangelio de las buenas noticias.
Comenzando por las palabras del mismo Señor Jesucristo en la gran comisión, todo el Nuevo Testamento es coherente en afirmar que todo ser humano necesita oír acerca del mensaje del evangelio y que a nadie se puede excusar de escucharlo. No hay corazón endurecido que no pueda ser convencido de pecado por su poder. Ya vimos el ejemplo de Saulo de Tarso, si Dios pudo alcanzarlo a él para de perseguidor transformarlo en misionero, entonces sin duda alguna puede alcanzar a cualquiera hoy. Dios no ha cambiado. Cristo es el mismo hoy. El mensaje del evangelio tiene el mismo poder transformador también hoy.
EL PODER DEL EVANGELIO NOS HACE CRECER EN LA FE (3)
EL PODER DEL EVANGELIO NOS HACE CRECER EN LA FE (3)
1:11 Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados;
1:12 esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.
1:13 Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles.
1:14 A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.
1:15 Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.
El aceptar el mensaje y creer en Cristo no es suficiente si queremos crecer en la fe. Es imperativo para una vida de victoria alcanzar progresivamente este crecimiento. Podemos observar que en el corazón de Pablo había un profundo anhelo de visitar la iglesia de Roma. Si examinamos con atención sus palabras veremos que tenía claro cuál sería el propósito de esa visita. El afirma que era para “comunicar” a los creyentes de la iglesia local “algún don espiritual” (Ro 1:11). Y aunque no especificó ningún don en especial, sin embargo, cualquiera fuese el don o los dones que les compartió y ministro tenían como propósito fundamental consolidar la fe de los creyentes.
Es importante notar que cuando la fe de los creyentes es bien alimentada esto redundará en fortaleza y aliento para sus vidas (v.12). Y esto es muy necesario si tenemos en cuenta que vivimos en un mundo gobernado por las tinieblas.
Esto nos lleva a reflexionar acerca de la importancia y del propósito que tienen los dones espirituales al ser activados en el cuerpo de Cristo. Nos ayudará si nos hacemos estas dos preguntas y la respondemos. ¿Qué son los dones espirituales y para qué Dios los regala a su iglesia? Veamos entonces:
- Los dones espirituales son expresiones de la gracia de Dios. Y sólo tienen como fin edificar a la iglesia en todos los aspectos necesarios para un mejor funcionamiento como cuerpo y así llevar el mensaje de Cristo con poder y eficacia. Puede usted leer los siguientes pasajes: Ro 12:3-13; 1 Co 12:4-11; Ef 4:11-13.
- El ejercicio de los dones es muy importante. Especialmente porque no se trata de capacidades meramente humanas. Sino de dones espirituales que solo el Espíritu Santo puede derramar. Toda iglesia debería buscar el que los miembros se muevan en ellos. El Espíritu Santo es el mismo hoy. De manera que cuando estos diversos dones se ejercitan los creyentes son fortalecidos, su amor los unos por los otros aumenta y también la carga por las almas que no conocen el amor de Dios y marchan hacia una eternidad sin Dios. Dios nos dio sus dones para que la iglesia haga su obra moviéndose en lo sobrenatural por el poder de Dios.
Todo esto nos hace ver que la proclamación del evangelio era lo más importante y lo que ardía en el corazón de Pablo (v.14). Así que su deseo de visitar Roma no era una mera ocurrencia. Su deseo era solo uno, predicar el evangelio en Roma y que así el reino de Dios continuara creciendo.
Quería predicar a los judíos pero también tenía una gran carga para los gentiles. Deseaba darles a conocer de la gracia salvadora a través de Jesucristo. El texto dice “no griegos” lo que parece traducir una forma del término griego “bárbaros”, es decir, a todos los que no hablaban griego. Su visión alcanzaba los lugares más allá de las fronteras del gran imperio romano. Toda clase de gente y situación social. Y además a los que se consideraban sabios, como los que eran sencillos. Sea quienes fuesen sus orígenes o razas ninguno quedaba exonerado de la necesidad urgente de oír el mensaje del evangelio. Es solo a través del evangelio que las personas creen en Cristo y crecen en esa fe que los lleva a un estilo de vida diferente. El estilo de vida de Cristo. José Reina.
EL PODER DEL EVANGELIO LLEVA AL HOMBRE A LA FE. (2).
EL PODER DEL EVANGELIO LLEVA AL HOMBRE A LA FE.
1:7 a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Deseo de Pablo de visitar Roma
1:8 Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo.
1:9 Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones,
1:10 rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros. ROMANOS.
Pablo se dirige a los romanos con una clara consideración. Ellos habían aceptado el mensaje de salvación que se les había predicado y como consecuencia sus vidas habían sido transformadas.
Así que su carta tiene un fin específico. Recordarles lo que el mensaje del evangelio había hecho por ellos y con el claro propósito de animarlos. Que mejor entonces el recordarles cuanto Dios los amaba (Ro 1:7). Especialmente porque había derramado su amor sobre ellos cuando aún eran pecadores (5:8). ¿Cuál era la razón por la cual Dios los había salvado? Esto es precisamente lo que apóstol quiere recalcarles que no olviden. Pues les recuerda que la razón de su llamado al alcanzar la salvación es que habían sido “llamados a ser santos” (Ro 1:7). Es importante notar que la palabra traducida aquí como “santos” también suele traducirse como “sagrados”. Aquí podemos ver porque el evangelio “es poder de Dios”. Solo Él puede tomar una vasija de naturaleza pecadora y santificarla. Las personas que han creído en Cristo son apartados para ser “consagrados” y así servir a un Dios Santo. Esta obra divina en la esencia espiritual del creyente hace posible que viva de una forma que honre y agrade a Dios.
Cuando el poder del evangelio nos transforma recibimos a través de la fe la gracia y la paz de Dios en nuestro corazón. ¿Qué es la gracia? La gracia es el favor de Dios que nos “capacita” con su poder para vivir cristianamente. Todo en la vida cristiana es por fe. Cada paso es por fe. Pero cada paso al ser en fe es un paso de poder donde la gracia puede hacer lo que la naturaleza humana está impedida de lograr.
Así descubrimos que la paz que nos da Dios es mucho más que la ausencia de conflictos, es un estado de bienestar sobrenatural en todos los aspectos de la vida. Solo la gracia y la paz de Dios nos dan la fortaleza y la capacitación para enfrentarnos a todas las circunstancias de la vida por difíciles que sean (Fil. 4:6,7).
Claro que todo esto no es difícil de entender. El tema así planteado, especialmente si buscamos más del conocimiento de Dios, nos lleva a preguntarnos: ¿De qué maneras honra a Dios una vida santa y consagrada?
Lo primero que debemos reflexionar es que es lo significa llevar una vida santa. Llevar una vida santa no es ser perfectos. Tampoco lo es llevar una vida de “activismo religioso” llenándonos de compromisos interminables para agradar a Dios. El mejor ejemplo es el Señor mismo para nosotros en su caminar sobre la tierra. Quizás uno de los mejores ejercicios es leer los evangelios de corrido y observarle. Así veremos que una vida consagrada no la lleva el que nunca se equivoca, sino aquél que trata en cada acto de su vida y de una manera natural mirar al maestro y preguntarse qué haría el su situación. Un corazón enseñable. Humilde. Que atiende el consejo. Y que con amor ardiente procura obedecer la palabra de Dios.
La vida cristiana no debe ser una carga sino una delicia diaria. Como todo lo que se hace por amor. Disfrutar de esta nueva relación con Dios no llevará a mostrar nuestra fe en nuestra vida cotidiana. Implicará un cambió en relación a nuestras acciones y actitudes anteriores en el trabajo, con nuestra familia, amigos y todo el entorno que nos rodea. Claro que no todos estarán de acuerdo con nuestra fe en Cristo debemos procurar mostrarles el amor de Dios y vivir de una manera que no deshonremos el nombre de Cristo.
En este contexto Pablo también recalca la importancia que tiene para cada cristiano orar por otras personas. El oraba por los creyentes de la iglesia de Roma de una manera ferviente. Daba gracias en oración por ellos porque su fe era una expresión viviente del poder transformador del evangelio en sus vidas (v. 8).
Solo el amor puede sentir carga por los hermanos en la fe. Por ello Pablo no solo oró sino que les expresó su íntimo deseo de visitarles. Algunos podrían pensar que no les interesaba pues todavía no les había visitado (vv.9, 10).
El apóstol quería que ellos supieran lo importante que eran para él y que aunque todavía en los planes y tiempos de Dios no le había sido posible llegar, cuando eso fuera posible tendrían una comunión provechosa los unos con los otros. En su corazón solo lo movía el amor de bendecirles. A cada uno de nosotros se nos han dado dones ¿a quiénes estas bendiciendo con ellos? Nunca es tarde para comenzar a hacerlo. Hoy es tiempo de bendecir y edificar el cuerpo de Cristo. J.R.R
CRECIENDO DE LA MANO DEL APÓSTOL PABLO. (1).
CRECIENDO DE LA MANO DEL APÓSTOL PABLO
CAPÍTULO I
A – EL PODER DEL EVANGELIO (A-1)
1:9 Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones,
1:10 rogando que de alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a vosotros.
1:11 Porque deseo veros, para comunicaros algún don espiritual, a fin de que seáis confirmados;
1:12 esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.
1:13 Pero no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los demás gentiles.
1:14 A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.
1:15 Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.
El poder del evangelio
1:16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego
1:17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. ROMANOS.
El tremendo impacto que en su propia experiencia a vivido Pablo con el mismo Señor Jesucristo, marcará a partir de ese momento todo su ministerio misionero y evangelístico. Vamos a ver en la teología paulina grandes diferencias con los otros apóstoles contemporáneos.
Nuestro propósito es analizar a traves de diferentes pasajes escritos por Pablo las enseñanzas que para el eran por demas esenciales, y que según el entendía no podían quitarse del mensaje. Menos aún enseñar otro evangelio diferente (Gál. 1:6-8). Sobretodo porque este mensaje había transformado su vida y la manera de interpretar la cosmovisión de su tiempo naturalmente judia. Toda su manera de pensar había sido revolucionada. Nunca volvería a ser la misma persona ni intelectual ni espiritualmente hablando.
El pasaje que abordamos hoy es uno de los mas importantes de su enseñanza y entendimiento acerca del plan redentor de Dios. Porque trata acerca de el poder de Dios para salvar del pecado y transformar la vida por medio del evangelio que le fue revelado. El evangelio es poder de Dios. De este contexto el verso clave es el 16. Sintetiza aquí el poder del mensaje y su alcance. Como también la necesidad de salvación que todo hombre debe entender que necesita de manera casi desesperada. Ante este grito del alma el apóstol responde que hay una respuesta y ella es poderosa pues procede de Dios mismo.
Apreciación general
Vivimos en tiempos naturalmente caracterizados por una apatía moral y escéptica acerca de la fe. Pero aunque muchos reconocen que necesitan cambiar de conducta y reformar su vida, reconocen que sus esfuerzos solo tiene un corto tiempo de efectividad pues los viejos hábitos recurren pronto como fantasmas al asecho del alma.
En esta búsqueda para tratar de transformar sus vidas unos lo hacen probando nuevas religiones, o combinan diferentes creencias o dogmas como un tipo de bocadillos diversos en un restaurante espiritual de comidas de paso. El resultado no es malo necesariamente pues comprende cambios espirituales en el andar diario, pero no logran proporcionar una paz y satisfacción que llene el alma con una verdadera satisfacción interior.
Ayer, como hoy veremos en este estudio del pensamiento de Pablo – que en este caso es inspirado por el Espíritu Santo – el evangelio de Jesucristo es el único remedio para transformar la vida y traer una paz duradera.
En el caso de este tema acerca del poder del evangelio queremos proponernos lograr tres metas bien definidas:
1- Que el estudiante identifique claramente la forma en que se manifiesta el poder del mensaje del evangelio en la vida de las personas.
2- Que nos sea revelado con el auxilio del Espíritu Santo la naturaleza exclusiva del evangelio.
3- Desarrollar la importante verdad acerca de la justificación por la fe. Explicando como el creyente al aceptar esta fe se convierte en justo delante de Dios. ¿Cómo es esto posible?.
Importante:
Esto nos sirve como introducción de este primer capítulo que estaremos editando cada semana en varias partes. Luego continuaremos con temas de Pablo en sus epístolas con el sincero fin que el estudio nos lleve a profundizar su enseñanza y nos proyecte hacia un crecimiento responsable. Apuntando a la madurez espiritual. Al final de cada capítulo encontrarás algunas preguntas en un cuestionario para tu crecimiento personal. Oramos que este estudio sea de mucha bendición para tu vida. José Reina.
Las seguridades de la Biblia
La palabra de Dios es viva y eficaz
y más cortante que toda espada de dos filos;
y penetra hasta partir el alma y el espíritu,
las coyunturas y los tuétanos,
y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Hebreos 4:12.
Lámpara es a mis pies tu palabra,
y lumbrera a mi camino.
Salmo 119:105.
Muchas personas piensan que la Biblia es un libro complicado, desfasado o incomprensible. Quizás apenas le han echado una ojeada. Tal vez esas personas asocian este Libro a quienes se dicen ser cristianos mientras no ponen en práctica las enseñanzas de la Palabra. Por ello miran la Biblia con recelo, desconfían de todo lo que lleva el nombre de cristiano.
Sin embargo, la Biblia es el mensaje de un Dios que nos ama, un alimento maravilloso para el alma, un guía seguro e infalible para revelarnos a Dios a través de un hombre: Jesucristo. Desde la primera línea la Biblia anuncia a los hombres una gran y tranquilizadora noticia: No están solos en la inmensidad del Universo. Dios existe, es el autor de toda la creación y ama profundamente al ser humano, a pesar de sus desvíos.
Frente a sí mismo y a sus problemas, el hombre mide su impotencia y la profundidad de su soledad. La vanidad de sus esfuerzos, la insuficiencia de su voluntad y la fragilidad de su condición se revelan cada día un poco más. Qué paz brinda al corazón saber que la Biblia dice: “El mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1ª Juan 2:17).
Fuente: www.amen-amen.net
Memorias De Ultratumba
• A quienes también, después de haber padecido, se presentó (Jesús) vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días. – Hechos 1:3.
François-René de Chateaubriand deseaba que sus memorias fuesen publicadas después de su muerte, por ello las tituló: «Memorias de ultratumba». ¿Quería dar la impresión de que era un mensaje enviado por él desde el más allá? Podemos preguntarnos cuáles eran sus objetivos, pero el hecho de haber escogido este título revela muy bien esta pregunta que oprime la mente de todo hombre con respecto a lo que ocurre después de la muerte. ¿Quién no desearía recibir una señal, un mensaje de ese lugar inaccesible? Pero nadie regresa para describirnos lo que ocurre allá.
Sin embargo hay un libro que nos habla de ello, y la autoridad de Aquel que lo inspiró es innegable, porque se trata de Dios mismo. La Biblia nos enseña que el cuerpo, que es polvo, vuelve “a la tierra, como era, y el espíritu” vuelve “a Dios que lo dio” (Eclesiastés 12:7). La parábola presentada por Jesús en Lucas 16:19-31. nos describe los dos únicos lugares posibles para el alma de los difuntos: el descanso para los creyentes y los tormentos para los incrédulos.
No se esconda detrás de ilusiones engañosas. Más bien, busque las respuestas en la Biblia, donde encontrará a Cristo, el Hijo de Dios, quien vino a nuestro encuentro en forma de hombre. Él murió para expiar nuestros pecados, pero salió victorioso de la tumba. Crea en Jesucristo, pues hoy da la vida eterna a todo el que deposita su confianza en él. Entonces usted podrá decir en verdad, junto con el apóstol Pablo: “Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses 1:21).
Estudio Bíblico: Reglas prácticas de Hermenéutica – 3 de 3 – (47).
(Continuación de: Reglas prácticas de Hermenéutica – 1 de 3 – )…
Parte 3
5) TRATEMOS LAS PARÁBOLAS EN FORMA DISTINTA
La parábola es una historia terrena con significado celestial. La mejor forma de describir la necesidad de la enseñanza por parábolas es la de suponer que estamos por ir como misioneros a una tribu indígena que no conoce la electricidad, la refrigeración, ni los demás inventos modernos.
¿Cómo haríamos para hacer una descripción de los artefactos con que cuenta una cocina moderna? No hay otra posibilidad que emplear los elementos con que cuenta la tribu, como marco de referencia, a modo de ilustración o parábola, a fin de transmitir lo que queremos explicar. Esto mismo se aplica a la comunicación de las verdades celestiales o divinas.
El Señor Jesús era un verdadero Maestro en el arte de la parábola. Con frecuencia sus parábolas comienzan con palabras como: “El reino de los cielos es semejante a…” o “Un hombre tenía dos hijos…”
Cuando se trata de darle una interpretación a las parábolas, la mayoría de las personas exageran la aplicación de los detalles; es decir, intentan encontrar un significado especial hasta en los más mínimos detalles. Al proceder así a menudo destruyen la lección principal.
La parábola es una ilustración, y así como una ilustración la usamos para aclarar algo que estamos tratando de comunicar tiene un significado principal, así es también con las parábolas del Señor. Pero casi todas las ilustraciones o ejemplos pueden desvirtuarse y torcerse cuando se intenta utilizar cada una de sus partes para extraer una lección específica. Por esta razón debernos conformarnos con descubrir el significado básico de la parábola y aceptarlo.
Estas cinco reglas sencillas que venimos estudiando, no son las únicas reglas de la Hermenéutica, pero son las que necesitamos conocer, porque son las que aparecen con mayor frecuencia. Encontraremos que la aplicación literal de las mismas al estudio de la Biblia servirá para que hagamos una interpretación acertada del mensaje de Dios.
A esta altura habrás descubierto que puedes estudiar la Biblia por tu cuenta y ser transformado en un creyente fuerte, y útil. ¿Cuánto cuesta? El tiempo que se invierte – pero… te puedes estar preguntando… no será realmente una pérdida de tiempo? El Dios que multiplicó el almuerzo del muchachito y alimento a 5000 hombres, es igualmente capaz de multiplicar nuestro tiempo cuando le damos a El la primera parte. No puedes darte el lujo de no hacerlo… si quieres crecer espiritualmente y llevar frutos para la eternidad!! (Mt. 6:33).
Dando fin a este estudio de COMO ESTUDIAR LA BIBLIA solo me queda orar al Señor de la mies que bendiga tu vida mientras te consagras a un tiempo apartado de estudio y oración, que sin duda alguna, determinaran una gran diferencia en tu vida. La vida abundante que el Señor nos ha prometido. ¡Dios te bendiga!
Estudio Bíblico: Reglas prácticas de Hermenéutica – 2 de 3 – (46).
(Continuación de: Reglas prácticas de Hermenéutica – 1 de 3 -)
Parte 2
3) TENGAMOS CUIDADO CON LOS MODISMOS
Toda lengua tiene sus modismos o expresiones idiomáticas. Uno de los problemas más complejos del aprendizaje de una lengua es, justamente, el asunto de los modismos.
Por ejemplo, ¿hemos pensado alguna vez en el problema que le plantean al extranjero que quiere aprender el castellano, expresiones tales como “tomarle el pelo” a alguien? Uno de los problemas con dichas locuciones, y que complica aún más la situación, es que cambian de significado de una generación a otra.
Generalmente los buenos comentarios bíblicos hacen aclaraciones sobre las expresiones idiomáticas, aclarando su uso y explicando su significado en la época en que fue escrito el documento bíblico dónde aparecen.
4) PRESTEMOS ATENCIÓN AL USO DEL LENGUAJE FIGURADO
El que escribe frecuentemente se vale de figuras del lenguaje cuando el sentido no es literal. Esto es común en castellano en el que son tipos de figuras muy comunes las siguientes: la metáfora, el símil, la analogía, la hipérbole y el antropomorfismo. Examinemos cada una de ellas brevemente.
a) La metáfora. La metáfora compara dos cosas identificando a una con la otra. Generalmente una de las partes de la metáfora se reconoce fácilmente y se emplea para clarificar a la otra, ya que esta última no se entiende tan fácilmente. Es una forma de comunicar a partir de lo conocido. Por ej. Mateo 5:13 dice: “Vosotros sois la sal de la tierra” con lo que se quiere decir que así como la sal cumple la función de dar sabor a la comida, los creyentes han de tener una influencia similar en la sociedad en el aspecto moral de sus vidas.
Es el uso de las metáforas, justamente, lo que ha dado lugar a la espiritualización de la Escritura, por cuanto la mayoría de las metáforas son símbolos.
La metáfora mas importante que tenemos en la Biblia se encuentra en Lucas 22:19,20. Cuando Jesús tomó pan y dijo: “Esto es mi cuerpo”. Claramente era un símbolo de su cuerpo. Lo mismo se afirma en cuanto a la copa, cuando dijo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre,” Cuando participamos del fruto de la vid, no estamos tomando la sangre de Cristo; en cambio, tomamos el fruto de la vid corno símbolo de su sangre.
Para el lector atento, que trata, de literalizar la Escritura, el uso de las metáforas no constituye un problema porque generalmente éstas son bastantes obvias.
b) El símil. El símil compara, dos cosas y generalmente se vale deexpresiones tales como “tal como” , “como”, “de la misma manera que” o “así como”.
Por ejemplo, nuestro Señor dijo en Mateo 10:16: “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos”. El símil resulta obvio, Se está comparando al creyente con la oveja y al falso maestro con el lobo. Este es un símil que aparece muchas veces en la Escritura. Al igual que la metáfora no resulta difícil reconocerlo.
c) La analogía. La analogía consiste en comparar dos cosas mediante el recurso de hacer que una explique la otra. Generalmente la analogía se utiliza como una forma de razonamiento.
Por ejemplo, en 1 Co. 1:18 Pablo dijo: “Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.”
d) La hipérbole. La hipérbole es un intento deliberado de exagerar con el fin de atraer la atención.
Por ejemplo, en Mateo 7:3 nuestro Señor dijo: “¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?” Desde luego que nadie puede tener una viga en el ojo, y sin embargo, esta hipérbole llama la atención por la exageración hacía los trágicos resultados de la crítica.
e) El antropomorfismo. Esta palabra extraña se usa fundamentalmente cuando se atribuye a Dios características humanas. La Biblia enseña que Dios es espíritu y, en consecuencia, no tiene cuerpo, pero para el hombre es muy difícil, por no decir imposible, entender lo que es un espíritu. Por ello, para Dios resultaba fundamental valerse del cuerpo humano con sus características para describirse a sí mismo; así es como tenernos referencias al “oído”, “la voz” o la “mano” del Señor.
Dios nos oye, nos habla y nos sostiene, pero no necesita oídos, ni boca, ni manos para hacerlo. Valiéndose de sus propios medios divinos, sin embargo, logra los mismos resultados. Es por ello que hace uso de las características finitas del hombre, que éste entiende perfectamente, para describir sus características infinitas, ya que de otro modo el hombre no las podría comprender. No corresponde suponer, empero, como lo han hecho algunos, que Dios tiene ojos, oídos y manos como los del hombre.
Estudio Bíblico: Reglas prácticas de Hermenéutica -1 de 3- (45)
LA HERMENEUTICA
La hermenéutica proporciona reglas estrictas de estudio bíblico para asegurar que el mensaje que Dios quiso comunicar sea correctamente entendido por el hombre.
La Biblia no es un libro simple, sino un modo divino de comunicación con la humanidad, valiéndose de autores humanos para su realización.
Un método científico (preciso) de estudio tal como el que permite la hermenéutica se hace necesario, por las razones que se indican en la siguiente explicación:
Un DIOS INFINITO que es espíritu SABE y CONOCE TODO en forma ABSOLUTA. Para procurar comunicarse con el hombre, esa criatura suya, que sólo cuenta, con CONOCIMIENTO INTUITIVO LIMITADO, Dios tiene que valerse de los ojos y oídos del hombre, porque ésta es la forma en que él aprende la mayoría de las cosas. El problema se complica aún más porque los hombres hablan diversos idiomas; por lo tanto, Dios tiene que expresar su pensamiento infinito en una de esas lenguas, de la que luego se harán traducciones a las diversas lenguas de la humanidad.
Además, las palabras, los giros idiomáticos y las costumbres han cambiado durante los 3500 años o más desde que comenzó Dios a revelar al hombre su pensamiento y su voluntad mediante la PALABRA ESCRITA.
Por lo tanto, tiene que haber algún método exacto y preciso, para garantizar que lo que las traducciones actuales dicen al hombre moderno… ES LO QUE DIOS DIJO HACE TANTO TIEMPO.
La hermenéutica reúne estos requisitos. Es un intento lógico, objetivo y honesto de asegurar que el hombre moderno comprenda el mensaje que Dios se propuso comunicarle originalmente.En síntesis:
DIOS, siendo un Espíritu eterno, infinito, omnisciente, omnipresente, inmutable y omnipotente…
HABLA O SE COMUNICA con:
Hombres santos, profetas, reyes, y sacerdotes quienes escribieron en hebreo o griego. Lo cual fue traducido a su vez a lengua castellana o español propiamente dicho, para que el hombre moderno, quien es una criatura finita y con conocimiento limitado pudiera COMPRENDER EL MENSAJE DE DIOS.
REGLAS DE HERMENÉUTICA
Las siguientes reglas hermenéuticas han servido de guía a los estudiantes cuidadosos en todas las generaciones a fin de que pudieran “(usar) bien la palabra de verdad.”
I) INTERPRETEMOS LA BIBLIA LITERALMENTE
Mucho daño se ha causado con los intentos de interpretar la biblia espiritualizándola, en lugar de aceptarla literalmente.
Cuando alguien nos escribe una carta, no tratamos de espiritualizar su significado, sino que la aceptamos en su sentido literal. Es igual con la Biblia.
Con todo, hay unos cuantos pasajes de las Escrituras que se han de tomar espiritualmente. La cuestión que se plantea es ésta: ¿Cómo puede saber el estudiante cuáles pasajes serían de interpretar literalmente y cuales espiritualmente? La mejor respuesta es la llamada “REGLA DE ORO DE LA INTERPRETACIÓN” propuesta por un erudito en biblia, el doctor David L. Cooper:
“Cuando la interpretación llana de la Escritura tiene sentido, no busquemos otro sentido; tomemos en cambio cada palabra de en su sentido literal primario, a menos que los hechos del contexto inmediato claramente indiquen lo contrario.”
Pocas veces nos equivocaremos en el estudio de la Biblia si en primer lugar interpretamos un pasaje literalmente.
Por ejemplo, cuando la Biblia dice: “…hizo llover… azufre y fuego desde los cielos”, significa literalmente que sobre la tierra cayó azufre y fuego. Cuando por otro lado, la biblia nos dice que la luna se volvió sangre, o el río Nilo se volvió sangre, como ocurrió en los días de Moisés, no significa que se volvió sangre en sentido literal, sino que adquirió el color correspondiente.
Sin embargo, incluso en el caso del río Nilo, el fenómeno produjo la muerte de los peces. Es una buena regla procurar entender al pasaje literalmente. Si la interpretación resulta inaceptable, entonces intentemos una interpretación espiritual.
2) ATENGÁMONOS AL CONTEXTO
Es una buena práctica utilizar versículos de las Escrituras para fundamentar una enseñanza o un concepto, pero resulta importante no sacar al versículo de su contexto; de otro modo, como hemos visto anteriormente, el texto se transforma en pretexto. (Próxima edición concluimos con la parte 2 de esta sección…) ¡Bendiciones!