Milagros
El regreso desde Egipto (33)
f) El regreso desde Egipto. Mt. 2 : 19 – 21
La estadía en Egipto fue de corta duración. Tal vez uno o dos años. Herodes pronto murió y se podía regresar. No menciona Mateo el posible lugar donde José y María vivieron. La tradición dice que fue en On, también llamado Heliópolis, que éra el mismo lugar en donde José el hijo de Jacob gobernara a Egipto siglos atrás (Gn. 41:45).
Como era natural, el regreso también fue dirigido por el ángel (vs. 19 ,20) y según v.22 deducimos que la idea de José era volver a Belén, la ciudad cuna de David, como el lugar mas apropiado para que creciera el niño Mesías. Pero Dios tenía otros planes, y le pequeña familia fue a residir a Nazaret, el que sería lugar permanente de les padres de Jesús.
g) Su niñez en Nazaret.
Notamos en el v.23 el cumplimiento de otra profecía por lo cual debían habitar en Nazaret. Se cree que Mateo se refiere a Isaías 11:1 en donde se le llama al Mesías “el renuevo”; y también Jeremías 23:5 y Zacarías 3:8. Porque la palabra hebrea “renuevo” es muy similar a Nazaret. Es un juego de palabras. Jesús era nazareno en un sentido doble si lo interpretamos de esta manera.
La ciudad de Nazaret fue a partir de vuelta de Egipto el hogar de Jesús hasta que tuvo 30 años. De los primeros doce años no sabemos mas que lo que en una frase nos dice Lucas:
“Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él.” (Lc. 2:40). Pero es una descripción que aunque sintética nos demuestra el contenido de una personalidad asombrosa. Seguramente los pobladores de Nazaret fueron testigos de que nunca observaron en Jesús las mal crianzas y rebeldías que en mayor o menor grado se puede notar en niños y jovencitos de todos los tiempos. Muy al contrario les llamaría la atención la fidelidad y devoción hacia sus padres y hermanos, y el interés especial que manifestaba hacia las Escrituras.
Como cualquier otro niño, no estuvo libre de errores como cuando quedo tan absorto en su conversación con los maestros de lo ley, que se olvidó de sus padres y ellos tuvieron que perder tres días buscándolo. Este fúe en ocasión de la celebración de la Pascua (Dt. 16; 1-8) cuando subió a Jerusalén iunto a sus padres.
En el templo el niño da muestras de una saqacidad poco común y de profunda sabiduría, como también de la madurez que expresaba en su conversación.
El conocimiento de Jesús del AT (Lc. 2: 47) asombró a los escribas y maestros. El AT constituía la Palabra escrita de Dios. Jesús la amaba y su familiaridad con la Palabra dejó atónitos a los teólogos del templo. Jesús vivia con la palabra. La utilizó para resistir al tentador (Mt. 4:4,7,10) y fue hasta la cruz para cumplirla (Mt. 26:54) y expresó su agonía citándola constantemente (Mt. 27:46).
Hoy en día la Biblia terminó de completarse con el agregado del NT. Si lo que Jesús tenía le era tan querido ¿no deberíamos nosotros ser más cuidadosos en la lectura de la Biblia y en nuestro amor por ella?
Sin embargo, es aterrador ver hoy el descuido que se hace de la Biblia entre los mismos cristianos.
Lo que mas nos llama la atención no es sólo las sabias contestaciones a los maestros de la ley sino el hecho de que a pesar de su tierna edad, tenia un conocimiento preciso de lo que era su misión en este mundo y por primera vez lo declara abiertamente cuando dice: “¿por qué me buscabais no sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar.” (Lc. 2:49).
Pero los padres no entendieron nada en ese comento pues el versículo que sigue dice: “mas ellos no entendieron las palabras que les habló” (v.50). Su entendimiento estaba cegado a este aspecto de la revelación. Pasada la fiesta, la pequeña familia regresa a Nazaret. A partir de allí nada se nos dice de los años que siguen, hasta que comienza su ministerio público. Resaltan los v.51 y 52 que Jesús estaba sujeto a sus padres. Como hijo también Jesús es el modelo y no cabe duda que conocía citas importantes del AT como “honra a tu padre y a tu madre”, “oye hijo mío, la instrucción de tu padre y no desprecies la dirección de tu madre” entre tantas otras.
Nos queda la expectativa ¡qué bueno sería conocer algo de la vida de Jesús entre los doce y los treinta años! Pero creemos que Dios en su sabiduría ha tendido un velo de silencio ella.
Esto es lo que algunos evangelios apócrifos trataron de develar. Es propio del ser humano tratar de curiosear con sus propias fantasías donde Dios ha guardado silencio.
Todo ésto utiliza el diablo para evitar que el hombre se encuentre con la verdad. Ya vimos que así paso con María la madre de Jesús de quien el NT se ocupa muy poco.
Sin embargo, muchos escritores con su vana teología han llenado bibliotecas sobre María para desplazar la atención de los hombres de la persona de Jesús, y que así, no miren a Cristo como Salvador. Cristo es la figura central hacia la que apunta toda la biblia, cómo el único Señor y Salvador para llegar a Dios (Jn. 14:6).
Así paso también en los días de Pablo – y pasa hoy – de gente que quiere investigar los aspectos de la vida de Jesucristo en sus años de silencio.
El les previno diciendo:
“Ya no tenemos que pensar de alguien según lo que sea en este mundo; antes pensábamos de Cristo según lo que fue en este mundo, pero ahora ya no pensamos así de él.” (2Co.5:16).
Lo que mas debe interesarnos a los cristianos son el ministerio y mensaje de Cristo y no los detalles de su vida común.
El evangelio apócrifo de un tal Tomas cuenta una serie de milagros que realizó Jesús siendo niño. Por supuesto que jamas historiador alguno los ha tomado en cuenta, salvo para declarar lo que realmente son: puras fábulas que caricaturizan la vida del Hijo de Dios. Todo lo contrario de los cuatro evangelios. Uno de esos relatos, o mejor dicho historietas, dice que Jesús hacía pajaritos de barro y los hacía volar en un sólo soplo.
En otra ocasión resucitó un niño de la muerte para probar su inocencia y también que cambiaba a sus compañeros de juegos en animales. Estos relatos son lisa y llanamente basura, pues no solo dícen cosas absurdas sino que blasfeman el Santo nombre de Jesús (Juan 2:11).
h) El hogar de Jesús. No cabe la menor duda de que era un hogar santo pues de José nos dice Mateo 1:19 que era “hombre justo” aunque para los maestros de la ley fuera considerado un simple carpintero aldeano, oficio con el que sustentaba a su familia que con el tiempo fue bastante numerosa (Mt. 13:55; Mr. 6:3). María ya la hemos visto como una mujer de gran fe como se desprende por su respuesta al ángel Gabriel (Lc.1:38). A pesar de tener una familia numerosa no descuidó enseñarles a sus hijos tanto hombres como mujeres, todo lo que sabía de cosas espirituales. Y seguramente de manera especial ayudaba a Jesús a satisfacer su curiosidad por las cosas espirituales y el conocimiento de las escrituras.
Por otra parte, vemos que Jesús hasta en sus últimos momentos se ocupó del cuidado de su madre para quien tuvo un gran amor filial aunque eso no le impedía tener claramente establecido cuál era su primer deber (Lc. 11:27).
Como era costumbre entre los judíos, a la edad de 7 años Jesús fue enviado a la escuela de la sinagoga donde se les continuaba enseñando la lectura de las Escrituras y la historia de los grandes personajes Bíblicos como Abraham, José, Moisés, etc. y Jesús escuchaba todo con intensa atención no dejando que nada de las Escrituras escapara de su memoria.
Todos los sábados la familia completa asistía a la sinagoga en la que el jefe designaba a alguien de la asamblea para leer las escrituras. Tal vez mientras otros niños estaban distraídos Jesús prestaba gran atención.
Fue durante estos años que la mente de Jesús se iba enriqueciendo del conocimiento del AT – lo que se puede comprobar por Lucas 4:16. Su habilidad para la lectura era superior a la del promedio fruto de la dedicación y devoción que había sabido ejercitar.
También Jesús aprendió mucho a través de las fiestas anuales que se celebraban en Jerusalén – como por ejemplo, la fiesta de la Dedicación del templo que ocurría en invierno. La gente encendía lámparas en los bordes de sus techos y los jóvenes marchaban por las calles con antorchas encendidas. Al día siguiente concurrían a la sinagoga a cantar cánticos de gozo recordando los hechos del gran héroe Judas Macabeo que purificó el templo después de la vil desecración cometida por Antíoco Epifanes el perverso gobernador de Siria.
También estaba la fiesta de Purim en la que se celebraba la derrota de Amón, el que pretendió terminar con todos los judíos de la tierra, maniobra que fue desbaratada gracias a Ester y Mardoqueo.
Lo más grande era la fiesta de la Pascua o celebración del paso del mar rojo por Moisés y la liberación de 400 años de esclavitud.
Esta coincide con la fiesta cristiana de la resurrección que celebra a su vez la salida de la cautividad del diablo y el paso de la muerte a la vida. Todos iban a Jerusalen para celebrar allí; en caso de fuerza mayor, comían el cordero pascual en sus casas con pan sin levadura.
Luego de la Pascua seguía la de Pentecostés y en el otoño tenían la de los Tabernáculos en la que la gente dejaban sus casas para acampar en tiendas. Así celebraban los 40 años de habian vivido en tiendas de campaña en el desierto luego de salir de Egipto.
El objeto de estas celebraciones era que la gente recordara siempre todo lo que Dios había hecho por ellos y los padres debían tener especial cuidado de enseñar a los hijos la conciencia de estos hechos como de su significado.
No dudamos que desde su niñez Jesús estuvo consciente del significado bíblico de todo ésto, en cuanto a como Dios había demostrado su amor y su bondad por el pueblo de Israel.
Todas estas costumbres judías fueron captadas por el espíritu y el entendimiento del niño Jesús mientras, como nos dice Lúcas:
“Crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.” (Lc. 2:52).
Pastor José Roberto Reina.
Los Nueve Dones del Espíritu: Interpretación de Lenguas (14).
9- Interpretación de lenguas – I Corintios 12:10.
Así, llegamos aquí al noveno de los dones que hemos venido tratando. La frase “interpretación de lenguas” viene del griego “hermeneía glusson”. La nueva Biblia española dice: “traducirlas”. Este don capacita a la persona para traducir cualquier mensaje divino que Dios quiera comunicar a través del don de lenguas. De manera que es un don de revelación sobrenatural.
Según I Corintios 14, este don funciona en combinación con el género de lenguas. También suele funcionar estrechamente asociado con los dones de palabra de sabiduría y palabra de ciencia. Es notable que en I Corintios 14, Pablo dedica 40 versículos a los dones de “hablar en lenguas”, “interpretación de lenguas” y “profecía”. Por ello no es de asombrar, que en éstas caiga el mayor abuso carismático en el uso del don. I Co. 14:13, generalmente parece ser cierto que la suma de los dones de “géneros de lenguas” e interpretación se constituye en profecía. Ver I Co. 14:26.
En una reunión del don de lenguas puede funcionar simultáneamente con el de interpretación de lenguas. También puede la persona hablar en lenguas, y luego ella misma interpretarlas. En otras ocaciones, puede darse que una persona hable en lenguas y más de dos traigan interpretación. Siempre debe darse tiempo al don de interpretación. Si el Espíritu Santo ha inspirado a alguien para que hable en lenguas hará lo mismo con otro para que las interprete.
En cuanto al abuso del don, algunos caen en un hábito de interpretación reiterativo poco aconsejable y que debe corregirse con buena enseñanza. Otra manera de abusar del don es cuando se hace una interpretación confusa, conflictiva y personal. El consejo es siempre el mismo, enseñar y corregir en amor. Pues este tipo de situaciones suelen darse en reuniones clandestinas o no autorizadas, en donde el pastor o los líderes no están presentes. A veces hay creyentes mal intencionados que aprovechan de su ausencia para proclamar sus diferencias y desacuerdos, haciendo interpretaciones difamatorias o contrarias a la enseñanza pastoral. Así en vez de unir, dividen la obra del Señor.
Muchos profetas y profetizas sólo saben presentar en sus mensajes a un Dios malo que castiga y amenaza. De allí que una solida enseñanza bíblica debe preceder a la práctica de los dones espirituales. Tal es el modelo bíblico de nuestro Señor y los Apóstoles. Ademas, no debemos olvidar que nuestro Dios es también un Padre amoroso y bueno. El bendice. El ayuda y protege a sus hijos. Y aunque los disciplina con amor “como el padre que ama su hijo”, siempre es para rescatar al perdido, y restaurar al caído. De manera que ningun ejercicio de los dones, será para acusar o condenar. Y menos aún en público. Porque Dios nos ama, nos respeta también. Esto en breve, porque como afirma la Palabra de Dios “muchos falsos profetas han salido por el mundo”… y engañan y confunden.
Es muy sencillo saber cuando una profecia, o el ejercicio de un don es realmente del Espíritu Santo. Notemos lo que nos dice San Pablo: “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación”, I Co. 14:3. Si el ejercicio del don no apunta a lograr algunos de estos tres resultados, no debemos aceptarla. Los dones del Espíritu y la base bíblica que los respalda van tomados de la mano. ¡Bendiciones!
Los Nueve Dones del Espíritu: Algunos efectos del orar en lenguas (13)
f) Algunos efectos del orar en lenguas.
Es una oración que favorece una actitud de pobreza espiritual. La actitud de un niño en la humilde realidad de lo que somos. Es para analfabetos, no para sabios.Nos lleva a una actitud de disponibilidad ante Dios, dando libertad al Espíritu Santo para manifestarnos sus carismas o dones.
Es de gran ayuda para nuestras situaciones difíciles. En momentos cuando pasamos por tiempos de desánimo o un desierto espiritual. Pablo lo expresa de la siguiente manera:
“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues que hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.” Romanos 8:26, 27
Me he tomado el atrevimiento de subrayar en negrita algunas frases con la sola intención de que detenga su atención en ellas. ¿Porqué? … Pues, porque el meditar en los efectos maravillosos que produce en nosotros el hablar en lenguas, nos deja realmente asombrados. Mas ante el hecho de que generalmente los cristianos no tenemos el hábito de hablar en lenguas en nuestras devociones privadas. ¡Y cuanto nos perdemos por ello! Es suficiente con enumerarlos:
– El espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. Así que su presencia en nosotros, si buscamos a Dios en oración aún en nuestra debilidad puede convertir esa situación en una gran bendición!
– En esos momentos no sabemos ni siquiera como orar, cual sería la mejor forma de expresarnos delante de El, entonces abrimos nuestra boca en debilidad…¿y qué hace el Espíritu? ¡El mismo intercede por nosotros! Tal vez empezamos con palabras muy débiles y cansadas pero a la segunda frase comenzamos a sentir que no estamos solos, que Alguien está intercediendo con nosotros con “gemidos indecibles”…. no se me ocurre que sean otra cosa que lenguas!
-Dios ve tu corazón… conoce cada pensamiento, cada sentimiento.… e interpreta la oración que hacemos con la ayuda del Espíritu….gemidos indecibles… clamor… lágrimas. Por ello cuando te sientas débil, sólo, confundido y sin siquiera fuerzas para abrir tus labios en oración… corre a tu habitación! Y comienza a balbucear aunque sea debilmente tu oración en lenguas…. será suficiente… después ¡no podrás detenerte! ¿Porqué será que los cristianos olvidamos que tenemos poder extra, PODER SOBRENATURAL a nuestra disposición?
– Lo más maravilloso de todo, es que cuando oramos en lenguas lo haremos según la voluntad de Dios. Porque eso es lo que hace el Espíritu Santo cuando le damos lugar en nuestra vida de oración diaria. Así lo afirma: “… porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.”
Cualquiera sea tu situación presente. Tomar una decisión laboral o de estudios. Un exámen importante en el que no te gustaría fallar. Dirección personal o familiar. O quizás una herida en tu alma. Séa lo que séa, es hora de comenzar a vivir la experiencia espiritual que solo el cristiano puede tener. Hablar en lenguas en su aposento privado. Dejar que el Espíritu Santo interceda por tí, El es la garantía de que lo harás en la perfecta voluntad de Dios. Jesucristo es el mismo. El no ha cambiado y sigue bautizando con su Espíritu (Hchs 1:8) para manifestar sus dones en nosotros. Pero no para que los guardemos como trofeos. Sino que los usemos para vivir una vida victoriosa en la dimensión del Espíritu. ¡Bendiciones!
Mas material relacionado presiona aquí: http://estudiosbiblicoscristianos.net/sanidad-interior/el-espiritu-santo-hablar-otras-lenguas.html
Los Nueve Dones del Espíritu: Hablar en lenguas por primera vez (12)
e) La experiencia de orar en lenguas por primera vez.
Sin duda que la experiencia de cada persona es diferente. Para algunos el comenzar a hacerlo es muy natural y pueden hacerlo con lenguaje fluido y variado.
Otros sólo pueden pronunciar una o dos sílabas cuando mucho, pero con el ejercicio van progresando. Los temores mas comunes son: perder el control de los propios actos y el temor de creer que se trate de algo que ellos mismos producen.
Otros experimentan rechazo después de haber visto a alguien hacer mal uso del don. Algunos desean el don y lo piden durante años, sin embargo no lo reciben.
Por ello aconsejamos a las personas que quieran hablar en lenguas, unirse al grupo en voz alta en los momentos de oración conjunta.
Según un autor, orar en lenguas “supone el mismo acto de abandono, de dejarse ir, que ha de arriesgar todo el que quiere aprender a nadar. La dificultad se encuentra sólo en la sencillez misma del acto: balbucear como un niño. El mecanismo es tan simple como silvar o cantar bajo la lluvia. Pero, para ser una auténtica experiencia del Espíritu, debe ser una manera de proclamar que Jesús es Señor de mi vida.”
“Entrando en un clima de alabanza a Dios… abrir los labios… pronunciar sílabas sin preocuparse mayormente del significado.”
Merlin Carothers, pastor de la iglesia Bautista y conocido por sus libros sobre alabanza, cuenta así su bautismo en el Espíritu Santo: “No sentí absolutamente nada. Entonces la dama que oró por mí me dijo que podría hablar en lenguas si sólo abría la boca y dejaba salir las palabras… noté algunas extrañas “palabras” formándose en mi mente, abrí mi boca y las dije en voz alta.”
Así que una persona puede hablar en lenguas en cualquier lugar aún en los que parecen menos apropiados. Si preparamos debidamente a las personas, todo un grupo o una iglesia orarán en lenguas en el momento que lo pidamos a nuestro Señor Jesucristo, pues “El es el que bautiza con Espíritu Santo y fuego.” (Jn 1:33b). Y sin duda, que El está deseoso de hacerlo en todo aquél que desee este don con verdadera hambre espiritual.
Los Nueve Dones del Espíritu: Lo que la oración en lenguas NO es. (11)
c) Intentos de definición.
Esto es solamente un título descriptivo. Si realmente conocemos la vida “en el espíritu” ya sabremos que es imposible “definir” las maneras diversas e infinitas que puede obrar el Espíritu Santo. Lo que en todo caso haremos, será un intento humilde y dependiendo del Señor de conceptualizar, esta maravillosa obra del Espíritu en nosotros.Comenzaremos transcribiendo lo que algunos autores han tratado de explicar con su lenguaje humano acerca del orar y hablar en lenguas. Aquí van algunos entonces:
“Orar en lenguas es una manifestación sobrenatural del Espíritu Santo, donde el creyente habla en lenguaje que no ha aprendido y que no entiende… no es otra cosa que orar con el espíritu y no con la mente… es un acto de adoración espiritual.”
“Es un medio de expresar adoración que pasa por sobre las limitaciones de la mente humana de modo que nuestra lengua toma alas y la prosa se torna poesía.”
En conclusión:
Es una oración no conceptuada que nos lleva a una comunicación más profunda y libre. Por ello, se expresa en juegos de sílabas que suspende la actividad conceptual dejando fluir por la presencia del Espíritu Santo, la presencia de Dios expresada en alabanza, acción de gracias, adoración y como ya vimos anteriormente, podemos resumirlo con palabras de Pablo: “acomodando lo espiritual a lo espiritual” y “el que está unido al Señor un espíritu es con El.”
d) Lo que la oración en lenguas NO es.
No es una experiencia estrictamente emocional, sino algo mucho mas profundo. Generalmente no comporta ninguna emoción, ó solo el tipo de emociones que acompaña a cualquier actividad humana normal.
No es extática, es decir, la persona está consciente plenamente de si mismo y lo que sucede a su alrededor.
No es algo compulsivo. Es una habilidad que la persona queda libre de usar o no, y permanece bajo el control de la voluntad. La acción material y práctica de hablar en lenguas no puede ser atribuida al Espíritu Santo – es acción de la persona. Lo que sí es obra del Espíritu Santo es la inspiración interior de la oración que fluye del corazón.
No es para una élite. En cuanto don de Dios es para todo cristiano. Hemos visto que oran en lenguas todo tipo de personas: cultos e incultos, jóvenes y ancianos, aún adolescentes y niños.
No es algo sin sentido. Aunque la persona desconozca las palabras de su oración, sin embargo está consciente de su actitud ante Dios que puede estar llena de amor, entrega, agradecimiento, confianza, humildad, intercesión, alabanza, etc. Es más, aunque sea una oración sencilla y sin discurso, no puede decirse que esté ausente toda intención intelectual, pues la intuición es una forma más perfecta de conocimiento – y qué dirémos… si a ésto le agregamos la intuición que da el Espíritu Santo!
Los Nueve Dones del Espíritu: Hablar en lenguas a la iglesia (10)
b) Diferentes casos… (continuación… )
3- Hablar en lenguas a la iglesia (I Co 14:2)
Hemos hablado de la “oración en lenguas”, una “gracia” de oración que el que la posee puede usar según quiera: en alta voz, cantando y en silencio. Y no sé si hemos destacado lo suficiente, la importancia de esta práctica “íntima y especial” para el cristiano al que le es revelada por el Espíritu, que está en una comunicación “exclusiva” entre el y Dios: “Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios.” (I Cor 14:2)
¿Se imagínan qué tremendo? ¡Es otra dimensión! Es el Espíritu del hombre unido al Espíritu Santo hablando el mismo idioma! “El que está unido al Señor un espíritu es con El.” (I Co 6:17) Pero vayamos ahora al tema apuntado en este subtítulo:
Cuando las lenguas son usadas por el Espíritu para hablar a la iglesia como cuerpo, ésto no es ya sólo una oración, ni tampoco solo gracia. Es el “don o carisma” de hablar en lenguas. Aquí la persona no obra por propia iniciativa sino por la inspiración especial de Dios que algunos llaman “unción”. Dios mueve a la persona a hablar o a cantar en lenguas para comunicar un mensaje a la comunidad allí reunida.
Este mensaje de parte de Dios se experimenta según las personas. No es algo compulsivo, pero la persona se siente incómoda mientras no cede a esa inspiración. Esto es comprensible, pues la persona duda si hablar o no. Por supuesto que desearía tener una total certeza de que eso que ella siente viene verdaderamente de Dios y seguramente orará pidiendo se guiada por el Espíritu y evitar engaños, ya sean propios, como sus temores, lo que nunca debe descartarse: una mentira del diablo. Esto sucede sobretodo al comienzo cuando como Samuel, aún no se está acostumbrado a escuchar la voz de Dios. (I Sam 3:7)
Como pueden apreciar, en los momentos en que estamos reunidos como iglesia, debemos estar “anhelando” ser verdaderas fuentes donde el Espíritu Santo pueda fluír en cada uno así usarnos como medio para ministrar al cuerpo. Y una vez que el Señor nos hable debemos obedecer.A veces la persona que habla o canta en lenguas tiene alguna impresión respecto del sentido de su mensaje. Esa impresión le permite darse cuenta si la interpretación que otro da es o no auténtica.
4- Ejemplos:
(1) “Antes de empezar me siento inquieto. Es algo parecido al a inquietud que experimenta la persona que tiene problemas de vocación. Siento un impulso; tengo que hacerlo porque es lo que el Señor quiere. Al empezar a cantar siento paz y tranquilidad y como una luz suave que me da a conocer algo del sentido general; pero no lo tengo claro y no podría expresarlo con palabras. Al escuchar la interpretación siento una paz que confirma que era éso lo que el Señor quiso decir.”
(2) “En un grupo pequeño y muy nuevo, el líder que lo dirigía habló en lenguas y oró pidiendo la interpretación. Yo tenía en la mente la frase: “Mis caminos no son tus caminos.” Pero me puse a pensar que seguramente la había sacado de alguna lectura y que a nadie le serviría de nada. Por fin opté por decirla. Con asombro comprobé que para uno de los presentes tenía un gran significado.”
(3) “En una jornada de líderes, un jóven habló en lenguas. Mientras él hablaba, una hermana sentada delante de mí se esforzaba en ahogar los sollozos. La interpretación que vino despues era un claro llamado al arrepentimiento.”Por tiempo y espacio no podemos continuar con mas ejemplos. Pero habrán notado que lo que mas destaca en importancia es, aprender a obedecer la voz del Espíritu. De no hacerlo así podemos privar de una gran bendición a cualquier miembro del cuerpo de Cristo.
Los Nueve Dones del Espíritu: Diferentes expresiones del Don de Lenguas (9)
b) Diferentes casos en que manifiesta el don de lenguas.
Es muy importante, para comprender las indicaciones que nos da San Pablo, y también evitar confusiones, distinguir, cuándo el don de hablar en lenguas es una gracia de oración, especialmente para uso y edificación privada, y lo que es el carisma para el uso de la iglesia.
1- Orar en lenguas.
Es más común. Se usa tanto en los tiempos de oración, como a lo largo del día y en cualquier circunstancia, ya que podemos hacerlo mentalmente en el espíritu sin que lo adviertan los démas. Y tambien en nuestro momento devocional diario.
Desgraciadamente se enseña poco sobre la importancia que tiene para la vida espiritual del creyente, aprender a orar en lenguas en su oración privada. Hay muchos beneficios por los cuales es meritorio hacerlo. Para Pablo era tan importante, que el decía que hablaba en lenguas más que cualquier miembro de la iglesia de Corinto y que deseaba que todos pudiesen hacerlo. Sin duda, hay aquí uno de los secretos espirituales de poder que debieran ser conocidos por todos los creyentes.
También el uso de las lenguas es para alabar a Dios, o bien para interceder cuando no se sabe qué pedir (Ro. 8:26). Por ejemplo, al orar solos, o en grupos pequeños, por un enfermo o una persona con problemas. Nunca debemos dejar de ejercitar este don a través del día.Si no sabes cómo orar, ora en lenguas, después vendrán palabras a torrentes.
2- Cantar en lenguas.
La mayoría de los que hablan en lenguas pueden también cantar en lenguas. Hay algunos que solamente cantan. Se canta en el grupo de oración o bien sólo en cualquier lugar. De una u otra manera siempre el propósito de Dios es que seamos edificados. Personalmente o como cuerpo.
Cuando hablamos en lenguas no nos preocupamos por las palabras, al cantar tampoco, nos preocupamos por “crear” la melodía que va surgiendo espontáneamente en nosotros. Cantamos libremente, siguiendo el ritmo interior de adoración a Dios. Esto se denomina “cantar en el espíritu.” Experiencia que nos demuestra como el Espíritu Santo es el creador de la música, ya que surge desde lo mas profundo del espíritu del hombre para crear melodias que adoren y glorifiquen a Dios. ¡Gracias Señor por tu Santo Espíritu, que nos regala tantas manifestaciones preciosas de tu presencia en nosotros!
Los nueve dones del Espíritu: Diversos géneros de Lenguas (8)
8- DIVERSOS GÉNEROS DE LENGUAS v. 10
Antes de entrar en el tema mismo, deberemos hacer algunas apreciaciones preliminares, que nos ayudarán a comprender el contexto en el que se desarrolla este don o carisma del Espíritu.
a) Relación entre don de lenguas y bautismo en el Espíritu Santo.
Hchs 8:17; 10:45,46; 19:1-7.
Para los cristianos primitivos, la experiencia del bautismo en el Espíritu Santo era crucial. Luego de esta experiencia en el Espíritu ya no dudaban de su nuevo nacimiento – era una experiencia carismática (gracia, favor, etc.) que se expresaba con un gozo intenso, alabanza a Dios, hablar en lenguas, percepción interior del Espíritu que ora en nosotros, que santifica, que capacita con el derramamiento de los dones espirituales (Carismas según 1 Cor 12:7-10), que nos da una garantía o arras de la felicidad eterna.
En los Hechos de los Apóstoles se habla de varias ocasiones en que descendió el Espíritu Santo. En tres de ellas se dice expresamente que los presentes hablaron en lenguas ( Hchs 2:4; 10:44-46; 19:6). Es importante notar entonces, que hay una relación estrecha entre la oración en lenguas y la experiencia espiritual llamada comunmente “bautismo en el Espíritu Santo.” Ante una gracia extraordinaria como es ésta, la respuesta espontánea es la alabanza y la oración en lenguas expresada en un lenguaje celestial.
“La efusión del Espíritu santo ocurre en lo más profundo del ser; es objeto de experiencia y repercute en la totalidad de la persona.”
b) Diferentes casos en que manifiesta el don de lenguas.
Es muy importante, para comprender las indicaciones que nos da San Pablo, y también evitar confusiones, distinguir, cuándo el don de hablar en lenguas es una gracia de oración, especialmente para uso y edificación privada, y lo que es el carisma para el uso de la iglesia.
Los nueve dones del Espíritu: Discernimiento de Lenguas e Intepretación III -Conclusión- (7)
El don de lenguas se parece al de la profecía. Si las lenguas son inspiradas por el Espíritu Santo estarán en perfecta armonía con la orientación que va llevando todo el grupo que está unido en alabanza y amor de Dios.En general, las lenguas se pronuncian en forma armoniosa, serena en armonía con el todo; y producen los frutos de la presencia del Señor: paz, alegría, recogimiento, amor etc. pero debemos sospechar cuando son lenguas angustiadas, discordantes, inoportunas, persistentes y hasta chillonas y molestas, que en realidad no traen ninguna sensación de paz ni bienhestar a nuestro espíritu, sino todo lo contrario.
Sin embargo, hemos de ver, que el don de discernimiento va más allá: dará certidumbre respecto del orígen de las lenguas. En cuanto al discernimiento de la interpretación de lenguas, discernimos no solamente el contenido de la interpretación, sino también su correspondencia o no con lo que se dijo en lenguas. Como la interpretación no pretende traducir el mensaje en lenguas, sino indicar su sentido, pueden darse más de una interpretación. Y es alli entonces, donde la madurez de quién ejerce el don, será de suma importancia para la bendición del cuerpo.