LA PERSONA DE CRISTO ES EL FUNDAMENTO DE LA DOCTRINA CRISTIANA
Ahora bien, hasta aquí hemos visto que luego de alcanzar estos tres pasos en la fe personal y que ahora repasamos, a saber:
1) Un verdadero arrepentimiento.
2) Un nuevo nacimiento.
3) Una persona en quien creer: Jesús.
NECESITAMOS apoyar la doctrina sobre un fundamento.
Nunca se preguntaron, “Si fueren destruidos los fundamentos, ¿Qué ha de hacer el Justo?” (Salmo 11:3): NO HABRÍA ESPERANZAS.
Salmo 82:5: “No saben, no entienden, andan en tinieblas. Tiemblan todos los cimientos de la tierra.”
Toda doctrina sin fundamento esta en condiciones de torpeza, sin entendimiento, en oscuridad espiritual.
Los cimientos de la tierra tiemblan, nosotros sabemos que en cualquier momento la tierra va a ser removida, consumida por el fuego, y con ella, todos los hombres que no hayan edificado sus vidas sobre el fundamento de Dios.
I Corintios 3:11: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.”
Jesús no se detuvo en una doctrina. El llevó el plan de Dios hasta las últimas consecuencias. Se enfrentó a la cruz, para llevar a cabo en su propia persona, la ley ceremonial, el cumplimiento de las profecías.
Cuando Dios Padre en el Edén sacrificó un animal para vestir con su piel a Adán y Eva, mostró su misericordia protegiéndolos; y estableció un principio: sin sacrificio no hay remisión de pecado. (Ahora Adán y Eva debían tapar su desnudez pues habían pecado).
Luego, vemos en las Escrituras al pueblo de Israel ofreciendo sacrificios por la expiación. Expiar, significa borrar las culpas por medio de algún sacrificio, purificar una cosa profanada.
ESTOS SACRIFICIOS DE ANIMALES SOLO CUBRÍAN EL PECADO MAS NO LO BORRABAN.
Lev. 4:16. Aquí vemos como se efectuaba entonces la reconciliación de Dios con el hombre al ser “cubierto” ante Dios el pecado del hombre.
Jesucristo en la cruz con un solo sacrificio perfecto – pues El era sin defecto – PUSO EL FUNDAMENTO para una expiación definitiva.
Levantándose de la muerte, se presentó al Padre habiendo llevando una ofrenda perfecta, su victoria total sobre LA LEY, EL PECADO y LA MUERTE.
Y sobre ese fundamento edificó su Iglesia. La doctrina de Jesús está puesta sobre el fundamento de Dios. San Pablo en II Ti.2:19-21 lo expresa así:
“Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: CONOCE EL SEÑOR A LOS QUE SON SUYOS; y: APÁRTESE DE INIQUIDAD TODO AQUEL QUE INVOCA EL NOMBRE DE CRISTO.
Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles.”
Seguramente alguna vez habrán entrado a una de esas casas que de tan grandes y bellas no parecen reales, pues es como ver un sueño; y no por casualidad en un lugar estratégico, nuestros ojos se fijan en un adorno de esos espectaculares, de oro y plata que aunque no nos interese tenerlo, no podemos dejar de admirar por su belleza. Y está allí, en su puesto de honor.
Pero seguimos recorriendo y de repente en la cocina podemos ver un contenedor de basura – lindo – pero solo sirve para contener desechos: todo lo que no sirve. Lo miro y pienso… entonces lo tomo entre mis manos, le quito en primer lugar toda la basura, luego lo lavo bien y cuando está bien limpio, comienzo a adornarlo de modo tal que al darme cuenta estoy viendo un hermoso florero. Luego tono un ramo de preciosas rosas rojas, perfumadas, las ubico dentro del contenedor convertido en florero. Y saben qué: lo coloco justo al lado del precioso adorno de oro y plata.
Y les aseguro que mis ojos se deleitaron tanto, o más, viendo el florero con sus rosas frescas fragantes y vivas como el adorno impactante.
Una vida consagrada al Señor en obediencia y santidad es un adorno del Espíritu que hace la enseñanza de Cristo brille en la oscuridad de este mundo.
Pablo, en este caso , habla a Timoteo instruyéndolo sobre algunas enseñanzas erradas de Himeneo y Fileto que eran como una gangrena dentro de la Iglesia pues estaban trastornando la fe de muchos, (v.17).
Y concluye con el verso 21, “Asi que si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor y dispuesto para toda buena obra.”
Así, debemos reflexionar que un utensilio de uso vil se puede limpiar pero jamás un buen cristiano debe convertirse a lo vil.
Luego de comprobar bíblicamente que la doctrina de Jesús está plantada sobre el fundamento de Dios, nuestro siguiente punto a tratar sera estudiar los que el mismo Señor Jesucristo nos enseña acerca de Iglesia por el establecida. ¡Bendiciones!